Derrame: Obama pedirá fondo de compensación
Redacción
BBC Mundo
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, exigirá a la compañía British Petroleum (BP) que establezca un fondo de garantía para compensar los daños provocados por el derrame de crudo en el Golfo de México.
Lo anticipó el asesor presidencial David Axelrod, en declaraciones realizadas a la cadena estadounidense NBC, quien precisó que pretenden asegurarse de que "el dinero sea reservado para los reclamos legítimos".
La Casa Blanca quiere que ese dinero sea administrado por un panel independiente para garantizar su distribución.
El mandatario estadounidense visitará este lunes y martes las zonas afectadas y se espera que tras el viaje dirija un discurso a la nación.
"Hemos llegado a un punto decisivo en esta saga porque ahora ya sabemos qué se puede hacer y qué no se puede hacer para recoger el petróleo", señaló Axelrod.
Para el miércoles, en tanto, está prevista una reunión entre Obama y el titular de BP, Carl Henric Svanberg.
Críticas a Obama
El mandatario estadounidense viene enfrentando una serie de críticas por el manejo de la situación.
El pasado 7 de junio se conocía un sondeo de la televisora ABC y el diario The Washington Post que determinó que el 69% de los encuestados consideraba negativamente la operación de emergencia del gobierno.
Esa cifra supera en cinco puntos a los que en agosto del 2005 dieron igual clasificación a la gestión oficial después de que el huracán Katrina azotara Nueva Orleans.
Según informó en ese momento el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Carlos Chirinos, la peor evaluación la obtiene la petrolera BP, de la cual el 81% de los consultados dijo tener una opinión negativa por lo que consideran el mal manejo del desastre.
Explosión en el mar
El problema se generó el pasado 20 de abril cuando explotó la plataforma Deepwater Horizon, donde murieron 11 trabajadores.
El dispositivo de extracción se hundió tras el estallido y el pozo sobre el que se asentaba comenzó a verter petróleo al mar a un promedio de unos 40.000 barriles diarios hasta el 3 de junio, según las últimas estimaciones del Servicio de Investigación Geológica de EE.UU.
Aunque BP aplicó una serie de medidas que lograron paliar en parte la situación, el petróleo sigue fluyendo hacia las aguas del Golfo de México.
BBC Mundo
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, exigirá a la compañía British Petroleum (BP) que establezca un fondo de garantía para compensar los daños provocados por el derrame de crudo en el Golfo de México.
Lo anticipó el asesor presidencial David Axelrod, en declaraciones realizadas a la cadena estadounidense NBC, quien precisó que pretenden asegurarse de que "el dinero sea reservado para los reclamos legítimos".
La Casa Blanca quiere que ese dinero sea administrado por un panel independiente para garantizar su distribución.
El mandatario estadounidense visitará este lunes y martes las zonas afectadas y se espera que tras el viaje dirija un discurso a la nación.
"Hemos llegado a un punto decisivo en esta saga porque ahora ya sabemos qué se puede hacer y qué no se puede hacer para recoger el petróleo", señaló Axelrod.
Para el miércoles, en tanto, está prevista una reunión entre Obama y el titular de BP, Carl Henric Svanberg.
Críticas a Obama
El mandatario estadounidense viene enfrentando una serie de críticas por el manejo de la situación.
El pasado 7 de junio se conocía un sondeo de la televisora ABC y el diario The Washington Post que determinó que el 69% de los encuestados consideraba negativamente la operación de emergencia del gobierno.
Esa cifra supera en cinco puntos a los que en agosto del 2005 dieron igual clasificación a la gestión oficial después de que el huracán Katrina azotara Nueva Orleans.
Según informó en ese momento el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Carlos Chirinos, la peor evaluación la obtiene la petrolera BP, de la cual el 81% de los consultados dijo tener una opinión negativa por lo que consideran el mal manejo del desastre.
Explosión en el mar
El problema se generó el pasado 20 de abril cuando explotó la plataforma Deepwater Horizon, donde murieron 11 trabajadores.
El dispositivo de extracción se hundió tras el estallido y el pozo sobre el que se asentaba comenzó a verter petróleo al mar a un promedio de unos 40.000 barriles diarios hasta el 3 de junio, según las últimas estimaciones del Servicio de Investigación Geológica de EE.UU.
Aunque BP aplicó una serie de medidas que lograron paliar en parte la situación, el petróleo sigue fluyendo hacia las aguas del Golfo de México.