El Consejo de Seguridad acuerda renovar su estrategia para garantizar la paz
Naciones Unidas, Agencias
Los países del Consejo de Seguridad de la ONU acordaron hoy prestar una mayor atención a la diplomacia preventiva y la resolución pacífica de conflictos para renovar su papel como principal garante de la paz internacional.
Representantes de sus 15 miembros adoptaron una declaración con ese propósito en una reunión de alto nivel del máximo órgano de seguridad internacional, encabezada por el presidente de Turquía, Abdullah Güll.
El mandatario turco, cuyo país ocupa la presidencia de turno del Consejo de Seguridad en septiembre, indicó a la conclusión del encuentro que el organismo necesita revaluar su estrategia para mantenerse vigente seis décadas después de su creación.
"Los asuntos que abordamos hoy forman parte del núcleo del mandato del Consejo de Seguridad", indicó Güll, quien se mostró complacido con el nivel de las delegaciones que asistieron a la cita.
En la misma estuvieron presentes el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, así como el presidente de Líbano, Michel Suleiman; el de Bosnia Herzegovina, Haris Silajdzic; de Austria, Heinz Fischer, y Nigeria, Goodluck Jonathan, entre otros jefes de Estado.
También participaron el primer ministro de China, Wen Jiabao, y de Japón, Naoto Kan, además de la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, y sus homólogos francés, británico y ruso.
Todas las delegaciones resaltaron el papel central que desempeña el Consejo de Seguridad de la ONU en la arquitectura de seguridad global y la necesidad de abordar con mayor urgencia fenómenos nuevos, como el uso de las violaciones en masa como arma en la República Democrática del Congo.
"El Consejo se ha equivocado en el pasado, y Bosnia Herzegovina es el caso más ilustrativo de ellos en la historia moderna", afirmó en su discurso Silajdzic, quien recordó que más de 200.000 personas perdieron la vida y unas 50.000 fueron violadas durante el conflicto que asoló su país en los años noventa.
En particular, criticó el embargo de armas que impuso el Consejo de Seguridad en su momento a Bosnia, ya que "ayudó a la ventaja militar del régimen (serbio) de Milosevic que trataba de ampliar su territorio a expensas de los estados vecinos y mediante el genocidio".
Por ello, instó al máximo órgano de la ONU a "enviar un mensaje claro a los futuros responsables de crímenes en nombre de ideologías retorcidas debe ser claro como el agua: los crímenes no os saldrán a cuenta".
El presidente libanés también fue crítico con el papel del Consejo de Seguridad en algunos conflictos regionales, particularmente en el caso de Oriente Medio y la ocupación israelí de los territorios palestinos.
Según explicó, las personas que sufren "de injusticia o las personas en territorios ocupados" se quejan de la "incapacidad del Consejo de Seguridad de implementar sus resoluciones".
También criticó la existencia de "una doble vara de medir que de alguna manera permite que Israel esté exento de responder por sus acciones".
Por su parte, el canciller brasileño, Celso Amorim, pidió un mayor papel para los diez miembros no permanentes que, junto a los cinco permanentes (EEUU, China, Francia, Rusia y Reino Unido), conforman el Consejo de Seguridad.
"No es apropiado que se les llame para simplemente ratificar decisiones que ya han sido tomadas", apuntó el jefe de la diplomacia brasileña, que también reclamó fórmulas para restringir el poder de veto de las cinco potencias.
Varias delegaciones también resaltaron la importancia de reconocer en el trabajo del Consejo los estrechos vínculos entre la seguridad y la lucha contra la pobreza, uno de los principales ingredientes de las guerras.
"Los conflictos raras veces siguen senderos claros, así que tenemos que seguir evolucionando hacia una arquitectura más ligera y flexible que nos permita ajustar nuestra respuesta a las necesidades particulares de la situación", explicó en su discurso Ban Ki-moon.
En la declaración adoptada al final de la reunión, los miembros del Consejo acordaron adoptar enfoques "mas integrales y concertados" para afrontar el riesgo que suponen el terrorismo, el crimen organizado o la proliferación nuclear, entre otros, para la paz y la seguridad del planeta.
También resaltaron el progreso logrado por Naciones Unidas en el campo de la diplomacia preventiva, la pacificación y la consolidación de la paz.
