Petraeus advierte que lo peor está por llegar en Afganistán
Yolanda Monge, Agencias
El general David Petraeus ha comparecido hoy ante el Comité de Fuerzas Armadas del Senado de Estados Unidos como paso previo a su confirmación en el puesto que le llevará a comandar los destinos de la guerra en Afganistán. Respetado como una de las mayores figuras dentro del Ejército estadounidense, Petraeus logró modificar el curso de la guerra en Irak. El reputado general no hubiera estado hoy sentado en el Senado si el célebre general Stanley McChrystal no hubiera sido destituido de su cargo al frente de la tropas en Afganistán la semana pasada tras unas polémicas declaraciones sobre la Administración demócrata y algunos de sus miembros a la entrevista con la revista revista Rolling Stone.
De forma cauta, Petraeus -actualmente jefe del comando regional que cubre todo el Próximo y Medio Oriente- se ha sumado hoy al plan de retirada de Afganistán propuesto por el presidente Barack Obama. Pero con matices, porque Petraeus ha querido dejar la puerta abierta a sugerir cambios o retrasos al plan del mandatario. El general admitió que el propio presidente quiere que su consejo sea sincero.
Obama fijó julio de 2011 como fecha para el comienzo de la salida de las tropas norteamericanas, pero el ritmo de ese plan dependerá de las condiciones sobre el terreno, consideró Petraeus. Hoy, el general declaraba que pasarán años antes de que el Ejército afgano pueda asumir el control de las tareas de seguridad en su propio país. Guste a quien guste.
Dicho lo anterior, el general ha asegurado que el compromiso de EE UU con Afganistán es "duradero". "Pero mi impresión es que los duros combates continuarán; incluso pueden ser más intensos en los próximos meses", ha asegurado. "A medida que despojamos al enemigo de sus santuarios y reducimos su libertad de acción, los insurgentes lucharán cada vez más". Petraeus ha destacado que cualquier retiro de tropas se basará en las condiciones de seguridad y limitó el aumento a los 30.000 efectivos que Obama acordó enviar en diciembre, como parte de una estrategia que puso el foco en asegurar centros poblados, entre ellos, el corazón talibán en Kandahar.
No está en duda la confirmación de Petraeus, de 57 años. Más bien todo lo contrario. Se prevé que el Senado le dé el visto bueno como el héroe de la guerra de Irak. El general planea, de hecho, volar mañana miércoles a Bruselas para ser confirmado en su puesto por la OTAN. El viernes, a primera hora, tiene previsto viajar a Kabul.
Para Petraeus, la misión en Afganistán es técnicamente una pérdida de grado ya que su rango dentro del estamento militar era mayor que el del defenestrado McChrystal. Pero las circunstancias obligan y Petraeus es un hombre al servicio de su país, ampliamente respetado entre republicanos y demócratas. Los deseos presidenciales de que el general sea confirmado antes de la fiesta del 4 de julio parecen estar garantizados.
El general David Petraeus ha comparecido hoy ante el Comité de Fuerzas Armadas del Senado de Estados Unidos como paso previo a su confirmación en el puesto que le llevará a comandar los destinos de la guerra en Afganistán. Respetado como una de las mayores figuras dentro del Ejército estadounidense, Petraeus logró modificar el curso de la guerra en Irak. El reputado general no hubiera estado hoy sentado en el Senado si el célebre general Stanley McChrystal no hubiera sido destituido de su cargo al frente de la tropas en Afganistán la semana pasada tras unas polémicas declaraciones sobre la Administración demócrata y algunos de sus miembros a la entrevista con la revista revista Rolling Stone.
De forma cauta, Petraeus -actualmente jefe del comando regional que cubre todo el Próximo y Medio Oriente- se ha sumado hoy al plan de retirada de Afganistán propuesto por el presidente Barack Obama. Pero con matices, porque Petraeus ha querido dejar la puerta abierta a sugerir cambios o retrasos al plan del mandatario. El general admitió que el propio presidente quiere que su consejo sea sincero.
Obama fijó julio de 2011 como fecha para el comienzo de la salida de las tropas norteamericanas, pero el ritmo de ese plan dependerá de las condiciones sobre el terreno, consideró Petraeus. Hoy, el general declaraba que pasarán años antes de que el Ejército afgano pueda asumir el control de las tareas de seguridad en su propio país. Guste a quien guste.
Dicho lo anterior, el general ha asegurado que el compromiso de EE UU con Afganistán es "duradero". "Pero mi impresión es que los duros combates continuarán; incluso pueden ser más intensos en los próximos meses", ha asegurado. "A medida que despojamos al enemigo de sus santuarios y reducimos su libertad de acción, los insurgentes lucharán cada vez más". Petraeus ha destacado que cualquier retiro de tropas se basará en las condiciones de seguridad y limitó el aumento a los 30.000 efectivos que Obama acordó enviar en diciembre, como parte de una estrategia que puso el foco en asegurar centros poblados, entre ellos, el corazón talibán en Kandahar.
No está en duda la confirmación de Petraeus, de 57 años. Más bien todo lo contrario. Se prevé que el Senado le dé el visto bueno como el héroe de la guerra de Irak. El general planea, de hecho, volar mañana miércoles a Bruselas para ser confirmado en su puesto por la OTAN. El viernes, a primera hora, tiene previsto viajar a Kabul.
Para Petraeus, la misión en Afganistán es técnicamente una pérdida de grado ya que su rango dentro del estamento militar era mayor que el del defenestrado McChrystal. Pero las circunstancias obligan y Petraeus es un hombre al servicio de su país, ampliamente respetado entre republicanos y demócratas. Los deseos presidenciales de que el general sea confirmado antes de la fiesta del 4 de julio parecen estar garantizados.