Las maniobras de Estados Unidos y Corea del Sur elevan la tensión en la península coreana
José Reinoso, Agencias
Las maniobras militares conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur en el mar de Japón, cuyo inicio está previsto domingo, han provocado una fuerte escalada de tensión en la península coreana, una de las zonas más fuertemente armadas del mundo. Pyongyang ha elevado un grado más su retórica habitual y ha amenazado con una potente acción nuclear, en respuesta a los ejercicios aliados, que ve como un ensayo para invadir su territorio.
"El Ejército y el pueblo de la República Democrática Popular de Corea [nombre oficial del país] contrarrestarán de forma legítima con su potente disuasión nuclear las mayores maniobras de guerra nucleares jamás organizadas por Estados Unidos y las fuerzas de la marioneta surcoreana", ha dicho la poderosa Comisión Nacional de Defensa, que preside el líder norcoreano Kim Jong-il, a través de un comunicado de la agencia oficial KCNA. "Estas maniobras no son más que provocaciones declaradas, destinadas a sofocar la República Democrática Popular de Corea por medio de las armas".
Los comentarios siguen la amenaza efectuada previamente de emprender "en el momento que haga falta" una "guerra sagrada" contra Estados Unidos y Corea del Sur, por los "imprudentes" ejercicios navales y aéreos. Washington ha asegurado que la operación, en la que participarán 8.000 militares, 200 aeronaves y 20 navíos -entre ellos, el portaviones USS George Washington-, es una advertencia a Pyongyang por el hundimiento el pasado marzo de una corbeta surcoreana, en el que murieron 46 marineros. Estados Unidos y Corea del Sur acusan al régimen de Kim Jong-il de haber torpedeado el buque Cheonan cerca de la frontera marítima en disputa en el mar Amarillo. Pyongyang ha dicho repetidas veces que no tiene nada que ver con el incidente.
China ha mostrado su "profunda preocupación" por la escalada de tensión y ha pedido mesura a ambas partes. Las presiones de Pekín forzaron a trasladar los ejercicios del mar Amarillo -que se encuentra entre la península coreana y China- al mar de Japón, al este de Corea del Sur. Pero Washington y Seúl han advertido que esta es sólo la primera de la decena de maniobras que tienen previsto efectuar en la zona los próximos meses, y que tendrán lugar en ambos mares.
Las maniobras militares conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur en el mar de Japón, cuyo inicio está previsto domingo, han provocado una fuerte escalada de tensión en la península coreana, una de las zonas más fuertemente armadas del mundo. Pyongyang ha elevado un grado más su retórica habitual y ha amenazado con una potente acción nuclear, en respuesta a los ejercicios aliados, que ve como un ensayo para invadir su territorio.
"El Ejército y el pueblo de la República Democrática Popular de Corea [nombre oficial del país] contrarrestarán de forma legítima con su potente disuasión nuclear las mayores maniobras de guerra nucleares jamás organizadas por Estados Unidos y las fuerzas de la marioneta surcoreana", ha dicho la poderosa Comisión Nacional de Defensa, que preside el líder norcoreano Kim Jong-il, a través de un comunicado de la agencia oficial KCNA. "Estas maniobras no son más que provocaciones declaradas, destinadas a sofocar la República Democrática Popular de Corea por medio de las armas".
Los comentarios siguen la amenaza efectuada previamente de emprender "en el momento que haga falta" una "guerra sagrada" contra Estados Unidos y Corea del Sur, por los "imprudentes" ejercicios navales y aéreos. Washington ha asegurado que la operación, en la que participarán 8.000 militares, 200 aeronaves y 20 navíos -entre ellos, el portaviones USS George Washington-, es una advertencia a Pyongyang por el hundimiento el pasado marzo de una corbeta surcoreana, en el que murieron 46 marineros. Estados Unidos y Corea del Sur acusan al régimen de Kim Jong-il de haber torpedeado el buque Cheonan cerca de la frontera marítima en disputa en el mar Amarillo. Pyongyang ha dicho repetidas veces que no tiene nada que ver con el incidente.
China ha mostrado su "profunda preocupación" por la escalada de tensión y ha pedido mesura a ambas partes. Las presiones de Pekín forzaron a trasladar los ejercicios del mar Amarillo -que se encuentra entre la península coreana y China- al mar de Japón, al este de Corea del Sur. Pero Washington y Seúl han advertido que esta es sólo la primera de la decena de maniobras que tienen previsto efectuar en la zona los próximos meses, y que tendrán lugar en ambos mares.