Berlusconi y otros dirigentes de Mediaset, investigados en Italia por fraude fiscal
Roma, Agencias
El presidente del Gobierno de Italia, Silvio Berlusconi, su hijo Piersilvio y otros dirigentes del coloso televisivo Mediaset están siendo investigados por la Fiscalía de Roma por un supuesto delito de fraude fiscal, confirmaron hoy los abogados del mandatario.
Tanto Berlusconi como su hijo Piersilvio han sido convocados el 26 de octubre ante la fiscalía romana para responder a dichas acusaciones, informan los medios de comunicación italianos, que aseguran que será difícil que ambos comparezcan.
La fiscalía de Roma abrió la investigación por un supuesto delito de evasión fiscal en los ejercicios de 2003 y 2004 de la sociedad Redes Televisivas Italianas (RTI), controlada por Mediaset, propiedad de la familia Berlusconi y que en esos años tenía sede en la capital italiana.
Según los medios italianos, se trata de un presunto fraude fiscal de diez millones de euros.
La nueva pesquisa surge de las investigaciones conducidas por la Fiscalía de Milán sobre las ilegalidades cometidas por Mediaset en la compraventa de los derechos de transmisión de películas estadounidenses, bajo la sospecha de un aumento artificial del precio real de éstos para evadir dinero al fisco y desviarlo a cuentas en el extranjero.
Según la convocatoria a comparecer emitida por la Fiscalía de Roma, Berlusconi habría dado "directivas" con el fin de mantener las "relaciones de negocios" con el productor estadounidense Frank Agrama en la "ficticia intermediación" de la compraventa de derechos televisivos y cinematográficos.
Agrama y su empresa Wiltshire son considerados por los investigadores milaneses como los intermediarios a través de los que supuestamente el grupo de Berlusconi, con su filial Mediatrade, compró los derechos de las películas estadounidenses.
El abogado de Berlusconi, el diputado Niccolo Ghedini, confirmó en una nota la investigación y añadió que "no se sustenta, ya que las acusaciones son prácticamente idénticas a las que ya se investigan en la fiscalía de Milán, sólo que durante años diferentes".
Subrayó que las pesquisas servirán para "evidenciar cómo los precios de los derechos televisivos eran absolutamente adecuados y fueron comprados por sociedades totalmente ajenas a Berlusconi y a Piersilvio Berlusconi, por lo que se espera que en breve quede todo archivado".
De la investigación milanesa ha surgido este nuevo supuesto fraude fiscal en Redes Televisivas Italianas (RTI), pero como tenía sede en Roma se ha decidido trasladar la documentación a la fiscalía de la capital italiana.
Además de Berlusconi y de su hijo, están siendo investigados el presidente del coloso televisivo, Fedele Confalonieri, el empresario Frank Agrama y otra decena de personas.
La petición a Berlusconi de comparecer es fundamental para que el delito no prescriba en las próximas semanas, ya que en caso de que no se produzcan novedades en la investigación, como sería la declaración del mandatario, la acusación quedaría anulada al haber pasado un máximo de siete años y medio.
El juicio en Milán sobre el caso Mediaset está suspendido en espera de que el Tribunal Constitucional se exprese el próximo 14 de diciembre sobre la ley del "legítimo impedimento", que permite al presidente del Gobierno y los ministros ausentarse de cualquier proceso.
Por este mismo motivo, también está suspendido el juicio sobre el caso Mills, en el que Berlusconi se enfrenta a la acusación de corrupción de jueces.
Asimismo, la audiencia preliminar del pasado 24 de junio en la que se tenía que decidir si enjuiciar a Silvio Berlusconi por el caso Mediatrade fue suspendida, en espera de la decisión del Constitucional.
El presidente del Gobierno de Italia, Silvio Berlusconi, su hijo Piersilvio y otros dirigentes del coloso televisivo Mediaset están siendo investigados por la Fiscalía de Roma por un supuesto delito de fraude fiscal, confirmaron hoy los abogados del mandatario.
Tanto Berlusconi como su hijo Piersilvio han sido convocados el 26 de octubre ante la fiscalía romana para responder a dichas acusaciones, informan los medios de comunicación italianos, que aseguran que será difícil que ambos comparezcan.
La fiscalía de Roma abrió la investigación por un supuesto delito de evasión fiscal en los ejercicios de 2003 y 2004 de la sociedad Redes Televisivas Italianas (RTI), controlada por Mediaset, propiedad de la familia Berlusconi y que en esos años tenía sede en la capital italiana.
Según los medios italianos, se trata de un presunto fraude fiscal de diez millones de euros.
La nueva pesquisa surge de las investigaciones conducidas por la Fiscalía de Milán sobre las ilegalidades cometidas por Mediaset en la compraventa de los derechos de transmisión de películas estadounidenses, bajo la sospecha de un aumento artificial del precio real de éstos para evadir dinero al fisco y desviarlo a cuentas en el extranjero.
Según la convocatoria a comparecer emitida por la Fiscalía de Roma, Berlusconi habría dado "directivas" con el fin de mantener las "relaciones de negocios" con el productor estadounidense Frank Agrama en la "ficticia intermediación" de la compraventa de derechos televisivos y cinematográficos.
Agrama y su empresa Wiltshire son considerados por los investigadores milaneses como los intermediarios a través de los que supuestamente el grupo de Berlusconi, con su filial Mediatrade, compró los derechos de las películas estadounidenses.
El abogado de Berlusconi, el diputado Niccolo Ghedini, confirmó en una nota la investigación y añadió que "no se sustenta, ya que las acusaciones son prácticamente idénticas a las que ya se investigan en la fiscalía de Milán, sólo que durante años diferentes".
Subrayó que las pesquisas servirán para "evidenciar cómo los precios de los derechos televisivos eran absolutamente adecuados y fueron comprados por sociedades totalmente ajenas a Berlusconi y a Piersilvio Berlusconi, por lo que se espera que en breve quede todo archivado".
De la investigación milanesa ha surgido este nuevo supuesto fraude fiscal en Redes Televisivas Italianas (RTI), pero como tenía sede en Roma se ha decidido trasladar la documentación a la fiscalía de la capital italiana.
Además de Berlusconi y de su hijo, están siendo investigados el presidente del coloso televisivo, Fedele Confalonieri, el empresario Frank Agrama y otra decena de personas.
La petición a Berlusconi de comparecer es fundamental para que el delito no prescriba en las próximas semanas, ya que en caso de que no se produzcan novedades en la investigación, como sería la declaración del mandatario, la acusación quedaría anulada al haber pasado un máximo de siete años y medio.
El juicio en Milán sobre el caso Mediaset está suspendido en espera de que el Tribunal Constitucional se exprese el próximo 14 de diciembre sobre la ley del "legítimo impedimento", que permite al presidente del Gobierno y los ministros ausentarse de cualquier proceso.
Por este mismo motivo, también está suspendido el juicio sobre el caso Mills, en el que Berlusconi se enfrenta a la acusación de corrupción de jueces.
Asimismo, la audiencia preliminar del pasado 24 de junio en la que se tenía que decidir si enjuiciar a Silvio Berlusconi por el caso Mediatrade fue suspendida, en espera de la decisión del Constitucional.