Miles de progresistas desafían al Tea Party con una gran marcha en Washington
Washington, Agencias
Grupos progresistas de todo tipo concentraron hoy a decenas de miles de personas en Washington para mostrar su defensa del Gobierno de Barack Obama y demostrar que, como el opositor Tea Party, son capaces de movilizar a los votantes.
El enclave elegido para la concentración, el Monumento a Abraham Lincoln, fue el mismo escogido hace algo más de un mes el Tea Party para protagonizar un multitudinario acto con la ex candidata republicana a la vicepresidencia, Sarah Palin, y el comentarista conservador Glenn Beck.
Aunque los organizadores de la marcha de hoy, convocada bajo el lema "One Nation Working Together" (Una Nación que Trabaja Unida), dijeran que la iniciativa se gestó antes que se celebrara la del Tea Party, lo cierto es que el acto se convirtió en un pulso para medir la movilización y entusiasmo de los más progresistas de cara a las elecciones del próximo 2 de noviembre.
En esas elecciones se renovará la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, y las encuestas apuntan a la posibilidad de que los demócratas puedan perder la mayoría que disfrutan en la cámara baja.
Desde primera hora de la mañana, representantes de sindicatos, organizaciones religiosas de corte liberal, asociaciones medioambientales y colectivos de defensa de los homosexuales, comenzaron a llegar al 'mall', el gran parque que se extiende entre el Capitolio y el monumento a Lincoln.
Con pancartas en defensa de Barack Obama, la reforma de salud o medidas para promover el empleo y la educación, los activistas comenzaron a marchar hacia el monumento, donde hace 47 años el reverendo Martin Luther King pronunció su famoso discurso, "Tengo un Sueño".
Entre actuaciones musicales, oraciones y discursos, los organizadores de la marcha hablaron de la necesidad de avanzar en las medidas que el Gobierno de Obama ha propuesto para promover el empleo, la educación y la no discriminación en la Justicia.
"Necesitamos crear empleo. Rescatamos a la banca, rescatamos a las aseguradoras. Ahora es el momento de rescatar a los estadounidenses. Ha llegado la hora de reconstruir las infraestructuras y de crear empleo", dijo a la muchedumbre el reverendo Al Sharpton, uno de los líderes de los derechos civiles que habló en el evento.
En boca de muchos de los asistentes estuvo el protagonismo reciente que ha adquirido el Tea Party entre los votantes más conservadores, a los que ha infundido un nuevo entusiasmo con su defensa de los valores tradicionales y su crítica al intervencionismo del Gobierno.
"Esta marcha es para apoyar al presidente Obama, y para poner presión para que salgan adelante sus medidas de (promoción del) trabajo. También queremos hacer de contrapeso al Tea Party, porque mucha gente cree que representan la opinión del país, y eso no es verdad", dijo a Efe Enrique Alvarado, de la organización Majority Project, de Boston.
Para este activista, que representa al colectivo de funcionarios de educación y de salud, lo importante es movilizar al electorado demócrata de cara a las elecciones legislativas, al igual que el Tea Party ha infundido un nuevo entusiasmo entre los más conservadores.
"El verdadero peligro en las elecciones (en las que se renovará la Cámara de Representantes y un tercio del Senado) es que los votantes demócratas no acudan a las urnas. Entonces sí que los republicanos tomarían el control de la Cámara de Representantes", dijo.
Pero si los demócratas acuden a votar, "entonces no perderán ni el Senado ni la Cámara de Representantes, porque los demócratas están impacientes con Obama, pero no desilusionados".
La convocatoria de esta marcha se produce en un momento delicado para Barack Obama, al que muchos de sus votantes le recriminan no haber podido realizar el cambio que prometió durante la campaña electoral, atenazado por la crisis económica y el alto desempleo.
Entre los grupos que se han unido a la iniciativa hay también colectivos latinos como el Consejo Nacional La Raza, que reclama una reforma migratoria integral y la aprobación del Dream Act, que permitiría la legalización de los estudiantes indocumentados.
Fran Jerez, representante de la Unión de Trabajadores del Sector Público, que acudió desde Nueva York para participar en la marcha, aseguró que la población latina "sí apoya a Obama", aunque "está un poco confundida por los mensajes que están lanzando" la oposición.
"Pero la gente va a ver lo que es verdad y lo que es un embuste. Los latinos estamos unidos, y Obama es el único que va a pelear por nosotros", indicó.
