Derrame afecta a economía de EE.UU. y México
Cira Rodríguez César, PL
El derrame petrolero en el Golfo de México, que ya registró una fuga de 300 a 500 millones de litros de crudo al mar, afecta a tres actividades fundamentales que generan unos 234 mil millones de dólares en las costas de Estados Unidos y México.
Un estudio de profesores de Economía en la Universidad de la Florida indicó que los sectores más impactados son los del petróleo, turismo y pesquero.
Mientras que continúan los esfuerzos insuficientes por ponerle fin a la fuga del pozo en el Golfo de México, las pérdidas económicas de la región aumentan en la misma medida en que se extiende la gigantesca mancha, precisa el informe.
De acuerdo con el análisis, son varios los cálculos sobre lo que le costará a la compañía británica British Petroleum (BP), responsable del derrame, y a las economías locales del Golfo afectadas por la mancha de petróleo, en cifras que van desde cuatro mil millones hasta un total de 100 mil millones de dólares en pérdidas.
Se trata de cantidades impredecibles aún, pues según los profesores del centro de altos estudios de la Florida, nadie sabrá el precio real de los daños hasta que no cierren el escape y se sepa qué cantidad de crudo llegará a las costas.
La peor catástrofe medioambiental para Estados Unidos desde la explosión y naufragio de la plataforma de la BP Deepwater Horizon el 22 de abril, podría extenderse por una distancia mayor a la prevista inicialmente y llegar a unos 9,5 millones de litros, según estimó la administración estadounidense.
Mayores serán entonces las secuelas para el entorno natural y la economía de Estados Unidos e incluso de México, afirmó Paul Montagna, biólogo marino de la Universidad de Texas.
Muchos se lamentan que falta más por ver si se tiene en cuenta que una filial del grupo español BBVA, radicada en EE.UU. previó serios daños a la economía de los estados de Florida, Alabama, Mississippi y Luisiana.
Aseguró el informe de la BBVA, que todo dependerá de la cantidad y permanencia de crudo vertida en el mar.
No obstante, previsiones de las pérdidas generales indican que se afectará toda la actividad productiva y de servicios de la región, de la cual dos terceras parte se generan en Estados Unidos, y el tercio restante en México.
Según las estimaciones, si el Golfo de México fuera un país, sería la 29 economía más grande del mundo.
De los 234 mil millones de dólares que allí se generan, el 53 por ciento proviene de la industria petrolera y del gas, y muy probablemente serán las que más perderán.
Ellas crean 124 mil millones, ahora limitados por la decisión de la Casa Blanca de prohibir las nuevas perforaciones submarinas en aguas estadounidenses del Golfo.
"Si la moratoria se extiende hasta junio, se estima que los ingresos perdidos de las perforaciones poco profundas será de 135 millones de dólares", señaló una carta redactada por 10 senadores estadounidenses por lo que solicitaron se levante la restricción.
Esta limitación podría retirarse eventualmente, pero se desconoce el monto que pagará la industria petrolera por derechos o por cuotas de prevención de derrames, además de que habrá un acceso reducido a nuevas locaciones de perforaciones.
Todo aún puede empeorar para el turismo, el segundo sector más importante del Golfo después del petróleo, pues aporta un 46 por ciento del total de la economía de esa zona con más de 100 mil millones de dólares al año.
En Florida, las autoridades turísticas estatales informaron que reciben cancelaciones de viajes y hospedaje hasta tres meses a futuro.
Mientras, el presidente de la Comisión de Turismo de la costa del Golfo de Mississippi, afirmó que la situación es allí peor porque las tasas de anulación son de hasta un 50 por ciento.
Tal vez los pescadores son los más afectados por el derrame ya que el Gobierno de Estados Unidos cerró el 33,4 por ciento de las aguas federales para las actividades de captura, con el consecuente aumento del desempleo.
Aunque la pesca comercial y las embarcaciones sólo representan el uno por ciento de la actividad económica total del Golfo, el derrame podría perturbar las exportaciones y los viajes que se efectúan por el río Mississippi.
Sin embargo, en el caso de Luisiana, la presidencia de la Asociación de Camaroneros consideró que la restricción a la pesca es particularmente decepcionante porque se esperaba que la producción de este año fuera la mejor desde el 2000.
Antes de poner en marcha el último intento para detener el escape, PB informó que los costos ya son de 930 millones de dólares hasta ese momento.
Esto incluye los gastos por respuesta y contención al derrame, sustitución en las perforaciones, concesiones a los estados del Golfo, pago de reclamos y los costos federales.
No se descartan las advertencias de varios científicos estadounidenses que han señalado que el petróleo está llegando a la llamada corriente de vuelta (cuando la Corriente del Golfo gira hacia el Este y el Norte por el Océano Atlántico), lo que podría afectar mares más alejados.
Por consiguiente, los efectos medioambientales y económicos como es de suponer son incalculables, pues como afirmó el presidente Barack Obama serán significativos y duraderos.
Se trata de un desastre sustancial y permanente en medio de una crisis económica que aunque muchos se empeñan en minimizar con cálculos que den la imagen de una supuesta acelerada recuperación, pone en situación difícil a una importante parte de los estadounidenses y a su Gobierno.
