Obama insta a Israel y Palestina a "aprovechar esta oportunidad" para la paz
David Alandete, El País
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha marcado esta noche el reinicio formal de las negociaciones de paz en Oriente Próximo con dos reuniones, por separado, con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y un discurso en el jardín de la Casa Blanca en el que ha reiterado su apoyo a la creación de un Estado palestino y a la retirada israelí de los territorios ocupados en 1967 y en el que reafirmó el compromiso de su Gobierno con la seguridad de Israel. "Debemos aprovechar esta oportunidad", dijo el presidente. "Años de desconfianza no se solucionarán de la noche a la mañana. (...) Pero la situación actual es insostenible para Israel, para Palestina, para la región y para el resto del mundo".
Este jueves, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, tutelará en Washington el reinicio del proceso de paz, congelado durante los pasados 20 meses. "Nuestro objetivo es un acuerdo definitivo entre ambas partes que ponga fin a la ocupación iniciada en 1967 y que permita la creación de un Estado palestino democrático viable, que conviva en paz con un Estado judío de Israel y con el resto de vecinos", dijo el presidente en su discurso, tras el que ha celebrado una cena conjunta con Abbas; Netanyahu; el rey jordano, Abdalá II; el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el representante oficial del Cuarteto en Oriente Próximo, Tony Blair, como antesala de la reanudación del proceso de paz.
"Presidente Abbas, usted es mi aliado en la paz", ha dicho Netanyahu en un discurso previo a la cena. De hecho, el primer ministro israelí ha hablado de paz en numerosas ocasiones: "No he venido a crear un periodo de calma entre dos guerras, he venido a hacer la paz. Todos perdemos si no hay paz. (...) No tengo duda de que la paz es posible. Presidente Abbas, no podemos borrar el pasado, pero tenemos el poder de cambiar el futuro".
Por su parte, Abbas ha respondido en otro discurso que no quiere "que se vierta más sangre israelí". "Deseo que los dos países tengamos una vida normal, como aliados en una paz duradera, que ponga punto y final a este largo periodo de sufrimiento". Así condenaba, enfáticamente, el asesinato de cuatro colonos judíos, el martes, por parte de las Brigadas Al Qassam, el brazo armado de Hamás, y otro tiroteo ocurrido ayer en Cisjordania.
Tensión en Cisjordania
Los principales escollos que dificultaban las negociaciones entre ambas delegaciones son, por un lado, esos atentados esos atentados contra colonos y, por otro, el final previsto de la moratoria de 10 meses impuesta por Netanyahu sobre la construcción de nuevos asentamientos judíos en territorio palestino ocupado desde 1967. Ese plazo acaba el próximo 26 de septiembre y los palestinos exigen una prórroga para poder seguir con las negociaciones, que la Casa Blanca espera que se prolonguen durante un encuentro en Egipto a mediados de mes y simultáneamente a la Asamblea General de la ONU, a partir del próximo día 23.
Hamás ha intentado dificultar el arranque de las negociaciones con el asesinato a tiros, el martes, de cuatro colonos israelíes en Cisjordania. El ataque palestino más grave de los dos últimos años. Un día después, mientras se producían los primeros contactos en Washington, otros dos israelíes resultaban heridos en un nuevo tiroteo ocurrido cerca del asentamiento judío de Kochav Hashachar.
Ayer, después de una primera reunión con Netanyahu en la Casa Blanca, en la que también participó Clinton, Obama decidió comparecer ante los medios para criticar expresa y enfáticamente esta "matanza sin sentido". El presidente declaró: "El apoyo de EE UU a la seguridad de Israel es inquebrantable. Vamos a ejercer presión en contra de ese tipo de actividades terroristas. Que sirva esto de mensaje a Hamás y a todos los que reivindican esos crímenes atroces: no nos detendrán ni cejaremos en nuestro empeño de conseguir la seguridad de Israel y una paz duradera".
Netanyahu ha comunicado a los dirigentes norteamericanos que le será muy difícil prolongar la moratoria sobre nuevos asentamientos en Cisjordania. "No buscamos excusas para detener las negociaciones. Más bien al contrario, hemos venido a buscar soluciones sin condiciones previas", afirmó Netanyahu en una reunión con Hillary Clinton, en la noche del martes (madrugada en España). "No vemos razón para abandonar las negociaciones por un asunto que puede discutirse en las mismas", subrayó.
Los mandatarios palestinos llegados el martes a Washington piden la creación de un Estado autónomo conformado por Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza. Para ello exigen como precondición a las negociaciones una retirada de los colonos judíos que expanden sus asentamientos en territorio ocupado por el Ejército israelí desde la Guerra de los Seis Días, en 1967. La información sobre el atentado la recibió el presidente palestino cuando se encontraba reunido con la secretaria de Estado. Inmediatamente, Abbas condenó el ataque.
Mientras, el ministro de Defensa israelí, el laborista Ehud Barak, declaró al diario Haaretz que existían "buenas posibilidades" de alcanzar un acuerdo de paz con los palestinos, informa desde Jerusalén, Enric González. Según Barak, Israel está dispuesto a hacer "concesiones dolorosas", incluso sobre Jerusalén.
"Los barrios árabes, con unos 250.000 residentes" pasarían al Estado palestino. Acerca de la zona más crítica de la ciudad, el centro histórico que alberga lugares sagrados para las tres grandes religiones monoteístas, dijo que habría "un régimen especial para la Ciudad Vieja, el Monte de los Olivos y la Ciudadela de David".
