La fiscalía francesa pide 10 años para Noriega por blanqueo
Antonio Jiménez Barca, París, El País
El primer día del juicio, el lunes, Manuel Antonio Noriega, de 76 años, con dificultades para andar y moverse pero con la mente lúcida, se presentó en el tribunal de París con un traje azul adornado con la Legión de Honor francesa que en 1987, cuando gobernaba en Panamá, le otorgó el presidente François Mitterrand.
El segundo día del proceso, cuando le tocó hablar para defenderse, Noriega ya no llevaba medalla ninguna, demostró una memoria prodigiosa para recordar hechos relacionados con su labor de mandatario pero no supo (o no quiso) recordar los concernientes al flujo de cuentas, gastos y compras de su fortuna en París. "Soy militar y político, no banquero", señaló en español. Hoy, en el tercer y último día del juicio, que ya queda visto para sentencia, el fiscal pidió para el ex dictador 10 años de cárcel por blanqueo de dinero proveniente del narcotráfico.
Derrocado por el Ejército estadounidense en 1989 tras invadir Panamá y condenado en EE UU a 40 años por tráfico de drogas, fue extraditado en abril a París. La fiscalía considera que Noriega ingresó en Francia 2,3 millones de euros que el cartel de Medellín le hizo llegar para pagarle su colaboración. Con esta suma, entre otras cosas, adquirió tres pisos de lujo en tres de los barrios más elegantes y caros de París.
La acusación se basa en las investigaciones llevadas a cabo por las autoridades estadounidenses y en los testimonios de narcotraficantes y pilotos, que aseguran que Panamá se convirtió, durante el mandato de Noriega, desde 1983 a 1989, en una base para trasladar droga. Los testigos hablaban de maletas enteras abarrotadas de dinero reenviadas a París.
Noriega ya fue condenado en París por este delito en 1999, en un juicio al que él no pudo asistir. La vista de ahora es consecuencia del recurso interpuesto por el ex dictador que, por primera vez, ha tenido derecho a explicarse. Ya el primer día del juicio, su abogado, el conocido penalista francés Olivier Metzner, pidió la inviabilidad del proceso por considerar que se juzgaba a "un ex jefe de Estado" por hechos que ocurrieron "mientras era jefe del Estado".
Noriega, que desde que vive entre rejas ha sufrido un ataque cerebral y varios problemas cardiacos, aseguró, sin aportar documentos, que la fortuna que gastó en París provenía de ciertas empresas de las que él era accionista, "de negocios familiares y personales", de las tiendas del duty free del aeropuerto de Panamá, y de los fondos que le pasaba la CIA por colaborar con el Gobierno norteamericano o de los fondos secretos panameños.
El ex dictador añadió que el apoyo de EE UU se disipó cuando se negó a intervenir contra los sandinistas. "Fue entonces cuando comenzó contra mí una propaganda negativa después de tantos años de colaboración con Estados Unidos", añadió. También su mujer, Felicidad Noriega, fue condenada por blanqueo de dinero.
El primer día del juicio, el lunes, Manuel Antonio Noriega, de 76 años, con dificultades para andar y moverse pero con la mente lúcida, se presentó en el tribunal de París con un traje azul adornado con la Legión de Honor francesa que en 1987, cuando gobernaba en Panamá, le otorgó el presidente François Mitterrand.
El segundo día del proceso, cuando le tocó hablar para defenderse, Noriega ya no llevaba medalla ninguna, demostró una memoria prodigiosa para recordar hechos relacionados con su labor de mandatario pero no supo (o no quiso) recordar los concernientes al flujo de cuentas, gastos y compras de su fortuna en París. "Soy militar y político, no banquero", señaló en español. Hoy, en el tercer y último día del juicio, que ya queda visto para sentencia, el fiscal pidió para el ex dictador 10 años de cárcel por blanqueo de dinero proveniente del narcotráfico.
Derrocado por el Ejército estadounidense en 1989 tras invadir Panamá y condenado en EE UU a 40 años por tráfico de drogas, fue extraditado en abril a París. La fiscalía considera que Noriega ingresó en Francia 2,3 millones de euros que el cartel de Medellín le hizo llegar para pagarle su colaboración. Con esta suma, entre otras cosas, adquirió tres pisos de lujo en tres de los barrios más elegantes y caros de París.
La acusación se basa en las investigaciones llevadas a cabo por las autoridades estadounidenses y en los testimonios de narcotraficantes y pilotos, que aseguran que Panamá se convirtió, durante el mandato de Noriega, desde 1983 a 1989, en una base para trasladar droga. Los testigos hablaban de maletas enteras abarrotadas de dinero reenviadas a París.
Noriega ya fue condenado en París por este delito en 1999, en un juicio al que él no pudo asistir. La vista de ahora es consecuencia del recurso interpuesto por el ex dictador que, por primera vez, ha tenido derecho a explicarse. Ya el primer día del juicio, su abogado, el conocido penalista francés Olivier Metzner, pidió la inviabilidad del proceso por considerar que se juzgaba a "un ex jefe de Estado" por hechos que ocurrieron "mientras era jefe del Estado".
Noriega, que desde que vive entre rejas ha sufrido un ataque cerebral y varios problemas cardiacos, aseguró, sin aportar documentos, que la fortuna que gastó en París provenía de ciertas empresas de las que él era accionista, "de negocios familiares y personales", de las tiendas del duty free del aeropuerto de Panamá, y de los fondos que le pasaba la CIA por colaborar con el Gobierno norteamericano o de los fondos secretos panameños.
El ex dictador añadió que el apoyo de EE UU se disipó cuando se negó a intervenir contra los sandinistas. "Fue entonces cuando comenzó contra mí una propaganda negativa después de tantos años de colaboración con Estados Unidos", añadió. También su mujer, Felicidad Noriega, fue condenada por blanqueo de dinero.