Ban Ki-moon en Pakistán: "Nunca he visto un desastre como este"
Ana Gabriela Rojas, El País, Nueva Dehli
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, ha visitado hoy Pakistán "para mostrar su solidaridad de Naciones Unidas con la gente y el Gobierno en estos momentos difíciles". Tras visitar algunas de las áreas devastadas Ban Ki-Moon ha asegurado: "Nunca olvidaré la destrucción y sufrimiento que vi hoy. He estado en muchos desastres, pero nada como esto. Tanta gente en tantos lugares distintos con tantas necesidades".
También ha urgido a la comunidad internacional a acelerar la ayuda al país devastado por las inundaciones de las últimas semanas. "Estas inundaciones no tienen precedentes y necesitan una asistencia sin precedentes", ha asegurado. Naciones Unidas sólo ha recibido un cuarto de los 459 millones de dólares (unos 360 millones de euros) que ha solicitado para cubrir las necesidades más urgentes. Desde el organismo internacional se asegura que serán necesarios miles de millones en el largo plazo.
Una quinta parte de los 804.000 kilómetros cuadrados de Pakistán han sido anegados por las lluvias monzónicas. Miles de aldeas han quedado completamente bajo el agua, convertidas en interminables lagos. Unos 20 millones de afectados, según cifras oficiales y 1.600 muertes que podrían aumentar con las epidemias que acechan y que son "inevitables", según fuentes de la OMS.
Los servicios de rescate no han llegado todavía a unos seis millones de personas. "El agua ha destruido nuestra casa y nos hemos quedado sin nada. Hemos ido a un pedazo de tierra más alto, pero no tenemos comida. Hemos bebido el agua en que estamos sumergidos porque no tenemos otra opción. Este es nuestro sexto día". Quien habla es Imtiaz, una víctima que, con su familia y otros vecinos, están totalmente aislados de los servicios de rescate en una aldea en Muzzafargarh en el sur del Punjab. Han podido hablar por un móvil que han rescatado con un periodista local, que ha transmitido su historia a este diario. Precisamente estas personas son las más vulnerables.
El secretario de la ONU ha sobrevolado las áreas afectadas por las inundaciones y se reunió con el primer ministro, Yusuf Raza Gilani y el presidente, Asif Ali Zardari, que ha perdido mucha popularidad tras no cancelar o acortar su viaje a Europa la semana pasada cuando la catástrofe estaba ya desarrollándose.
De hecho, algunos reconocidos analistas achacan a este viaje de Zardari y a la general "falta de confianza internacional en los líderes políticos de Pakistán", que la ayuda internacional está tardando en llegar. "Y quienes están sufriendo los errores de los políticos, como siempre, es la gente que ahora también está sufriendo hambre y falta de techo", dice por teléfono Imtiaz Gul, al frente del reconocido grupo de reflexión Centro para la Investigación y Estadios de Seguridad en Islamabad.
Críticas al Gobierno
La gente está cada vez desesperada, frustrada y enojada con el Gobierno. "Nos han abandonado, estamos viviendo en condiciones terribles, mis hijos tienen diarrea y no puedo llevarlos a un lugar decente", decía Mushahed Khurshid con ayuda de un traductor. Khurshid, como mucha gente en Pakistán se ha enterado por la televisión -hay una casi en cada casa- que su presidente se fue de gira por Europa la semana pasada. Sin embargo el Gobierno resta importancia a estas críticas y las rebaja a "un simple juego político local", en palabras del ministro de Interior, Rehman Malik.
Pero juego político o no, son los paquistaníes afectados quienes llevan la peor parte. "Todo es miseria. He viajado por el país y sólo hay devastación. La gente lo ha perdido todo y quiere regresar a sus casas, pero están destruidas. Miles y miles duermen bajo el cielo abierto", cuenta Junaid Khan, un periodista que ha visitado muchas de las zonas afectadas.
Y el desastre podría estar muy lejos de llegar a su final. Las lluvias siguen cayendo intermitentemente en varias zonas del país. El monzón no termina hasta septiembre. Nuevas zonas están siendo inundadas, con el río Indo ensanchándose de norte a sur, en algunas partes ha alcanzado los 19 kilómetros cuando normalmente tiene 1.6 kilómetros. Todas las provincias de Pakistán están afectadas y hay un gran daño a la infraestructura, a las cosechas y ha matado mucho ganado.