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha marcado esta noche el reinicio formal de las negociaciones de paz en Oriente Próximo con dos reuniones, por separado, con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y un discurso en el jardín de la Casa Blanca en el que ha reiterado su apoyo a la creación de un Estado palestino y a la retirada israelí de los territorios ocupados en 1967 y en el que reafirmó el compromiso de su Gobierno con la seguridad de Israel. "Debemos aprovechar esta oportunidad", dijo el presidente. "Años de desconfianza no se solucionarán de la noche a la mañana. (...) Pero la situación actual es insostenible para Israel, para Palestina, para la región y para el resto del mundo".
Este jueves, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, tutelará en Washington el reinicio del proceso de paz, congelado durante los pasados 20 meses. "Nuestro objetivo es un acuerdo definitivo entre ambas partes que ponga fin a la ocupación iniciada en 1967 y que permita la creación de un Estado palestino democrático viable, que conviva en paz con un Estado judío de Israel y con el resto de vecinos", dijo el presidente en su discurso, tras el que ha celebrado una cena conjunta con Abbas; Netanyahu; el rey jordano, Abdalá II; el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el representante oficial del Cuarteto en Oriente Próximo, Tony Blair, como antesala de la reanudación del proceso de paz.
"Presidente Abbas, usted es mi aliado en la paz", ha dicho Netanyahu en un discurso previo a la cena. De hecho, el primer ministro israelí ha hablado de paz en numerosas ocasiones: "No he venido a crear un periodo de calma entre dos guerras, he venido a hacer la paz. Todos perdemos si no hay paz. (...) No tengo duda de que la paz es posible. Presidente Abbas, no podemos borrar el pasado, pero tenemos el poder de cambiar el futuro".
Por su parte, Abbas ha respondido en otro discurso que no quiere "que se vierta más sangre israelí". "Deseo que los dos países tengamos una vida normal, como aliados en una paz duradera, que ponga punto y final a este largo periodo de sufrimiento". Así condenaba, enfáticamente, el asesinato de cuatro colonos judíos, el martes, por parte de las Brigadas Al Qassam, el brazo armado de Hamás, y otro tiroteo ocurrido ayer en Cisjordania.
Tensión en Cisjordania
Los principales escollos que dificultaban las negociaciones entre ambas delegaciones son, por un lado, esos atentados esos atentados contra colonos y, por otro, el final previsto de la moratoria de 10 meses impuesta por Netanyahu sobre la construcción de nuevos asentamientos judíos en territorio palestino ocupado desde 1967. Ese plazo acaba el próximo 26 de septiembre y los palestinos exigen una prórroga para poder seguir con las negociaciones, que la Casa Blanca espera que se prolonguen durante un encuentro en Egipto a mediados de mes y simultáneamente a la Asamblea General de la ONU, a partir del próximo día 23.
Hamás ha intentado dificultar el arranque de las negociaciones con el asesinato a tiros, el martes, de cuatro colonos israelíes en Cisjordania. El ataque palestino más grave de los dos últimos años. Un día después, mientras se producían los primeros contactos en Washington, otros dos israelíes resultaban heridos en un nuevo tiroteo ocurrido cerca del asentamiento judío de Kochav Hashachar.
Ayer, después de una primera reunión con Netanyahu en la Casa Blanca, en la que también participó Clinton, Obama decidió comparecer ante los medios para criticar expresa y enfáticamente esta "matanza sin sentido". El presidente declaró: "El apoyo de EE UU a la seguridad de Israel es inquebrantable. Vamos a ejercer presión en contra de ese tipo de actividades terroristas. Que sirva esto de mensaje a Hamás y a todos los que reivindican esos crímenes atroces: no nos detendrán ni cejaremos en nuestro empeño de conseguir la seguridad de Israel y una paz duradera".
Netanyahu ha comunicado a los dirigentes norteamericanos que le será muy difícil prolongar la moratoria sobre nuevos asentamientos en Cisjordania. "No buscamos excusas para detener las negociaciones. Más bien al contrario, hemos venido a buscar soluciones sin condiciones previas", afirmó Netanyahu en una reunión con Hillary Clinton, en la noche del martes (madrugada en España). "No vemos razón para abandonar las negociaciones por un asunto que puede discutirse en las mismas", subrayó.
Los mandatarios palestinos llegados el martes a Washington piden la creación de un Estado autónomo conformado por Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza. Para ello exigen como precondición a las negociaciones una retirada de los colonos judíos que expanden sus asentamientos en territorio ocupado por el Ejército israelí desde la Guerra de los Seis Días, en 1967. La información sobre el atentado la recibió el presidente palestino cuando se encontraba reunido con la secretaria de Estado. Inmediatamente, Abbas condenó el ataque.
Mientras, el ministro de Defensa israelí, el laborista Ehud Barak, declaró al diario Haaretz que existían "buenas posibilidades" de alcanzar un acuerdo de paz con los palestinos, informa desde Jerusalén, Enric González. Según Barak, Israel está dispuesto a hacer "concesiones dolorosas", incluso sobre Jerusalén.
"Los barrios árabes, con unos 250.000 residentes" pasarían al Estado palestino. Acerca de la zona más crítica de la ciudad, el centro histórico que alberga lugares sagrados para las tres grandes religiones monoteístas, dijo que habría "un régimen especial para la Ciudad Vieja, el Monte de los Olivos y la Ciudadela de David".