California se prepara para un sismo de gran magnitud
Los Ángeles, Agencias
Más de siete millones de californianos participaron hoy en el simulacro de terremoto conocido como "Shake Out", en preparación para el sismo de gran magnitud, que se estima sacudirá la región en los próximos 30 años.
Organizado por la Alianza Nacional de Terremotos, que agrupa a varias organizaciones geológicas y de emergencia, el ejercicio se llevó a cabo con el fin de promover las instrucciones "Agáchese, Cúbrase, y Agárrese" que son los pasos que recomendados por las autoridades durante un gran movimiento telúrico.
Escuelas primarias y secundarias, hospitales, empresas y hogares de todo el estado examinaron además qué tan preparados están los servicios de emergencia ante un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter.
Alrededor de 300 alumnos de la Escuela Secundaria Providence, en la localidad de Burbank, se escondieron bajo sus escritorios durante el minuto aproximado del simulacro, y ante la presencia de los medios de comunicación.
Entre tanto, los servicios de emergencia del Centro Médico Providence San Joseph, contiguo a las instalaciones escolares, recibían docenas de jóvenes con heridas simuladas y los atendían en tiendas de campaña instaladas en sus estacionamientos.
"Pienso que nunca estamos preparados, porque no sabemos lo que va a pasar, siempre la gente reacciona diferente en la situación real, pero estamos haciendo lo posible para prepararnos", dijo Jenny Franco, estudiante del North Valley Occupational Center y quien participó como una de las víctimas del ejercicio.
Al mismo tiempo, un contenedor diseñado como simulador de terremotos, conocido como el "Big Shaker" (Gran Sacudidor) recibía pequeños grupos que se acomodaban en la réplica de la sala de una casa común y corriente, para sentir lo que realmente pasa durante un seísmo de gran escala.
Las autoridades explican que según un reciente estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), la mayoría de quienes habitan el sur del estado se encuentran en una zona de alto riesgo y no han hecho los preparativos necesarios.
"Hay que tener un plan familiar, qué van a hacer las escuelas de los niños, dónde se van a reunir por si acaso no se puede entrar al vecindario, tener lugares para encontrarnos, contactos fuera del área o del estado y cómo vamos a avisar que estamos bien", explicó Christian Ipsen, coordinador de emergencias de la ciudad de Los Ángeles.
Para Ipsen, la mejor estrategia en un lugar como California, en donde altos estándares regulan los códigos de construcción es protegerse las zonas vitales ante la caída de piezas y objetos.
Al evento de la escuela Providence también asistió una comitiva chilena, conformada por miembros de las fuerzas armadas y los cuerpos de emergencia de ese país, responsables de la atención a las víctima de los frecuentes movimientos telúricos que impactan esa región.
"Tenemos la experiencia de que estos ejercicios ayudan a los estudiantes, ya que pudiendo salvar una sola vida se justifican... en Chile lo practicamos muchísimo y la repetición es lo que nos hará en un momento de realidad, actuar instintivamente. Esto se debe hacer todo el tiempo", dijo el coronel Roberto Guillard.
Según los organizadores del evento, los principales efectos luego de un sismo son la falta de agua, los estragos causados por los incendios y la cantidad de heridos que ocasiona el desconocimiento de lo que se debe hacer cuando comienza a temblar.
"La gente muere porque corre", dice Lucy Jones, funcionaria del servicio geológico de California.
El ejercicio cumplió su tercer año consecutivo en California y ahora se realiza en otros países, así como en otros ocho estados del país.
Más de siete millones de californianos participaron hoy en el simulacro de terremoto conocido como "Shake Out", en preparación para el sismo de gran magnitud, que se estima sacudirá la región en los próximos 30 años.
Organizado por la Alianza Nacional de Terremotos, que agrupa a varias organizaciones geológicas y de emergencia, el ejercicio se llevó a cabo con el fin de promover las instrucciones "Agáchese, Cúbrase, y Agárrese" que son los pasos que recomendados por las autoridades durante un gran movimiento telúrico.
Escuelas primarias y secundarias, hospitales, empresas y hogares de todo el estado examinaron además qué tan preparados están los servicios de emergencia ante un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter.
Alrededor de 300 alumnos de la Escuela Secundaria Providence, en la localidad de Burbank, se escondieron bajo sus escritorios durante el minuto aproximado del simulacro, y ante la presencia de los medios de comunicación.
Entre tanto, los servicios de emergencia del Centro Médico Providence San Joseph, contiguo a las instalaciones escolares, recibían docenas de jóvenes con heridas simuladas y los atendían en tiendas de campaña instaladas en sus estacionamientos.
"Pienso que nunca estamos preparados, porque no sabemos lo que va a pasar, siempre la gente reacciona diferente en la situación real, pero estamos haciendo lo posible para prepararnos", dijo Jenny Franco, estudiante del North Valley Occupational Center y quien participó como una de las víctimas del ejercicio.
Al mismo tiempo, un contenedor diseñado como simulador de terremotos, conocido como el "Big Shaker" (Gran Sacudidor) recibía pequeños grupos que se acomodaban en la réplica de la sala de una casa común y corriente, para sentir lo que realmente pasa durante un seísmo de gran escala.
Las autoridades explican que según un reciente estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), la mayoría de quienes habitan el sur del estado se encuentran en una zona de alto riesgo y no han hecho los preparativos necesarios.
"Hay que tener un plan familiar, qué van a hacer las escuelas de los niños, dónde se van a reunir por si acaso no se puede entrar al vecindario, tener lugares para encontrarnos, contactos fuera del área o del estado y cómo vamos a avisar que estamos bien", explicó Christian Ipsen, coordinador de emergencias de la ciudad de Los Ángeles.
Para Ipsen, la mejor estrategia en un lugar como California, en donde altos estándares regulan los códigos de construcción es protegerse las zonas vitales ante la caída de piezas y objetos.
Al evento de la escuela Providence también asistió una comitiva chilena, conformada por miembros de las fuerzas armadas y los cuerpos de emergencia de ese país, responsables de la atención a las víctima de los frecuentes movimientos telúricos que impactan esa región.
"Tenemos la experiencia de que estos ejercicios ayudan a los estudiantes, ya que pudiendo salvar una sola vida se justifican... en Chile lo practicamos muchísimo y la repetición es lo que nos hará en un momento de realidad, actuar instintivamente. Esto se debe hacer todo el tiempo", dijo el coronel Roberto Guillard.
Según los organizadores del evento, los principales efectos luego de un sismo son la falta de agua, los estragos causados por los incendios y la cantidad de heridos que ocasiona el desconocimiento de lo que se debe hacer cuando comienza a temblar.
"La gente muere porque corre", dice Lucy Jones, funcionaria del servicio geológico de California.
El ejercicio cumplió su tercer año consecutivo en California y ahora se realiza en otros países, así como en otros ocho estados del país.