La catástrofe afectará a Pakistán en los siguientes años, dicen sin dudar desde las agencias internacionales. "En los próximos meses se necesita asistencia humanitaria. Pero el camino de la reconstrucción es mucho más largo", ha asegurado a este periódico el portavoz de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Pakistán, Maurizio Giuliano.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, ha visitado hoy Pakistán "para mostrar su solidaridad de Naciones Unidas con la gente y el Gobierno en estos momentos difíciles". Tras visitar algunas de las áreas devastadas Ban Ki-Moon ha asegurado: "Nunca olvidaré la destrucción y sufrimiento que vi hoy. He estado en muchos desastres, pero nada como esto. Tanta gente en tantos lugares distintos con tantas necesidades".
También ha urgido a la comunidad internacional a acelerar la ayuda al país devastado por las inundaciones de las últimas semanas. "Estas inundaciones no tienen precedentes y necesitan una asistencia sin precedentes", ha asegurado. Naciones Unidas sólo ha recibido un cuarto de los 459 millones de dólares (unos 360 millones de euros) que ha solicitado para cubrir las necesidades más urgentes. Desde el organismo internacional se asegura que serán necesarios miles de millones en el largo plazo.
Una quinta parte de los 804.000 kilómetros cuadrados de Pakistán han sido anegados por las lluvias monzónicas. Miles de aldeas han quedado completamente bajo el agua, convertidas en interminables lagos. Unos 20 millones de afectados, según cifras oficiales y 1.600 muertes que podrían aumentar con las epidemias que acechan y que son "inevitables", según fuentes de la OMS.
Los servicios de rescate no han llegado todavía a unos seis millones de personas. "El agua ha destruido nuestra casa y nos hemos quedado sin nada. Hemos ido a un pedazo de tierra más alto, pero no tenemos comida. Hemos bebido el agua en que estamos sumergidos porque no tenemos otra opción. Este es nuestro sexto día". Quien habla es Imtiaz, una víctima que, con su familia y otros vecinos, están totalmente aislados de los servicios de rescate en una aldea en Muzzafargarh en el sur del Punjab. Han podido hablar por un móvil que han rescatado con un periodista local, que ha transmitido su historia a este diario. Precisamente estas personas son las más vulnerables.
El secretario de la ONU ha sobrevolado las áreas afectadas por las inundaciones y se reunió con el primer ministro, Yusuf Raza Gilani y el presidente, Asif Ali Zardari, que ha perdido mucha popularidad tras no cancelar o acortar su viaje a Europa la semana pasada cuando la catástrofe estaba ya desarrollándose.
De hecho, algunos reconocidos analistas achacan a este viaje de Zardari y a la general "falta de confianza internacional en los líderes políticos de Pakistán", que la ayuda internacional está tardando en llegar. "Y quienes están sufriendo los errores de los políticos, como siempre, es la gente que ahora también está sufriendo hambre y falta de techo", dice por teléfono Imtiaz Gul, al frente del reconocido grupo de reflexión Centro para la Investigación y Estadios de Seguridad en Islamabad.
Críticas al Gobierno
La gente está cada vez desesperada, frustrada y enojada con el Gobierno. "Nos han abandonado, estamos viviendo en condiciones terribles, mis hijos tienen diarrea y no puedo llevarlos a un lugar decente", decía Mushahed Khurshid con ayuda de un traductor. Khurshid, como mucha gente en Pakistán se ha enterado por la televisión -hay una casi en cada casa- que su presidente se fue de gira por Europa la semana pasada. Sin embargo el Gobierno resta importancia a estas críticas y las rebaja a "un simple juego político local", en palabras del ministro de Interior, Rehman Malik.
Pero juego político o no, son los paquistaníes afectados quienes llevan la peor parte. "Todo es miseria. He viajado por el país y sólo hay devastación. La gente lo ha perdido todo y quiere regresar a sus casas, pero están destruidas. Miles y miles duermen bajo el cielo abierto", cuenta Junaid Khan, un periodista que ha visitado muchas de las zonas afectadas.
Y el desastre podría estar muy lejos de llegar a su final. Las lluvias siguen cayendo intermitentemente en varias zonas del país. El monzón no termina hasta septiembre. Nuevas zonas están siendo inundadas, con el río Indo ensanchándose de norte a sur, en algunas partes ha alcanzado los 19 kilómetros cuando normalmente tiene 1.6 kilómetros. Todas las provincias de Pakistán están afectadas y hay un gran daño a la infraestructura, a las cosechas y ha matado mucho ganado.
La catástrofe afectará a Pakistán en los siguientes años, dicen sin dudar desde las agencias internacionales. "En los próximos meses se necesita asistencia humanitaria. Pero el camino de la reconstrucción es mucho más largo", ha asegurado a este periódico el portavoz de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Pakistán, Maurizio Giuliano.