Los demócratas reconocen que necesitan a los republicanos para completar el "cambio"
Washington, Agencias
A sólo dos semanas de las elecciones legislativas en EE.UU., los demócratas han pedido a los votantes más tiempo y paciencia para completar el "cambio" prometido aunque reconocen que necesitarán algún aliado republicano para lograrlo.
"No podemos hacer los cambios nosotros solos", dijo en entrevista con Efe el presidente del Partido Demócrata, Tim Kaine, en referencia a algunos de los grandes temas pendientes en su agenda de gobierno como la reforma migratoria.
"Necesitamos que unos cuantos tipos con buena voluntad del otro lado trabajen con nosotros", afirmó Kaine, quien reconoció que sus enemigos políticos tienen "energía" de cara a los comicios del 2 de noviembre en los que se renovará la totalidad de la Cámara de Representantes y una tercera parte del Senado.
Los demócratas perdieron en enero la mayoría absoluta de 60 escaños en el Senado, lo que ha paralizado la reforma energética y complicado la aprobación de una reforma migratoria para solucionar la situación de los alrededor de 12 millones de indocumentados.
La "supermayoría" de 60 de 100 escaños permite superar cualquier intento de veto o de imposición de mociones dilatorias por parte de la oposición en el proceso de leyes, un arma que han utilizado los republicanos para debilitar a sus rivales.
El margen de actuación demócrata podría empeorar a partir de noviembre, según las encuestas, que adelantan que los republicanos ganarán terreno en el Senado y apuntan que tienen la posibilidad de lograr la victoria en la Cámara de Representantes.
Los expertos hablan de una "diferencia en el entusiasmo" entre las enardecidas bases republicanas y las apáticas demócratas, un drástico contraste con el ambiente de hace años, cuando los demócratas entraron triunfales en el Congreso y la Casa Blanca.
"La difícil situación económica ha generado ansiedad entre el público y el otro bando está hambriento tras haber perdido dos ciclos políticos seguidos", explica Kaine, quien sostiene que se trata de una situación común en las legislativas que se celebran cada dos años.
"Llevo en esto 17 años y las elecciones del 2008 fueron unas elecciones catárticas (...) y no se puede mantener ese tipo de entusiasmo catártico", insistió Kaine.
"Lo que hemos hecho desde entonces es lo que la gente nos pidió, tomar decisiones difíciles y darle otra vez la vuelta a la marcha de la economía", añadió el responsable demócrata, quien dice que la decisión ahora está entre seguir mejorando o volver a la "década perdida" de George W. Bush.
Aseguró, por lo demás, que han cerrado ya parte de la brecha con los republicanos y que redoblarán los esfuerzos en esta recta final de campaña.
"El presidente y la primera dama y el vicepresidente están muy involucrados viajando para participar en mítines e infundir energía a los votantes y también aparecer con los candidatos", dijo Kaine.
"Y cuando el presidente está en campaña la gente todavía está muy entusiasmada con él", subrayó.
El Partido Demócrata, por su parte, ha desplegado los tentáculos de Organizing for America, el brazo de movilización de bases del Comité Nacional Demócrata que lo ayudó a ganar en 2008.
"Tenemos a unos 350 empleados más o menos en todos los 50 estados que están trabajando con millones de voluntarios para que se involucren en las legislativas", dijo Kaine.
Organizing for America comenzó a trabajar en la movilización de votantes en abril y en junio iniciaron una campaña puerta a puerta para llegar directamente a los votantes sobre todo a los que acudieron por primera vez a las urnas el 2008.
"El objetivo entre ahora y el día de las elecciones es lograr que todos esos votantes que formaban parte de nuestro universo y con los que nos hemos estado comunicando desde junio voten en estos comicios críticos", explicó Kaine.
El ex gobernador de Virginia dijo, por lo demás, tomar "en serio" la energía del movimiento ultraconservador Tea Party, aunque señaló que, en contra de lo que pueda parecer, ese empuje beneficia a veces más a los demócratas que a los republicanos.
"Nos han ofrecido enormes oportunidades de victoria al lograr nominar a candidatos marginales", concluye Kaine, quien adelanta que ganarán escaños el 2 de noviembre que no habrían conseguido sin el Tea Party.
