Fuerte aumento del número de civiles muertos en Irak en julio
Bagdad, Agencias
El número de civiles muertos en Irak en julio casi se duplicó respecto del mes pasado, una señal de que los insurgentes podrían estar tratando de explotar las tensiones políticas tras las elecciones, que no tuvieron un ganador claro. En total, fallecieron 396 civiles debido a bombas o ataques de otro tipo, frente a los 204 de junio y los 275 de mayo, según las cifras del Gobierno.
Tras una notable mejora en la seguridad desde 2008, los últimos meses han dejado claro que los insurgentes aún tienen capacidad para hacer daño. Aunque aún se encuentran lejos del número de muertes causadas por la violencia sectaria en 2006 y 2007, las explosiones de bombas y los asesinatos se producen a diario, en la lucha de los suníes, en el poder durante la dictadura de Sadam Husein, por frenar el ascenso de la mayoría chií.
El virtual empate en los comicios de marzo entre la lista del primer ministro, Nuri al Maliki, y la encabezada por el ex jefe de Gobierno Iyad Alaui (favorito de los suníes) dificulta la creación de una coalición entre las tres principales comunidades. Las negociaciones entre chiíes, suníes y kurdos encallan ante el reparto de los principales ministerios.
La alianza Iraquiya de Alaui, intersectaria, logró 91 escaños, dos más que el Estado de la Ley del chií Al Maliki. Alaui ha advertido que un intento de Al Maliki de excluir su formación, mediante un pacto con el tercer grupo más votado, la Alianza Nacional Iraquí, puede desatar más violencia.
La estadística mensual de víctimas, elaborada por los ministerios de Interior, Defensa y Sanidad, recogen además la muerte de 89 policías, 50 soldados y 1.055 supuestos insurgentes y milicianos. Otras 1.043 personas resultaron heridas en julio en las distintas provincias del país, sin incluir la región autónoma del Kurdistán iraquí. Cerca de 100.000 civiles han fallecido de forma violenta desde la invasión de Estados Unidos, en marzo de 2001, según la organización Iraq Body Count.
El número de civiles muertos en Irak en julio casi se duplicó respecto del mes pasado, una señal de que los insurgentes podrían estar tratando de explotar las tensiones políticas tras las elecciones, que no tuvieron un ganador claro. En total, fallecieron 396 civiles debido a bombas o ataques de otro tipo, frente a los 204 de junio y los 275 de mayo, según las cifras del Gobierno.
Tras una notable mejora en la seguridad desde 2008, los últimos meses han dejado claro que los insurgentes aún tienen capacidad para hacer daño. Aunque aún se encuentran lejos del número de muertes causadas por la violencia sectaria en 2006 y 2007, las explosiones de bombas y los asesinatos se producen a diario, en la lucha de los suníes, en el poder durante la dictadura de Sadam Husein, por frenar el ascenso de la mayoría chií.
El virtual empate en los comicios de marzo entre la lista del primer ministro, Nuri al Maliki, y la encabezada por el ex jefe de Gobierno Iyad Alaui (favorito de los suníes) dificulta la creación de una coalición entre las tres principales comunidades. Las negociaciones entre chiíes, suníes y kurdos encallan ante el reparto de los principales ministerios.
La alianza Iraquiya de Alaui, intersectaria, logró 91 escaños, dos más que el Estado de la Ley del chií Al Maliki. Alaui ha advertido que un intento de Al Maliki de excluir su formación, mediante un pacto con el tercer grupo más votado, la Alianza Nacional Iraquí, puede desatar más violencia.
La estadística mensual de víctimas, elaborada por los ministerios de Interior, Defensa y Sanidad, recogen además la muerte de 89 policías, 50 soldados y 1.055 supuestos insurgentes y milicianos. Otras 1.043 personas resultaron heridas en julio en las distintas provincias del país, sin incluir la región autónoma del Kurdistán iraquí. Cerca de 100.000 civiles han fallecido de forma violenta desde la invasión de Estados Unidos, en marzo de 2001, según la organización Iraq Body Count.