Ciudad Juárez, el estigma de la violencia

Julián Miglierini
Enviado especial de BBC News a Ciudad Juárez

México, muchos dicen, es un país en guerra. En la cruzada contra el narcotráfico del presidente Felipe Calderón, el enemigo es escurridizo y toma formas diferentes en cada estado, en cada ciudad.

En algo más de tres años la batalla mexicana ha dejado casi 23.000 muertos. Unos 45.000 efectivos militares continúan desplegados por todo el país.
Si bien las autoridades calculan que durante ese tiempo han capturado a unas 70.000 personas vinculadas al tráfico de drogas, la estrategia del gobierno mexicano no ha podido impedir la muerte de inocentes ni frenar los ataques, las masacres y los ajustes de cuentas.

El país acaba de dejar atrás una de las semanas más sangrientas de los últimos meses. 300 muertos en apenas una semana a mediados de junio.
En medio de esta renovada ola de violencia que ha sorprendido a los propios mexicanos, BBC Mundo recorre cuatro ciudades: cuatro experiencias diferentes, cuatro careos con una cara distinta del narcotráfico.

Siga la serie en cuatro entregas, empezando con la que para muchos es un símbolo del problema del narcotráfico en México, Ciudad Juárez.

"La violencia empieza después del mediodía", comenta un policía, mirando su reloj disimuladamente mientras con una mano sostiene su arma reglamentaria y con la otra se mantiene en equilibrio en esta patrulla que recorre Ciudad Juárez.
Las calles apacibles de esta ciudad un lunes por la mañana son como las de cualquier otra ciudad mexicana.

Pero la enorme presencia policial, en cada esquina, no deja olvidar el hecho de que la violencia ha transformado a esta ciudad de casi un millón y medio de habitantes en un símbolo del conflicto con el narcotráfico en México.
Más de 1.200 personas han muerto en la ciudad en lo que va del año; en los últimos dos años y medio, esa cifra asciende a 5.500 personas; el mes de mayo fue el más sangriento, con más de 240 muertes registradas en distintas zonas de la ciudad.
Son esas cifras las que han dado a Juárez la reputación de ser una de las ciudades más violentas del mundo.

Y son esas cifras las que han devastado a Ciudad Juárez, destrozando familias, desintegrando el tejido social y perjudicado gravemente la actividad económica en esta ciudad que, en otras épocas, según su alcalde, se contaba entre las cinco primeras del mundo con potencial industrial.

Doble filo

La creciente inseguridad, unida a la recesión que afectó a Estados Unidos en los últimos años, sellaron un camino que parece irreversible para Juárez.

La ubicacion geografica de Juarez, pegada a EE.UU., le ha jugada a favor y en contra a la ciudad.
Desde su fundación en 1659, Ciudad Juárez -junto a su hermana ciudad de El Paso, en Texas- fue conocida como "El Paso del Norte", un cruce de enorme importancia durante la época colonial.

Con el correr de los años, esa ubicación geográfica la transformó en un centro industrial clave de México y, con la entrada en vigencia del tratado de libre comercio con Estados Unidos en 1994, en el corazón del sector de las maquiladoras.
Hoy, casi irónicamente, esa misma ubicación privilegiada es la que hace de la ciudad uno de los botines más importantes para los narcotraficantes que buscan contrabandear droga al territorio estadounidense, el mercado más deseado.
Por ello, las peleas entre los carteles por Juárez y sus alrededores ha devastado con la economía local, azotada por la inseguridad y las extorsiones de los carteles a los comerciantes.

Según la cámara de comercio local, más de 5.000 negocios han tenido que cerrar sus puertas desde 2006: en las calles de la ciudad, abundan las persianas cerradas y los carteles de "Se vende".
Además, muchos hablan de un éxodo de hasta 400.000 personas en los últimos dos años; algunos cruzan a El Paso -donde ya hay una zona conocida como "la nueva Juárez"- y
otros vuelven a sus lugares de origen en el resto de México.

Jóvenes


El alcalde de la ciudad, José Reyes Ferriz, admite que la presencia del narcotráfico tiene una raíz social.

La violencia se tomó la ciudad y los esfuerzos del gobierno aún no parecen dar fruto.
A los jóvenes de la ciudad -donde se estima que actualmente hay una tasa de desempleo de casi 20%- se los atrae fácilmente al crimen organizado, asegura.
Por sólo US$45 por semana, se transforman en sicarios para algunas de las pandillas -con nombres como "La Línea", "Los Aztecas" o "Artistas Asesinos"- que ofrecen sus "servicios" a los carteles.

Y es por ello que muchas de las víctimas de la violencia del narcotráfico -entre un 60 y 70%- son jóvenes de entre 14 y 24 años, según fuentes oficiales.
Uno de los casos recientes de violencia recientes más resonantes fue la matanza de 16 jóvenes que participaban de una fiesta en el distrito de Villas de Salvárcar a principios de este año.
El gobierno federal inicialmente atribuyó el hecho a peleas entre "pandilleros", pero se vio obligado a retractarse cuando se descubrió que los jóvenes eran estudiantes y trabajadores.

Cien días


Esa masacre, además, despertó la ira de mucho habitantes de Juárez, quienes lo mencionan como ejemplo de cuántas víctimas inocentes están muriendo en la batalla por Juárez.
El presidente Felipe Calderón intentó calmar esos ánimos durante una visita a la ciudad en la que lanzó un plan llamado "Todos Somos Juárez", un proyecto piloto que se aplicaría primero en esa ciudad y luego en otras zonas afectadas por la violencia.
Ese plan prometía, en 100 días, empezar a lidiar con los problemas sociales que engendran la violencia; desde la falta de lugares de esparcimiento para jóvenes a la mejora de las condiciones de vivienda de los más pobres de la ciudad.

Haciendo un balance de esos primeros cien días del plan, el gobierno asegura que se han registrado importantes avances.
Pero recorriendo las calles de Juárez y hablando con los ciudadanos, es difícil imaginar cómo los graves problemas se pueden solucionar en 100 días.
De hecho, muchos aquí se preguntan si realmente esta ciudad, algún día, podrá volver a ser lo que era.

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