Fusiladas dos adolescentes por un grupo ligado a Al Qaeda en el centro de Somalia
Baladweyne, Agencias
Dos adolescentes fueron ejecutadas en el centro de Somalia por milicianos de Al Shabab, grupo ligado a Al Qaeda, que las acusó de espionaje, mientras sus familiares lo negaron y dijeron a Efe que fue una venganza por negarse a casarse con miembros extranjeros de esa guerrilla.
Un pelotón de diez milicianos fusiló a las dos jóvenes, de 14 y 16 años, en la ciudad de Baladweyne frente a cientos de personas forzadas a acudir al lugar por Al Shabab, en las primeras ejecuciones de mujeres acusadas de espionaje llevadas a cabo por este grupo.
Yusuf Ali Ugas, el individuo constituido en juez por Al Shabab, dijo a los reunidos que las dos mujeres espiaban para el Gobierno Federal Transitorio, reconocido por la comunidad internacional, y que por eso las había condenado a muerte.
"Las dos mujeres espiaban para el enemigo, fueron capturadas en la línea del frente, también confesaron su delito y las hemos condenado a morir frente a un pelotón de fusilamiento", dijo Ugas, quien aseguró que ejecutarán a cualquiera que se les enfrente en su "yihad" (guerra santa islámica).
Abdiyo Jama, tía de una de las menores, rechazó las acusaciones hechas por Al Shabab y aseguró que las niñas fueron ejecutadas por negarse al matrimonio forzado con miembros extranjeros de la milicia: "Mi sobrina, Ayan Mohamed Jama, tenía 16 años, la mataron y no era una espía, sólo se negó a casarse forzada por Al Shabab".
"Ayan y una vecina, de 14 años, fueron secuestradas por Al Shabab hace pocos días. Querían casarlas con extranjeros y han perdido la vida por negarse a casarse con ellos", explicó a Efe Abdiyo.
Salad Gutale, testigo del fusilamiento, dijo a Efe que las dos menores "eran demasiado jóvenes y las presentaron con los ojos vendados y encadenadas".
"Lloraban suplicando por sus vidas y pidiendo a los asistentes que las ayudaran", agregó Gutale.
Por su parte, el Gobierno Transitorio ha condenado estas ejecuciones y las ha calificado de crímenes contra la humanidad en un comunicado del Ministerio de Información difundido hoy en Mogadiscio.
"El castigo a las dos adolescentes en Baladweyne va contra el Islám y es una acción contra la humanidad", señala la nota.
Previamente, Al Shabab ha ejecutado a hombres acusados de espionaje, incluido algún ciudadano etíope, pero esta es la primera vez que fusilan a mujeres por ese cargo.
En 2008, los milicianos de Al Shabab lapidaron en Kismayo, en el sur del país, a una niña de 13 años, Asha Dhuhulow, a la que acusaron de adulterio, aunque los familiares negaron tajantemente las acusaciones, y también han cortado extremidades a otros hombres y mujeres.
Al Shabab, con el apoyo de cientos de combatientes extranjeros de Al Qaeda, lucha para derrocar al Gobierno Transitorio, encabezado por el integrista relativamente moderado Sharif Sheikh Ahmed, al que respaldan Naciones Unidas y la Unión Africana (UA), que tiene 7.200 soldados en su Misión para Somalia (AMISOM).
Los radicales de Al Shabab pretenden crear en el cuerno de África un estado musulmán radical de corte wahabí.
Desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, Somalia vive en el caos, sin un Gobierno efectivo, y con su territorio dividido y controlado por señores de la guerra que encabezan milicias tribales, grupos islámicos e incluso grupos de bandidos.
Dos adolescentes fueron ejecutadas en el centro de Somalia por milicianos de Al Shabab, grupo ligado a Al Qaeda, que las acusó de espionaje, mientras sus familiares lo negaron y dijeron a Efe que fue una venganza por negarse a casarse con miembros extranjeros de esa guerrilla.
Un pelotón de diez milicianos fusiló a las dos jóvenes, de 14 y 16 años, en la ciudad de Baladweyne frente a cientos de personas forzadas a acudir al lugar por Al Shabab, en las primeras ejecuciones de mujeres acusadas de espionaje llevadas a cabo por este grupo.
Yusuf Ali Ugas, el individuo constituido en juez por Al Shabab, dijo a los reunidos que las dos mujeres espiaban para el Gobierno Federal Transitorio, reconocido por la comunidad internacional, y que por eso las había condenado a muerte.
"Las dos mujeres espiaban para el enemigo, fueron capturadas en la línea del frente, también confesaron su delito y las hemos condenado a morir frente a un pelotón de fusilamiento", dijo Ugas, quien aseguró que ejecutarán a cualquiera que se les enfrente en su "yihad" (guerra santa islámica).
Abdiyo Jama, tía de una de las menores, rechazó las acusaciones hechas por Al Shabab y aseguró que las niñas fueron ejecutadas por negarse al matrimonio forzado con miembros extranjeros de la milicia: "Mi sobrina, Ayan Mohamed Jama, tenía 16 años, la mataron y no era una espía, sólo se negó a casarse forzada por Al Shabab".
"Ayan y una vecina, de 14 años, fueron secuestradas por Al Shabab hace pocos días. Querían casarlas con extranjeros y han perdido la vida por negarse a casarse con ellos", explicó a Efe Abdiyo.
Salad Gutale, testigo del fusilamiento, dijo a Efe que las dos menores "eran demasiado jóvenes y las presentaron con los ojos vendados y encadenadas".
"Lloraban suplicando por sus vidas y pidiendo a los asistentes que las ayudaran", agregó Gutale.
Por su parte, el Gobierno Transitorio ha condenado estas ejecuciones y las ha calificado de crímenes contra la humanidad en un comunicado del Ministerio de Información difundido hoy en Mogadiscio.
"El castigo a las dos adolescentes en Baladweyne va contra el Islám y es una acción contra la humanidad", señala la nota.
Previamente, Al Shabab ha ejecutado a hombres acusados de espionaje, incluido algún ciudadano etíope, pero esta es la primera vez que fusilan a mujeres por ese cargo.
En 2008, los milicianos de Al Shabab lapidaron en Kismayo, en el sur del país, a una niña de 13 años, Asha Dhuhulow, a la que acusaron de adulterio, aunque los familiares negaron tajantemente las acusaciones, y también han cortado extremidades a otros hombres y mujeres.
Al Shabab, con el apoyo de cientos de combatientes extranjeros de Al Qaeda, lucha para derrocar al Gobierno Transitorio, encabezado por el integrista relativamente moderado Sharif Sheikh Ahmed, al que respaldan Naciones Unidas y la Unión Africana (UA), que tiene 7.200 soldados en su Misión para Somalia (AMISOM).
Los radicales de Al Shabab pretenden crear en el cuerno de África un estado musulmán radical de corte wahabí.
Desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, Somalia vive en el caos, sin un Gobierno efectivo, y con su territorio dividido y controlado por señores de la guerra que encabezan milicias tribales, grupos islámicos e incluso grupos de bandidos.