Grupos progresistas de todo tipo concentraron hoy a decenas de miles de personas en Washington para mostrar su defensa del Gobierno de Barack Obama y demostrar que, como el opositor Tea Party, son capaces de movilizar a los votantes.
El enclave elegido para la concentración, el Monumento a Abraham Lincoln, fue el mismo escogido hace algo más de un mes el Tea Party para protagonizar un multitudinario acto con la ex candidata republicana a la vicepresidencia, Sarah Palin, y el comentarista conservador Glenn Beck.
Aunque los organizadores de la marcha de hoy, convocada bajo el lema "One Nation Working Together" (Una Nación que Trabaja Unida), dijeran que la iniciativa se gestó antes que se celebrara la del Tea Party, lo cierto es que el acto se convirtió en un pulso para medir la movilización y entusiasmo de los más progresistas de cara a las elecciones del próximo 2 de noviembre.
En esas elecciones se renovará la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, y las encuestas apuntan a la posibilidad de que los demócratas puedan perder la mayoría que disfrutan en la cámara baja.
Desde primera hora de la mañana, representantes de sindicatos, organizaciones religiosas de corte liberal, asociaciones medioambientales y colectivos de defensa de los homosexuales, comenzaron a llegar al 'mall', el gran parque que se extiende entre el Capitolio y el monumento a Lincoln.
Con pancartas en defensa de Barack Obama, la reforma de salud o medidas para promover el empleo y la educación, los activistas comenzaron a marchar hacia el monumento, donde hace 47 años el reverendo Martin Luther King pronunció su famoso discurso, "Tengo un Sueño".
Entre actuaciones musicales, oraciones y discursos, los organizadores de la marcha hablaron de la necesidad de avanzar en las medidas que el Gobierno de Obama ha propuesto para promover el empleo, la educación y la no discriminación en la Justicia.
"Necesitamos crear empleo. Rescatamos a la banca, rescatamos a las aseguradoras. Ahora es el momento de rescatar a los estadounidenses. Ha llegado la hora de reconstruir las infraestructuras y de crear empleo", dijo a la muchedumbre el reverendo Al Sharpton, uno de los líderes de los derechos civiles que habló en el evento.
En boca de muchos de los asistentes estuvo el protagonismo reciente que ha adquirido el Tea Party entre los votantes más conservadores, a los que ha infundido un nuevo entusiasmo con su defensa de los valores tradicionales y su crítica al intervencionismo del Gobierno.
"Esta marcha es para apoyar al presidente Obama, y para poner presión para que salgan adelante sus medidas de (promoción del) trabajo. También queremos hacer de contrapeso al Tea Party, porque mucha gente cree que representan la opinión del país, y eso no es verdad", dijo a Efe Enrique Alvarado, de la organización Majority Project, de Boston.
Para este activista, que representa al colectivo de funcionarios de educación y de salud, lo importante es movilizar al electorado demócrata de cara a las elecciones legislativas, al igual que el Tea Party ha infundido un nuevo entusiasmo entre los más conservadores.
"El verdadero peligro en las elecciones (en las que se renovará la Cámara de Representantes y un tercio del Senado) es que los votantes demócratas no acudan a las urnas. Entonces sí que los republicanos tomarían el control de la Cámara de Representantes", dijo.
Pero si los demócratas acuden a votar, "entonces no perderán ni el Senado ni la Cámara de Representantes, porque los demócratas están impacientes con Obama, pero no desilusionados".
La convocatoria de esta marcha se produce en un momento delicado para Barack Obama, al que muchos de sus votantes le recriminan no haber podido realizar el cambio que prometió durante la campaña electoral, atenazado por la crisis económica y el alto desempleo.
Entre los grupos que se han unido a la iniciativa hay también colectivos latinos como el Consejo Nacional La Raza, que reclama una reforma migratoria integral y la aprobación del Dream Act, que permitiría la legalización de los estudiantes indocumentados.
Fran Jerez, representante de la Unión de Trabajadores del Sector Público, que acudió desde Nueva York para participar en la marcha, aseguró que la población latina "sí apoya a Obama", aunque "está un poco confundida por los mensajes que están lanzando" la oposición.
"Pero la gente va a ver lo que es verdad y lo que es un embuste. Los latinos estamos unidos, y Obama es el único que va a pelear por nosotros", indicó.