Tokio cede a las presiones de Pekín y libera al marinero chino

Tokio, Agencias
Japón cedió hoy a las presiones de Pekín y anunció la liberación del capitán de un pesquero chino detenido hace dos semanas, en un incidente que ha tensado al máximo los difíciles lazos diplomáticos entre los dos vecinos asiáticos.

La Fiscalía de Naha, en Okinawa (sur), anunció hoy la liberación del capitán Zhang Qixiong, de 41 años, "en consideración", dijo, a los lazos con China, que ha recibido la noticia con frialdad y ha insistido en que la detención ha sido "ilegal".

El capitán chino y su tripulación faenaban el 7 de septiembre en aguas de las disputadas islas Senkaku (Diaoyu en China), en el Mar de China Oriental, cuando la Guardia Costera nipona inició una persecución para interrogarlos, que desembocó en la colisión del pesquero con dos patrulleras japonesas.

En el lecho marino cercano a este diminuto y codiciado archipiélago se encuentran importantes reservas de petróleo y gas natural, que Japón, China y Taiwán quieren explotar.

Pocos días después del incidente, las autoridades niponas liberaron a los 14 tripulantes del pesquero chino pero mantuvieron bajo arrestó al capitán ante la sospecha de que hubiese provocado deliberadamente el choque, que pese a no ocasionar daños graves o heridos volvió a abrir viejas enemistades entre ambos países.

La Fiscalía japonesa consideró hoy "obvio" que Zhang colisionó deliberadamente contra las patrulleras y recordó que, aunque sea liberado, aún pueden presentarse cargos contra él como responsable del incidente y por pesca ilegal.

Pekín, por su parte, se limitó a señalar que las autoridades chinas se ocuparán de llevar a Zhang de vuelta a casa e insistió en que "cualquiera de los supuestos procedimientos judiciales tomados por Japón contra el capitán chino es ilegal e inválido".

La liberación del capitán se produce después de dos semanas de fuertes presiones a Japón del gigante chino, que presentó varias protestas ante el embajador nipón en China.

En Nueva York, donde esta semana se celebra la Asamblea General de las Naciones Unidas, fue uno de los temas centrales de la reunión entre el primer ministro nipón, Naoto Kan, y el presidente estadounidense, Barack Obama.

El arresto de Zhang, un revés para las difíciles relaciones entre la segunda y la tercera economía mundial, llevó a China a suspender los contactos de alto nivel con Tokio y exigir a través del primer ministro chino, Wen Jiabao, la liberación "inmediata y sin condiciones" del capitán.

En medio de la tensión, China confirmó hoy que el pasado lunes detuvo a cuatro japoneses y los está interrogando por supuesta entrada ilegal en una zona militar para grabar imágenes, en una aparente represalia contra Tokio.

Por el momento Japón intenta reunir información para acelerar la liberación de estos ciudadanos, que trabajaban para una constructora nipona en la preparación de un proyecto de gestión de residuos químicos.

Las últimas dos semanas de tensión han afectado además a programas estudiantiles, reuniones de empresarios e incluso a la giras musicales.

China ha detenido algunas exportaciones de metales raros a Japón, vitales para la industria electrónica y automovilística nipona, según informó hoy televisión NHK, que cita fuentes de compañías del sector.

La televisión estatal nipona indicó que los procedimientos de exportación en las aduanas chinas de este tipo de metales se encuentran detenidos en centros logísticos como el de Shenzhen (Cantón, sur de China) desde el martes.

El portavoz del Gobierno nipón, Yoshito Sengoku, dijo hoy que no han podido confirmar si Pekín ha impuesto un embargo en la exportación de algunas de estas materias primas.

la tensión ha motivado manifestaciones en las calles en China y hasta sabotajes a algunas páginas de internet japonesas, según la televisión NHK, con mensajes que incluían viejas reivindicaciones territoriales y el constante recuerdo de las atrocidades cometidas por el Ejército nipón durante la II Guerra Mundial.

Para Japón las relaciones con China son cruciales, ya que entre otras cosas se ha convertido en su mayor socio comercial, por delante de Estados Unidos.

Desde que ganó las elecciones en agosto del año pasado, el Partido Democrático japonés ha reiterado que el fortalecimiento de los lazos con Pekín es una de sus prioridades.

Japón recibe cada año más turistas chinos con un importante poder adquisitivo, que los ha convertido en los principales compradores del lujo en barrios como el exclusivo Ginza, en Tokio.

Y China es además un destino prioritario para las exportaciones de vehículos, maquinaria y electrónica para las multinacionales niponas, que se han recuperado en gran parte por el tirón del potente crecimiento chino.

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