La investigación del Ejército israelí admite "errores" en el abordaje a la flotilla

Ana Carbajosa, El País
La comisión investigadora del Ejército israelí ha concluido que la cúpula militar cometió "errores" durante la preparación y toma de decisiones del abordaje al convoy de activistas que pretendía arribar a Gaza y que se saldó con nueve muertos el pasado mayo.

Los investigadores no identifican sin embargo a responsables concretos ni exigen responsabilidades para los que decidieron la mortífera operación. Alaban además la actuación de los soldados y justifican el uso de armas de fuego para aplacar la resistencia de los activistas.

Las conclusiones presentadas corresponden a las pesquisas internas del Ejército, distintas del llamado comité Turkel, de carácter civil, en el que participan observadores extranjeros y que aún no se ha pronunciado. Israel se ha negado desde el primer momento a la puesta en marcha de una comisión internacional como propuso Naciones Unidas tras la marea de críticas que suscitó la actuación del Ejército.

"Se produjeron errores en el proceso de decisión, incluidos en un escalón relativamente superior, que han contribuido a un resultado que no deseábamos", ha explicado a los periodistas el general en la reserva Giora Eiland, el militar que ha encabezado la investigación interna. Exculpa así a los soldados que desembarcaron en el Mavi Marmara con cuerdas desde helicópteros, cuya conducta ha elogiado. El documento de conclusiones aprueba también la decisión de abrir fuego contra los activistas. "El informe determina que el uso de armas de fuego estuvo justificado", indica el Ejército en un comunicado.

Los principales errores se cometieron según Eiland a la hora de obtener información y tomar decisiones operativas. La comisión defendió la decisión de abordar el barco desde el aire, ya que considera que la Marina no tenía otra manera de parar el la flotilla sin poner en peligro la embarcación y sus tripulantes. Pero a juicio de Eiland, calcularon mal los mandos militares la resistencia que se iban a encontrar en la cubierta del barco, donde los activistas les esperaban armados con porras según las imágenes de vídeo que difundió el propio Ejército. La comisión critica que incluso una vez que los soldados se habían acercado al Mavi Marmara, el gran barco de bandera turca con unos 600 tripulantes a bordo y se dieron cuenta de que habían errado en sus cálculos, fueron incapaces de reformular sus planes.

La comisión, compuesta por ocho oficiales además del general en la reserva Eiland, concluye también que la Marina debería haberse coordinado más y mejor con el Mosad, el servicio de espionaje israelí. Pero finalmente estima, que por mucho que el Ejército hubiera dispuesto de la información más precisa, habría sido difícil evitar un resultado como el que le ha costado a Israel la condena casi unánime de la comunidad internacional.

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