"Lucha contra descolonización es camino sin retorno, nadie parará proceso de cambio"
La Paz, Abi
La lucha contra el racismo, la discriminación, la desigualdad y la descolonización es un camino sin retorno que ha emprendido Bolivia en el marco del proceso de profundas transformaciones estructurales, dijo el viernes el presidente Evo Morales Ayma.
Al promulgar la Ley contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación, que fue aprobada esta madrugada por el Órgano Legislativo, el Jefe de Estado hizo hincapié en los objetivos que ha encaminado su Gobierno desde que se hizo cargo de la administración de Bolivia por voluntad del pueblo boliviano en enero de 2006.
Dijo que uno de esos objetivos es precisamente erradicar el racismo y la discriminación que sometió a los pueblos indígenas por cuestiones étnicas, económicas, sociales, culturales y de otra índole que impedían la marcha de un Estado en el que prime la igualdad y la equidad para desarrollarse.
Dijo que el racismo "proviene desde el 12 de octubre de 1492, fueron 500 años en los que Bolivia ha vivido con su población sometida a la discriminación".
Morales aseveró que de los 185 años desde su fundación, "Bolivia ha vivido 184 años de vida republicana y colonialista, mientras que en apenas un año de Gobierno se pusieron en marcha Leyes contra ese mal para establecer la igualdad entre todos".
Indicó que la Ley aprobada este viernes sigue el camino señalado por la Constitución Política del Estado promulgada en febrero de 2009 tras un largo debate de más de un año y medio en la Asamblea Constituyente entre los verdaderos representantes de la ciudadanía.
El Jefe de Estado lamentó que el sentimiento colonialista en el país se haya reflejado también en algunos comentaristas y periodistas a través de los medios de comunicación con la profusión de mensajes racistas y discriminadores que impedían la integración y unidad nacional.
El Mandatario leyó una parte de esos comentarios que en pleno siglo XXI son impensables en una sociedad civilizada.
El Presidente reiteró que, en base a los mandatos de la Constitución, nació la Ley contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación como una necesidad para establecer una sociedad justa, equitativa e igualitaria en la que todos los ciudadanos accedan a la plenitud de sus derechos.
Subrayó que los pueblos más humildes eran siempre objeto de discriminación en bancos, hospitales, clínicas y en otros lugares donde se les impedía acceder a esos servicios con los mismos derechos por la herencia colonial dejada por anteriores gobiernos, lo que debe acabar con la vigencia de esta Ley.
Lamentó que esta Ley haya sido cuestionada por algunos gremios y propietarios del sector del periodismo por considerar que incluía artículos contrarios a la libertad de expresión.
"La libertad de expresión es respetada por el Gobierno y por la Constitución, pero no puede ser sinónimo de racismo y discriminación y de irrespeto a los ciudadanos", agregó.
"Los cuestionamientos que emitieron esas organizaciones fueron interpretadas en el exterior como si fueran defensoras del racismo y la discriminación, lo que afecta a la imagen de la propia nación", afirmó.
El Primer Mandatario expresó en el acto que si bien va a costar que acepten esta Ley algunos grupos aún influidos por actitudes racistas y discriminadoras deben hacerlo por una cuestión de justicia y equidad.
"Es importante que Bolivia deje atrás viejas prácticas que solamente hicieron daño al país", anotó.
Señaló que la vigencia de esta Ley es un nuevo paso hacia la plena liberación de Bolivia, no solamente social y cultural, sino también económica en base a un trabajo permanente para recuperar los recursos naturales, con honestidad, transparencia y velando por el interés nacional.
"La lucha de los movimientos sociales son ahora políticas de Gobierno para encaminar el desarrollo integral de Bolivia", anotó.
La lucha contra el racismo, la discriminación, la desigualdad y la descolonización es un camino sin retorno que ha emprendido Bolivia en el marco del proceso de profundas transformaciones estructurales, dijo el viernes el presidente Evo Morales Ayma.
Al promulgar la Ley contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación, que fue aprobada esta madrugada por el Órgano Legislativo, el Jefe de Estado hizo hincapié en los objetivos que ha encaminado su Gobierno desde que se hizo cargo de la administración de Bolivia por voluntad del pueblo boliviano en enero de 2006.
Dijo que uno de esos objetivos es precisamente erradicar el racismo y la discriminación que sometió a los pueblos indígenas por cuestiones étnicas, económicas, sociales, culturales y de otra índole que impedían la marcha de un Estado en el que prime la igualdad y la equidad para desarrollarse.
Dijo que el racismo "proviene desde el 12 de octubre de 1492, fueron 500 años en los que Bolivia ha vivido con su población sometida a la discriminación".
Morales aseveró que de los 185 años desde su fundación, "Bolivia ha vivido 184 años de vida republicana y colonialista, mientras que en apenas un año de Gobierno se pusieron en marcha Leyes contra ese mal para establecer la igualdad entre todos".
Indicó que la Ley aprobada este viernes sigue el camino señalado por la Constitución Política del Estado promulgada en febrero de 2009 tras un largo debate de más de un año y medio en la Asamblea Constituyente entre los verdaderos representantes de la ciudadanía.
El Jefe de Estado lamentó que el sentimiento colonialista en el país se haya reflejado también en algunos comentaristas y periodistas a través de los medios de comunicación con la profusión de mensajes racistas y discriminadores que impedían la integración y unidad nacional.
El Mandatario leyó una parte de esos comentarios que en pleno siglo XXI son impensables en una sociedad civilizada.
El Presidente reiteró que, en base a los mandatos de la Constitución, nació la Ley contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación como una necesidad para establecer una sociedad justa, equitativa e igualitaria en la que todos los ciudadanos accedan a la plenitud de sus derechos.
Subrayó que los pueblos más humildes eran siempre objeto de discriminación en bancos, hospitales, clínicas y en otros lugares donde se les impedía acceder a esos servicios con los mismos derechos por la herencia colonial dejada por anteriores gobiernos, lo que debe acabar con la vigencia de esta Ley.
Lamentó que esta Ley haya sido cuestionada por algunos gremios y propietarios del sector del periodismo por considerar que incluía artículos contrarios a la libertad de expresión.
"La libertad de expresión es respetada por el Gobierno y por la Constitución, pero no puede ser sinónimo de racismo y discriminación y de irrespeto a los ciudadanos", agregó.
"Los cuestionamientos que emitieron esas organizaciones fueron interpretadas en el exterior como si fueran defensoras del racismo y la discriminación, lo que afecta a la imagen de la propia nación", afirmó.
El Primer Mandatario expresó en el acto que si bien va a costar que acepten esta Ley algunos grupos aún influidos por actitudes racistas y discriminadoras deben hacerlo por una cuestión de justicia y equidad.
"Es importante que Bolivia deje atrás viejas prácticas que solamente hicieron daño al país", anotó.
Señaló que la vigencia de esta Ley es un nuevo paso hacia la plena liberación de Bolivia, no solamente social y cultural, sino también económica en base a un trabajo permanente para recuperar los recursos naturales, con honestidad, transparencia y velando por el interés nacional.
"La lucha de los movimientos sociales son ahora políticas de Gobierno para encaminar el desarrollo integral de Bolivia", anotó.