Tras fuertes inundaciones, ahora Pakistán encara epidemias
ISLAMABAD, Agencias
El sistema sanitario de Pakistán se ha visto seriamente comprometido luego de varias semanas de lluvias intensas, con centenares de centros médicos dañados y decenas de miles de empleados sanitarios desplazados, admitió el martes el primer ministro, mientras el país encara la propagación de epidemias y otras enfermedades.
El anuncio de Yousuf Raza Gilani ocurrió al mismo tiempo que jefe de los meteorólogos advirtió que serán necesarias dos semanas hasta que el río Indus, que sigue desbordado, vuelva a su cauce normal.
Qamar-uz-Zaman Chaudhry dijo que las mareas altas en el Mar de Arabia frenarán el drenaje del Indus. Esas mareas, agregó, comenzarán a variar el 25 de agosto.
"Las inundaciones no han concluido", insistió Chaudhry. Agregó que la crecida llegará a su punto culminante a fines de esta semana.
Las inundaciones, que comenzaron hace casi un mes en el noroeste del país debido al monzón, afectaron a más de 17 millones de personas, según Naciones Unidas. Millones de esas personas han quedado sin hogar a medida que las aguas avanzaban hacia el sudoeste, cubriendo millones de hectáreas de cultivos.
La mayor parte de los 1.500 muertos ocurrieron al principio de las inundaciones, pero la crisis sigue creciendo.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que unos 700.000 paquistaníes ocupan viviendas precarias solamente en la provincia meridional de Sindh.
Aunque no han ocurrido brotes epidémicos debido a las inundaciones, los organismos de ayuda temen su aparición debido al agua contaminada y la falta de alcantarillado, lo que ha complicado la situación en los campamentos de personas desplazadas.
"Pakistán y su gente han experimentado la peor calamidad natural de su historia", dijo Gilani. "Al seguir aumentado la penuria humana, estamos seriamente preocupados ante la posibilidad de que aparezcan enfermedades infecciosas".
Más de 3,5 millones de niños corren ese peligro, agregó, mientras las dolencias gástricas, epidérmicas, respiratorias y la desnutrición se están extendiendo en las zonas inundadas.
El problema está aumentando por el impacto de las inundaciones en el sistema sanitario del país, desde hace tiempo inadecuado y escasamente financiado.
Gilani dijo que las crecidas han dañado más de 200 centros sanitarios y que un tercio de las 100.000 enfermeras del país has quedado desplazadas. Esas enfermeras imparten cuidados médicos básicos a millones de mujeres en zonas rurales.
El sistema sanitario de Pakistán se ha visto seriamente comprometido luego de varias semanas de lluvias intensas, con centenares de centros médicos dañados y decenas de miles de empleados sanitarios desplazados, admitió el martes el primer ministro, mientras el país encara la propagación de epidemias y otras enfermedades.
El anuncio de Yousuf Raza Gilani ocurrió al mismo tiempo que jefe de los meteorólogos advirtió que serán necesarias dos semanas hasta que el río Indus, que sigue desbordado, vuelva a su cauce normal.
Qamar-uz-Zaman Chaudhry dijo que las mareas altas en el Mar de Arabia frenarán el drenaje del Indus. Esas mareas, agregó, comenzarán a variar el 25 de agosto.
"Las inundaciones no han concluido", insistió Chaudhry. Agregó que la crecida llegará a su punto culminante a fines de esta semana.
Las inundaciones, que comenzaron hace casi un mes en el noroeste del país debido al monzón, afectaron a más de 17 millones de personas, según Naciones Unidas. Millones de esas personas han quedado sin hogar a medida que las aguas avanzaban hacia el sudoeste, cubriendo millones de hectáreas de cultivos.
La mayor parte de los 1.500 muertos ocurrieron al principio de las inundaciones, pero la crisis sigue creciendo.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que unos 700.000 paquistaníes ocupan viviendas precarias solamente en la provincia meridional de Sindh.
Aunque no han ocurrido brotes epidémicos debido a las inundaciones, los organismos de ayuda temen su aparición debido al agua contaminada y la falta de alcantarillado, lo que ha complicado la situación en los campamentos de personas desplazadas.
"Pakistán y su gente han experimentado la peor calamidad natural de su historia", dijo Gilani. "Al seguir aumentado la penuria humana, estamos seriamente preocupados ante la posibilidad de que aparezcan enfermedades infecciosas".
Más de 3,5 millones de niños corren ese peligro, agregó, mientras las dolencias gástricas, epidérmicas, respiratorias y la desnutrición se están extendiendo en las zonas inundadas.
El problema está aumentando por el impacto de las inundaciones en el sistema sanitario del país, desde hace tiempo inadecuado y escasamente financiado.
Gilani dijo que las crecidas han dañado más de 200 centros sanitarios y que un tercio de las 100.000 enfermeras del país has quedado desplazadas. Esas enfermeras imparten cuidados médicos básicos a millones de mujeres en zonas rurales.