Mueren 37 y 500 son heridos en Kirguistán
Bishkek, EP
Una turba de hombres armados incendio el viernes barrios uzbekos en el sur de Kirguistán, en un nuevo brote de violencia étnica que según las autoridades dejó por lo menos 37 muertos y más de 500 heridos. Se declaró el estado de emergencia en esta nación del Asia central que cuenta con bases militares rusas y estadounidenses.
Los disturbios en Osh, la segunda ciudad del país, fueron los más graves desde el derrocamiento del presidente Kurmanbek Bakiyev en abril, en una cruenta revuelta que lo obligó a huir del país.
La intensidad del conflicto, que enfrenta a los kirguises con la minoría uzbeka, al parecer sorprendió a las autoridades y puso en duda las posibilidades de sobrevivencia del frágil gobierno interino.
Aplacar la violencia será una prueba decisiva de que el gobierno puede controlar el país, mantener las elecciones del 27 de junio sobre una nueva constitución y efectuar en octubre los comicios parlamentarios.
Decenas de edificios en Osh fueron incendiados el viernes tras indicar los testigos que hubo tiroteos continuos desde la noche del jueves. Pandillas de jóvenes armados con barras de hierro y piedras atacaron comercios e incendiaron vehículos.
El gobierno interino declaró el viernes el estado de emergencia en Osh y envió vehículos blindados, soldados y helicópteros para pacificar la situación. Los soldados coparon las vías de acceso a la ciudad pero la lucha continuaba el viernes por la tarde y las autoridades decretaron el toque de queda entre las 8 de la tarde y las 6 de la mañana hasta el 20 de junio.
Ikram Abdumalitov, que reside en Osh, dijo que unos 1.000 kirguises armados de dirigieron a los barrios uzbekos en el este de Osh.
"Por su parte, los uzbekos están talando árboles y bloqueando la carretera de acceso a su barrio, dijo Abdumalitov.
Hombres armados llegaron de aldeas cercanas para sumarse a la lucha, dijo un comerciante, que habló a condición del anonimato debido a la peligrosidad de la situación.
Una turba de hombres armados incendio el viernes barrios uzbekos en el sur de Kirguistán, en un nuevo brote de violencia étnica que según las autoridades dejó por lo menos 37 muertos y más de 500 heridos. Se declaró el estado de emergencia en esta nación del Asia central que cuenta con bases militares rusas y estadounidenses.
Los disturbios en Osh, la segunda ciudad del país, fueron los más graves desde el derrocamiento del presidente Kurmanbek Bakiyev en abril, en una cruenta revuelta que lo obligó a huir del país.
La intensidad del conflicto, que enfrenta a los kirguises con la minoría uzbeka, al parecer sorprendió a las autoridades y puso en duda las posibilidades de sobrevivencia del frágil gobierno interino.
Aplacar la violencia será una prueba decisiva de que el gobierno puede controlar el país, mantener las elecciones del 27 de junio sobre una nueva constitución y efectuar en octubre los comicios parlamentarios.
Decenas de edificios en Osh fueron incendiados el viernes tras indicar los testigos que hubo tiroteos continuos desde la noche del jueves. Pandillas de jóvenes armados con barras de hierro y piedras atacaron comercios e incendiaron vehículos.
El gobierno interino declaró el viernes el estado de emergencia en Osh y envió vehículos blindados, soldados y helicópteros para pacificar la situación. Los soldados coparon las vías de acceso a la ciudad pero la lucha continuaba el viernes por la tarde y las autoridades decretaron el toque de queda entre las 8 de la tarde y las 6 de la mañana hasta el 20 de junio.
Ikram Abdumalitov, que reside en Osh, dijo que unos 1.000 kirguises armados de dirigieron a los barrios uzbekos en el este de Osh.
"Por su parte, los uzbekos están talando árboles y bloqueando la carretera de acceso a su barrio, dijo Abdumalitov.
Hombres armados llegaron de aldeas cercanas para sumarse a la lucha, dijo un comerciante, que habló a condición del anonimato debido a la peligrosidad de la situación.