Los países del Consejo de Seguridad de la ONU acordaron hoy prestar una mayor atención a la diplomacia preventiva y la resolución pacífica de conflictos para renovar su papel como principal garante de la paz internacional.
Representantes de sus 15 miembros adoptaron una declaración con ese propósito en una reunión de alto nivel del máximo órgano de seguridad internacional, encabezada por el presidente de Turquía, Abdullah Güll.
El mandatario turco, cuyo país ocupa la presidencia de turno del Consejo de Seguridad en septiembre, indicó a la conclusión del encuentro que el organismo necesita revaluar su estrategia para mantenerse vigente seis décadas después de su creación.
"Los asuntos que abordamos hoy forman parte del núcleo del mandato del Consejo de Seguridad", indicó Güll, quien se mostró complacido con el nivel de las delegaciones que asistieron a la cita.
En la misma estuvieron presentes el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, así como el presidente de Líbano, Michel Suleiman; el de Bosnia Herzegovina, Haris Silajdzic; de Austria, Heinz Fischer, y Nigeria, Goodluck Jonathan, entre otros jefes de Estado.
También participaron el primer ministro de China, Wen Jiabao, y de Japón, Naoto Kan, además de la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, y sus homólogos francés, británico y ruso.
Todas las delegaciones resaltaron el papel central que desempeña el Consejo de Seguridad de la ONU en la arquitectura de seguridad global y la necesidad de abordar con mayor urgencia fenómenos nuevos, como el uso de las violaciones en masa como arma en la República Democrática del Congo.
"El Consejo se ha equivocado en el pasado, y Bosnia Herzegovina es el caso más ilustrativo de ellos en la historia moderna", afirmó en su discurso Silajdzic, quien recordó que más de 200.000 personas perdieron la vida y unas 50.000 fueron violadas durante el conflicto que asoló su país en los años noventa.
En particular, criticó el embargo de armas que impuso el Consejo de Seguridad en su momento a Bosnia, ya que "ayudó a la ventaja militar del régimen (serbio) de Milosevic que trataba de ampliar su territorio a expensas de los estados vecinos y mediante el genocidio".
Por ello, instó al máximo órgano de la ONU a "enviar un mensaje claro a los futuros responsables de crímenes en nombre de ideologías retorcidas debe ser claro como el agua: los crímenes no os saldrán a cuenta".
El presidente libanés también fue crítico con el papel del Consejo de Seguridad en algunos conflictos regionales, particularmente en el caso de Oriente Medio y la ocupación israelí de los territorios palestinos.
Según explicó, las personas que sufren "de injusticia o las personas en territorios ocupados" se quejan de la "incapacidad del Consejo de Seguridad de implementar sus resoluciones".
También criticó la existencia de "una doble vara de medir que de alguna manera permite que Israel esté exento de responder por sus acciones".
Por su parte, el canciller brasileño, Celso Amorim, pidió un mayor papel para los diez miembros no permanentes que, junto a los cinco permanentes (EEUU, China, Francia, Rusia y Reino Unido), conforman el Consejo de Seguridad.
"No es apropiado que se les llame para simplemente ratificar decisiones que ya han sido tomadas", apuntó el jefe de la diplomacia brasileña, que también reclamó fórmulas para restringir el poder de veto de las cinco potencias.
Varias delegaciones también resaltaron la importancia de reconocer en el trabajo del Consejo los estrechos vínculos entre la seguridad y la lucha contra la pobreza, uno de los principales ingredientes de las guerras.
"Los conflictos raras veces siguen senderos claros, así que tenemos que seguir evolucionando hacia una arquitectura más ligera y flexible que nos permita ajustar nuestra respuesta a las necesidades particulares de la situación", explicó en su discurso Ban Ki-moon.
En la declaración adoptada al final de la reunión, los miembros del Consejo acordaron adoptar enfoques "mas integrales y concertados" para afrontar el riesgo que suponen el terrorismo, el crimen organizado o la proliferación nuclear, entre otros, para la paz y la seguridad del planeta.
También resaltaron el progreso logrado por Naciones Unidas en el campo de la diplomacia preventiva, la pacificación y la consolidación de la paz.