La economía de Brasil crecerá un 7,5 por ciento en 2010, según el FMI

Washington, Agencias
La economía brasileña seguirá siendo el principal motor de la recuperación en Latinoamérica en 2010, cuando crecerá un 7,5%, mientras que en 2011 se ralentizará hasta el 4,1%, según estimó hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En su informe semestral "Perspectivas Económicas Mundiales" publicado hoy, el FMI mejora las previsiones de crecimiento del país suramericano para este año, que superan en 4 décimas a las calculadas en julio (7,1%), cuando el organismo efectuó una revisión al alza del auge que había pronosticado en abril (5,5%).

En cambio, el crecimiento previsto para 2011, de un 4,1%, es una décima inferior al proyectado en abril.

La economía de Brasil creció un 5,1% en 2008 y se contrajo un 0,2% en 2009, según las cifras del Fondo.

El FMI destacó la "robusta recuperación" registrada en el bloque de países que lideran el crecimiento en Latinoamérica, encabezado por Brasil y formado también por Chile, Colombia y Perú.

Atribuye esa recuperación a las "impresionantes mejoras" en las políticas macroeconómicas a lo largo de las dos últimas décadas, además de a una política monetaria flexible, al fácil acceso a la financiación externa y a los elevados precios de las materias primas.

El organismo también rebaja su pronóstico de aumento del IPC del país, que crecerá un 5% en 2010 -4 décimas menos de lo calculado en julio- un 4,6% en 2011.

En cuanto al desempleo, los expertos del Fondo prevén que el índice será del 7,2% este año y del 7,5% el año siguiente.

Sin embargo, la cuenta corriente brasileña seguirá acumulando un déficit del 2,6% del PIB en 2010, y del 3% en 2011, en contraste con los balances positivos de algunos de sus vecinos de la región, como Argentina, Venezuela y Bolivia.

Para minimizar los riesgos de sobrevaloración de la divisa, el organismo dirigido por Dominique Strauss-Khan recomienda una mayor austeridad fiscal en el país, que también ayudará a reducir "la vulnerabilidad derivada de la deuda pública".

En una rueda de prensa posterior a la presentación del informe, el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, indicó que Brasil, como otros países emergentes, deben buscar el reequilibrio externo, dejando que sus monedas se aprecien frente a las de los países desarrollados.

Los crecientes flujos de capital que están recibiendo los países emergentes, como Brasil, tienden a reequilibrar la situación, pues ejercen presión para que se aprecien sus monedas.

En este sentido, Blanchard alertó del peligro de que los países "cierren la puerta" o pongan controles a la entrada de capital para evitar la apreciación de su moneda.

Más bien, dijo el economista jefe, lo recomendable para Brasil y para otros países es que "dirijan estos flujos hacía donde sea más útil, para asegurarse que no provocan la creación de una burbuja, de una burbuja financiera, como hemos visto en el pasado".

Brasil dio luz verde la semana pasada a una medida para aumentar al cuatro por ciento el impuesto que aplica a los inversores extranjeros que compran bonos locales con el fin de intentar frenar el empuje de su moneda.

Otra de las economistas del FMI, Rupa Dutta Gupta, añadió que otra de las medidas que ayudaría a Brasil a evitar el recalentamiento sería reducir el gasto publico, lo que "quitaría presión (al banco central) para subir los tipos de interés, y también a contener la presión sobre la divisa".

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