Ban insiste en que los países tienen que "revitalizar" la Conferencia de Desarme
Naciones Unidas, Agencias
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, urgió hoy a los Gobiernos a "revitalizar" las negociaciones que se desarrollan en la Conferencia de Desarme en Ginebra y a que reduzcan sus gastos en armamento para dedicarlos al desarrollo.
Ban aseguró que su intención es "revitalizar las negociaciones multilaterales de desarme y ayudar a romper el bloqueo en que se encuentra la Conferencia de Desarme", que tiene su sede en Ginebra (Suiza) y que desde hace años no avanza en ningún aspecto.
El máximo responsable de la ONU agregó que desde 2000 en que se aprobaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para erradicar la pobreza y las enfermedades, entre otras metas, "los gastos de defensa han aumentado el 50% y ahora son de 1,5 billones de dólares".
"Imagínense lo que se podría hacer si esa cantidad se dedicara a reducir la pobreza, mitigar los efectos del cambio climático, a la seguridad alimentaria o al desarrollo global", subrayó Ban.
Apostilló que, además, el desarme y la no proliferación de armas son esenciales en política internacional no sólo en relación a la paz y seguridad internacionales, sino también porque contribuyen a crear confianza entre los países y a reforzar la estabilidad regional e internacional.
La Conferencia de Desarme de la ONU, que se estableció en 1979 y que tuvo un papel fundamental en los intentos por frenar la proliferación de armas nucleares durante de la Guerra Fría, es la única instancia multilateral dedicada al desarme.
Ban convocó esta reunión de ministros de Asuntos Exteriores en julio pasado con la intención de encontrar maneras de renovar el mandato y el funcionamiento de la Conferencia de Desarme.
Este foro busca de manera infructuosa desde 1996 un acuerdo para prohibir la producción de material esencial para las armas nucleares, como parte de un programa más amplio de desarme mundial.
Tras años de parálisis, en mayo de 2009, los 65 países que participan de la Conferencia acordaron una agenda de trabajo que puso en marcha el proceso de negociación.
Así, por primera vez, se pusieron de acuerdo sobre qué negociar entre un amplio abanico de posibilidades: desarme nuclear total, carrera armamentística en el espacio y un tratado sobre prohibición de producir material fisible destinado al armamento nuclear, tal como se propuso en la década de los noventa.
Sin embargo, el proceso sufrió un nuevo parón por la inesperada actitud de Pakistán de bloquear cualquier avance, al pedir que se vuelva a discutir el temario acordado.
Un grupo de países, que incluye a Australia, Japón, Alemania, Canadá y México, entre otros, ya ha pedido que esas negociaciones se reanuden de forma resoluta y urgente.
"Todos creemos que la quinaria del desarme multilateral debería dar más y hacerlo con más rapidez. Solo la voluntad política de los estados miembros puede hacer que eso suceda", subrayó Ban.
Por su parte, el presidente de la Asamblea General, Joseph Deiss, subrayó que para que la ONU pueda cumplir su papel en materia de desarme, se tiene que superar el callejón sin salida en que está la Conferencia de Desarme en Ginebra.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, urgió hoy a los Gobiernos a "revitalizar" las negociaciones que se desarrollan en la Conferencia de Desarme en Ginebra y a que reduzcan sus gastos en armamento para dedicarlos al desarrollo.
Ban aseguró que su intención es "revitalizar las negociaciones multilaterales de desarme y ayudar a romper el bloqueo en que se encuentra la Conferencia de Desarme", que tiene su sede en Ginebra (Suiza) y que desde hace años no avanza en ningún aspecto.
El máximo responsable de la ONU agregó que desde 2000 en que se aprobaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para erradicar la pobreza y las enfermedades, entre otras metas, "los gastos de defensa han aumentado el 50% y ahora son de 1,5 billones de dólares".
"Imagínense lo que se podría hacer si esa cantidad se dedicara a reducir la pobreza, mitigar los efectos del cambio climático, a la seguridad alimentaria o al desarrollo global", subrayó Ban.
Apostilló que, además, el desarme y la no proliferación de armas son esenciales en política internacional no sólo en relación a la paz y seguridad internacionales, sino también porque contribuyen a crear confianza entre los países y a reforzar la estabilidad regional e internacional.
La Conferencia de Desarme de la ONU, que se estableció en 1979 y que tuvo un papel fundamental en los intentos por frenar la proliferación de armas nucleares durante de la Guerra Fría, es la única instancia multilateral dedicada al desarme.
Ban convocó esta reunión de ministros de Asuntos Exteriores en julio pasado con la intención de encontrar maneras de renovar el mandato y el funcionamiento de la Conferencia de Desarme.
Este foro busca de manera infructuosa desde 1996 un acuerdo para prohibir la producción de material esencial para las armas nucleares, como parte de un programa más amplio de desarme mundial.
Tras años de parálisis, en mayo de 2009, los 65 países que participan de la Conferencia acordaron una agenda de trabajo que puso en marcha el proceso de negociación.
Así, por primera vez, se pusieron de acuerdo sobre qué negociar entre un amplio abanico de posibilidades: desarme nuclear total, carrera armamentística en el espacio y un tratado sobre prohibición de producir material fisible destinado al armamento nuclear, tal como se propuso en la década de los noventa.
Sin embargo, el proceso sufrió un nuevo parón por la inesperada actitud de Pakistán de bloquear cualquier avance, al pedir que se vuelva a discutir el temario acordado.
Un grupo de países, que incluye a Australia, Japón, Alemania, Canadá y México, entre otros, ya ha pedido que esas negociaciones se reanuden de forma resoluta y urgente.
"Todos creemos que la quinaria del desarme multilateral debería dar más y hacerlo con más rapidez. Solo la voluntad política de los estados miembros puede hacer que eso suceda", subrayó Ban.
Por su parte, el presidente de la Asamblea General, Joseph Deiss, subrayó que para que la ONU pueda cumplir su papel en materia de desarme, se tiene que superar el callejón sin salida en que está la Conferencia de Desarme en Ginebra.