El 'Rachel Corrie' llega al puerto de Ashdod escoltado por la marina israelí
Mariangela Pagne, Madrid
El barco irlandés Rachel Corrie, que llevaba ayuda humanitaria a la franja de Gaza, ha llegado este sábado al puerto israelí de Ashdod escoltado por dos embarcaciones del ejército israelí. Las fuerzas militares habían abordado el barco por la mañana, sin que se produjeran víctimas, después de que la tripulación ignorara cuatro llamamientos del Ejército israelí para que pusiera rumbo al puerto Ashdod en vez de a Gaza. Su portavoz para medios extranjeros, Avital Leibovich, ya había avisado de que se produciría el abordaje en caso de que se siguiesen desoyendo las órdenes.
Los intentos de este diario para ponerse de nuevo en contacto con la embarcación han sido infructuosos. Desde Free Gaza Movement aseguran que la última vez que se habló con alguien a bordo del barco (3.30 hora peninsular) les aseguraron que la señal telefónica y el acceso al satélite estaban siendo bloqueados.
El Rachel Corrie fue interceptado en la madrugada de estes sábado por Israel a unos 55 kilómetros de la costa de la franja, informó a Reuters una portavoz de la Campaña de Solidaridad con Palestina de Irlanda, Freda Hughes. Miembros de esta ONG lograron contactar con Jenny Graham, una de los cinco activistas irlandeses que viajan a bordo del navío, que les confirmó que dos buques de la Armada israelí habían interceptado su embarcación y llevaban más de dos horas siguiéndoles de cerca, aunque añadió que en ningún momento habían sido abordados.
"Graham ha dicho que los equipos de comunicaciones habían sido inhibidos por la Armada israelí y que esperaban que su teléfono satélite también fuese bloqueado pronto. La señal era mala y no hemos podido determinar la localización exacta del Rachel Corrie", explicó Hughes en declaraciones divulgadas por la organización Free Gaza a través de un comunicado. Graham es irlandesa y miembro del Movimiento por la Libertad de Gaza. En el barco viajan otros cuatro irlandeses, entre ellos la Premio Nobel de la Paz Mairead Corrigan-MacGuire seis malayos y los miembros de la tripulación. En total, 20 personas.
Avisos desde Israel
El Gobierno israelí ya había avisado el viernes de que no dejaría que el Rachel Corrie entrara en Gaza, mientras que los activistas que van a bordo se mostraron decididos a continuar a su navegación para llegar a la costa este mismo sábado. Los 20 ocupantes del barco irlandés, el último buque de la autodenominada flotilla de la libertad en dirigirse hacia la Franja, estaban determinados a cumplir con su misión. Tampoco Israel cederá, según afirmó el ministro de Exteriores de Israel, el ultraderechista Avigdor Lieberman, citado por Reuters: "Pararemos el buque y cualquier otro barco que intente desafiar la soberanía de Israel. No hay posibilidad de que el Rachel Corrie llegue a Gaza".
Igual de contundente era Graham, en conversación por teléfono vía satélite desde el navío irlandés. Desmintió los rumores de una suspensión de la expedición y confirmó la intención de llegar a destino a primera hora de este sábado. "Queremos llegar cuando ya sea de día", aseguró, explicando así por qué se abandonó la idea barajada hasta el jueves de desembarcar anoche. El viernes por la tarde, el Rachel Corrie se encontraba a unas 120 millas (poco más de 200 kilómetros) de la costa. Los ocupantes del buque reiteraron que no aceptarán ningún desembarco que no sea en Gaza. El Ministerio de Exteriores israelí aseguró que garantizará el paso del buque siempre y cuando el desembarque se produzca en el puerto israelí de Ashdod. El barco escapó el lunes del ataque israelí a la flotilla de la libertad porque se demoró en la isla de Malta por problemas técnicos.
El barco irlandés Rachel Corrie, que llevaba ayuda humanitaria a la franja de Gaza, ha llegado este sábado al puerto israelí de Ashdod escoltado por dos embarcaciones del ejército israelí. Las fuerzas militares habían abordado el barco por la mañana, sin que se produjeran víctimas, después de que la tripulación ignorara cuatro llamamientos del Ejército israelí para que pusiera rumbo al puerto Ashdod en vez de a Gaza. Su portavoz para medios extranjeros, Avital Leibovich, ya había avisado de que se produciría el abordaje en caso de que se siguiesen desoyendo las órdenes.
Los intentos de este diario para ponerse de nuevo en contacto con la embarcación han sido infructuosos. Desde Free Gaza Movement aseguran que la última vez que se habló con alguien a bordo del barco (3.30 hora peninsular) les aseguraron que la señal telefónica y el acceso al satélite estaban siendo bloqueados.
El Rachel Corrie fue interceptado en la madrugada de estes sábado por Israel a unos 55 kilómetros de la costa de la franja, informó a Reuters una portavoz de la Campaña de Solidaridad con Palestina de Irlanda, Freda Hughes. Miembros de esta ONG lograron contactar con Jenny Graham, una de los cinco activistas irlandeses que viajan a bordo del navío, que les confirmó que dos buques de la Armada israelí habían interceptado su embarcación y llevaban más de dos horas siguiéndoles de cerca, aunque añadió que en ningún momento habían sido abordados.
"Graham ha dicho que los equipos de comunicaciones habían sido inhibidos por la Armada israelí y que esperaban que su teléfono satélite también fuese bloqueado pronto. La señal era mala y no hemos podido determinar la localización exacta del Rachel Corrie", explicó Hughes en declaraciones divulgadas por la organización Free Gaza a través de un comunicado. Graham es irlandesa y miembro del Movimiento por la Libertad de Gaza. En el barco viajan otros cuatro irlandeses, entre ellos la Premio Nobel de la Paz Mairead Corrigan-MacGuire seis malayos y los miembros de la tripulación. En total, 20 personas.
Avisos desde Israel
El Gobierno israelí ya había avisado el viernes de que no dejaría que el Rachel Corrie entrara en Gaza, mientras que los activistas que van a bordo se mostraron decididos a continuar a su navegación para llegar a la costa este mismo sábado. Los 20 ocupantes del barco irlandés, el último buque de la autodenominada flotilla de la libertad en dirigirse hacia la Franja, estaban determinados a cumplir con su misión. Tampoco Israel cederá, según afirmó el ministro de Exteriores de Israel, el ultraderechista Avigdor Lieberman, citado por Reuters: "Pararemos el buque y cualquier otro barco que intente desafiar la soberanía de Israel. No hay posibilidad de que el Rachel Corrie llegue a Gaza".
Igual de contundente era Graham, en conversación por teléfono vía satélite desde el navío irlandés. Desmintió los rumores de una suspensión de la expedición y confirmó la intención de llegar a destino a primera hora de este sábado. "Queremos llegar cuando ya sea de día", aseguró, explicando así por qué se abandonó la idea barajada hasta el jueves de desembarcar anoche. El viernes por la tarde, el Rachel Corrie se encontraba a unas 120 millas (poco más de 200 kilómetros) de la costa. Los ocupantes del buque reiteraron que no aceptarán ningún desembarco que no sea en Gaza. El Ministerio de Exteriores israelí aseguró que garantizará el paso del buque siempre y cuando el desembarque se produzca en el puerto israelí de Ashdod. El barco escapó el lunes del ataque israelí a la flotilla de la libertad porque se demoró en la isla de Malta por problemas técnicos.