US Open: Nadal y Federer buscan la gran final
Nueva York, Agencias
Llegó el turno de las semifinales, ya con mucha más adrenalina en juego. El español Rafael Nadal, N° 1 del mundo, enfrenta al ruso Mikhail Youzhny (12° preclasificado) y el suizo Roger Federer (2°) al serbio Novak Djokovic (3°) en el US Open, el último Grand Slam de 2010.
Nadal ni se percata de sus genialidades, dejándose sorprender por el furor que ocasionó un golpe que un comentarista de televisión tildó como "la ruleta del matador". El golpe fue una volea con la raqueta a ras del cemento del estadio Arthur Ashe, dándose una vuelta de 360 grados hacia el frente.
"Tampoco lo he visto tan especial", dijo el español. "La pelota me quedó atrás y la única forma de salvarla era hacer el giro", agregó el zurdo de Manacor.
Una sencilla explicación por parte del número uno del mundo sobre una de las postales de este Abierto de Estados Unidos. También tiene otra para justificar el porqué el torneo es el único Grand Slam que no ha ganado.
En 2008, Nadal dice que "estaba listo para hacer algo muy importante aquí... pero mentalmente, estaba destruido" al llegar a las semifinales. Al año siguiente, afirma que fue un logro simplemente alcanzar las semifinales en Flushing Meadows, tomando en cuenta que jugaba con una rotura de 2,5 centímetros en el músculo abdominal.
Pero este año, Nadal asegura que las cosas son distintas. Está bien de cuerpo y mente al encarar las semifinales del sábado contra Youzhny, en busca de la única final de un Grand Slam que jamás disputó. Y su posible rival por el título es su eterno némesis, Federer, quien enfrentará a Djokovic por el otro boleto.
"El año pasado estaba en semis y era casi un milagro", dijo Nadal sobre enfrentar a Juan Martín del Potro en esa ronda con su dolencia en los abdominales. "Este año pues no ha sido así. Cuando llegas con condiciones óptimas, la perspectiva cambia. Estoy feliz porque todo está funcionado bien a nivel físico. Sin salud no puedes optar a nada y con ella al menos puedes".
Nadal desembarca en el fin de semana con un nivel que roza la perfección, sin haber perdido ninguno de los 15 sets que ha disputado. No fue hasta el duelo contra su compatriota Fernando Verdasco, en los cuartos de final, cuando sufrió su primer quiebre de servicio.
Verdasco le quebró el saque en el tercer game del primer parcial, pero no dispuso de otra oportunidad. Simplemente fenómeno: Nadal ha ganado 76 de los 77 games en los que ha sacado.
"Siempre se puede criticar, porque evidentemente jugar perfecto es prácticamente imposible", valoró Nadal sobre su campaña hasta ahora. "La verdad no puedo criticarme nada porque llegué al torneo sin jugar a mi mejor nivel y con un buen esfuerzo mental y tenístico creo que he cambiado la situación".
"No perder un set es realmente bueno. Ahora me toca subir un pelín (poquito) más para lo que queda, que es lo más difícil".
Lo que resta comienza con una cita con Youzhny, con quien perdió en los cuartos de final del US Open de 2006. El historial favorece 7-4 a Nadal.
Youzhny se entusiasma con la idea de convertirse en el villano que impida concretar la que sería la primera definición Nadal-Federer en la Gran Manzana. "Estoy listo para ser el villano. Me encantaría ser el villano en este caso", dijo el ruso.
Pero se enfrenta con un Nadal a las puertas de algo realmente histórico. A sus 24 años, sería el jugador más joven en completar el Grand Slam de títulos, sumando el trofeo del US Open a los que ya ganó en el Abierto de Francia (5), Wimbledon (2) y Australia (1).
Si lo hace, Nadal añadirá su nombre a un grupo selecto que incluye a Fred Perry, Don Budge, Rod Laver, Roy Emerson, Andre Agassi y Roger Federer. También acompañaría a Agassi, al incluir un título (medalla de oro) en los Juegos Olímpicos.
El español, sin embargo, prefiere pasarle el favoritismo a Federer: "Es lo lógico. Aquí ha sido campeón cinco veces y lleva seis finales consecutivas. Nadie duda de eso. Le encanta jugar aquí".
Para alcanzar la final, Federer tendrá que vérselas por tercera ocasión consecutiva con Djokovic, a quien le ganó en la misma instancia en los dos años anteriores, además de la final de 2007. Federer domina 10-5 en el historial.
"Nadie sabe qué puede pasar", advirtió Djokovic, campeón del Abierto de Australia 2008. "Prefiero no pensar en esas derrotas los tres últimos años porque todas fueron muy reñidas", contó.