El derrame petrolero en el Golfo de México, que ya registró una fuga de 300 a 500 millones de litros de crudo al mar, afecta a tres actividades fundamentales que generan unos 234 mil millones de dólares en las costas de Estados Unidos y México.
Un estudio de profesores de Economía en la Universidad de la Florida indicó que los sectores más impactados son los del petróleo, turismo y pesquero.
Mientras que continúan los esfuerzos insuficientes por ponerle fin a la fuga del pozo en el Golfo de México, las pérdidas económicas de la región aumentan en la misma medida en que se extiende la gigantesca mancha, precisa el informe.
De acuerdo con el análisis, son varios los cálculos sobre lo que le costará a la compañía británica British Petroleum (BP), responsable del derrame, y a las economías locales del Golfo afectadas por la mancha de petróleo, en cifras que van desde cuatro mil millones hasta un total de 100 mil millones de dólares en pérdidas.
Se trata de cantidades impredecibles aún, pues según los profesores del centro de altos estudios de la Florida, nadie sabrá el precio real de los daños hasta que no cierren el escape y se sepa qué cantidad de crudo llegará a las costas.
La peor catástrofe medioambiental para Estados Unidos desde la explosión y naufragio de la plataforma de la BP Deepwater Horizon el 22 de abril, podría extenderse por una distancia mayor a la prevista inicialmente y llegar a unos 9,5 millones de litros, según estimó la administración estadounidense.
Mayores serán entonces las secuelas para el entorno natural y la economía de Estados Unidos e incluso de México, afirmó Paul Montagna, biólogo marino de la Universidad de Texas.
Muchos se lamentan que falta más por ver si se tiene en cuenta que una filial del grupo español BBVA, radicada en EE.UU. previó serios daños a la economía de los estados de Florida, Alabama, Mississippi y Luisiana.
Aseguró el informe de la BBVA, que todo dependerá de la cantidad y permanencia de crudo vertida en el mar.
No obstante, previsiones de las pérdidas generales indican que se afectará toda la actividad productiva y de servicios de la región, de la cual dos terceras parte se generan en Estados Unidos, y el tercio restante en México.
Según las estimaciones, si el Golfo de México fuera un país, sería la 29 economía más grande del mundo.
De los 234 mil millones de dólares que allí se generan, el 53 por ciento proviene de la industria petrolera y del gas, y muy probablemente serán las que más perderán.
Ellas crean 124 mil millones, ahora limitados por la decisión de la Casa Blanca de prohibir las nuevas perforaciones submarinas en aguas estadounidenses del Golfo.
"Si la moratoria se extiende hasta junio, se estima que los ingresos perdidos de las perforaciones poco profundas será de 135 millones de dólares", señaló una carta redactada por 10 senadores estadounidenses por lo que solicitaron se levante la restricción.
Esta limitación podría retirarse eventualmente, pero se desconoce el monto que pagará la industria petrolera por derechos o por cuotas de prevención de derrames, además de que habrá un acceso reducido a nuevas locaciones de perforaciones.
Todo aún puede empeorar para el turismo, el segundo sector más importante del Golfo después del petróleo, pues aporta un 46 por ciento del total de la economía de esa zona con más de 100 mil millones de dólares al año.
En Florida, las autoridades turísticas estatales informaron que reciben cancelaciones de viajes y hospedaje hasta tres meses a futuro.
Mientras, el presidente de la Comisión de Turismo de la costa del Golfo de Mississippi, afirmó que la situación es allí peor porque las tasas de anulación son de hasta un 50 por ciento.
Tal vez los pescadores son los más afectados por el derrame ya que el Gobierno de Estados Unidos cerró el 33,4 por ciento de las aguas federales para las actividades de captura, con el consecuente aumento del desempleo.
Aunque la pesca comercial y las embarcaciones sólo representan el uno por ciento de la actividad económica total del Golfo, el derrame podría perturbar las exportaciones y los viajes que se efectúan por el río Mississippi.
Sin embargo, en el caso de Luisiana, la presidencia de la Asociación de Camaroneros consideró que la restricción a la pesca es particularmente decepcionante porque se esperaba que la producción de este año fuera la mejor desde el 2000.
Antes de poner en marcha el último intento para detener el escape, PB informó que los costos ya son de 930 millones de dólares hasta ese momento.
Esto incluye los gastos por respuesta y contención al derrame, sustitución en las perforaciones, concesiones a los estados del Golfo, pago de reclamos y los costos federales.
No se descartan las advertencias de varios científicos estadounidenses que han señalado que el petróleo está llegando a la llamada corriente de vuelta (cuando la Corriente del Golfo gira hacia el Este y el Norte por el Océano Atlántico), lo que podría afectar mares más alejados.
Por consiguiente, los efectos medioambientales y económicos como es de suponer son incalculables, pues como afirmó el presidente Barack Obama serán significativos y duraderos.
Se trata de un desastre sustancial y permanente en medio de una crisis económica que aunque muchos se empeñan en minimizar con cálculos que den la imagen de una supuesta acelerada recuperación, pone en situación difícil a una importante parte de los estadounidenses y a su Gobierno.
(*) La autora es periodista de la Redacción Económica de Prensa Latina.