A sólo dos semanas de las elecciones legislativas en EE.UU., los demócratas han pedido a los votantes más tiempo y paciencia para completar el "cambio" prometido aunque reconocen que necesitarán algún aliado republicano para lograrlo.
"No podemos hacer los cambios nosotros solos", dijo en entrevista con Efe el presidente del Partido Demócrata, Tim Kaine, en referencia a algunos de los grandes temas pendientes en su agenda de gobierno como la reforma migratoria.
"Necesitamos que unos cuantos tipos con buena voluntad del otro lado trabajen con nosotros", afirmó Kaine, quien reconoció que sus enemigos políticos tienen "energía" de cara a los comicios del 2 de noviembre en los que se renovará la totalidad de la Cámara de Representantes y una tercera parte del Senado.
Los demócratas perdieron en enero la mayoría absoluta de 60 escaños en el Senado, lo que ha paralizado la reforma energética y complicado la aprobación de una reforma migratoria para solucionar la situación de los alrededor de 12 millones de indocumentados.
La "supermayoría" de 60 de 100 escaños permite superar cualquier intento de veto o de imposición de mociones dilatorias por parte de la oposición en el proceso de leyes, un arma que han utilizado los republicanos para debilitar a sus rivales.
El margen de actuación demócrata podría empeorar a partir de noviembre, según las encuestas, que adelantan que los republicanos ganarán terreno en el Senado y apuntan que tienen la posibilidad de lograr la victoria en la Cámara de Representantes.
Los expertos hablan de una "diferencia en el entusiasmo" entre las enardecidas bases republicanas y las apáticas demócratas, un drástico contraste con el ambiente de hace años, cuando los demócratas entraron triunfales en el Congreso y la Casa Blanca.
"La difícil situación económica ha generado ansiedad entre el público y el otro bando está hambriento tras haber perdido dos ciclos políticos seguidos", explica Kaine, quien sostiene que se trata de una situación común en las legislativas que se celebran cada dos años.
"Llevo en esto 17 años y las elecciones del 2008 fueron unas elecciones catárticas (...) y no se puede mantener ese tipo de entusiasmo catártico", insistió Kaine.
"Lo que hemos hecho desde entonces es lo que la gente nos pidió, tomar decisiones difíciles y darle otra vez la vuelta a la marcha de la economía", añadió el responsable demócrata, quien dice que la decisión ahora está entre seguir mejorando o volver a la "década perdida" de George W. Bush.
Aseguró, por lo demás, que han cerrado ya parte de la brecha con los republicanos y que redoblarán los esfuerzos en esta recta final de campaña.
"El presidente y la primera dama y el vicepresidente están muy involucrados viajando para participar en mítines e infundir energía a los votantes y también aparecer con los candidatos", dijo Kaine.
"Y cuando el presidente está en campaña la gente todavía está muy entusiasmada con él", subrayó.
El Partido Demócrata, por su parte, ha desplegado los tentáculos de Organizing for America, el brazo de movilización de bases del Comité Nacional Demócrata que lo ayudó a ganar en 2008.
"Tenemos a unos 350 empleados más o menos en todos los 50 estados que están trabajando con millones de voluntarios para que se involucren en las legislativas", dijo Kaine.
Organizing for America comenzó a trabajar en la movilización de votantes en abril y en junio iniciaron una campaña puerta a puerta para llegar directamente a los votantes sobre todo a los que acudieron por primera vez a las urnas el 2008.
"El objetivo entre ahora y el día de las elecciones es lograr que todos esos votantes que formaban parte de nuestro universo y con los que nos hemos estado comunicando desde junio voten en estos comicios críticos", explicó Kaine.
El ex gobernador de Virginia dijo, por lo demás, tomar "en serio" la energía del movimiento ultraconservador Tea Party, aunque señaló que, en contra de lo que pueda parecer, ese empuje beneficia a veces más a los demócratas que a los republicanos.
"Nos han ofrecido enormes oportunidades de victoria al lograr nominar a candidatos marginales", concluye Kaine, quien adelanta que ganarán escaños el 2 de noviembre que no habrían conseguido sin el Tea Party.