Sao Paulo derrotó a Cruzeiro de visitante en la ida y mira a semis
Belo Horizonte, Agencias
El Sao Paulo dio un golpe de autoridad en Belo Horizonte con una victoria de 2-0 como visitante ante el también brasileño Cruzeiro y se colocó cerca de las semifinales de la Copa Santander Libertadores.
Dagoberto y Hernanes materializaron la victoria paulista en Belo Horizonte con dos goles que contaron con la contribución de Fernandão, flamante fichaje del conjunto 'tricolor', que se unió esta semana al club.
El Cruzeiro, que posee la mejor delantera de la competición y que había ganado todos sus partidos en casa, claudicó de este modo ante un Sao Paulo férreo, que casi no concedió espacios para Thiago Ribeiro y Kléber, que con ocho y siete goles, respectivamente, encabezan la lista de cañoneros de la Libertadores.
Ambos equipos salieron con mucho respeto, sin prisas y estudiando atentamente al adversario, midiendo cada pase en el centro de la cancha, donde transcurría todo el juego.
El equilibrio de fuerzas entre estos dos gigantes brasileños era total y la igualdad tan solo se rompió en una rápida subida del Sao Paulo dirigida por Fernandão por la banda derecha.
Fernandão centró para Marlos y éste se la cedió en la boca de área pequeña a Dagoberto, a quien no le tembló el pulso y remató a bocajarro, lejos de los dominios del arquero Fabio.
A partir de ese instante, el Sao Paulo se replegó un poco y el Cruzeiro comenzó a ocupar más metros en el campo contrario, a medida que Kléber abría el juego y rondaba el área rival, aunque sin crear excesivo peligro.
El pulso continuó en la segunda mitad, cuando los paulistas regresaron a la cancha con más carácter y volvieron a frenar a los locales en la zona ancha, cortando la conexión con los delanteros.
Conforme avanzaba el reloj, la ansiedad crecía entre los hombres del Cruzeiro, que hasta este partido no había tenido problemas para ganar en casa a todos sus rivales.
El nerviosismo se transformó en falta de concentración en la zaga, que hizo aguas en un nuevo contraataque del Sao Paulo, en el que Fernandão cedió el balón de taco para Hernanes, que ejecutó con fuerza para lograr el segundo tanto.
El marcador era exactamente lo que buscaba el Sao Paulo, que es un experto en aplicar cerrojos y siempre se siente muy cómodo administrando las ventajas, midiendo los tiempos y controlando a sus rivales a 15 metros de su propia área.
Los de Belo Horizonte, que tardaron en reaccionar, vieron como el árbitro anuló por supuesto fuera de juego la que fue su mejor ocasión, un remate de Thiago Ribeiro que entró a gol después de besar el travesaño.
Tampoco tuvo su noche de suerte Roger, ya que su único remate de la noche tocó en los dos postes antes de salir repelido del arco, en otra ocasión que ahogó el grito de gol en las gargantas de los aficionados del Cruzeiro, que ahora está obligado a ganar por tres goles de diferencia la semana que viene en el estadio Morumbí.
Este partido de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores se disputó en el estadio Mineirão, de la ciudad de Belo Horizonte, ante 50.000 espectadores.
El Sao Paulo dio un golpe de autoridad en Belo Horizonte con una victoria de 2-0 como visitante ante el también brasileño Cruzeiro y se colocó cerca de las semifinales de la Copa Santander Libertadores.
Dagoberto y Hernanes materializaron la victoria paulista en Belo Horizonte con dos goles que contaron con la contribución de Fernandão, flamante fichaje del conjunto 'tricolor', que se unió esta semana al club.
El Cruzeiro, que posee la mejor delantera de la competición y que había ganado todos sus partidos en casa, claudicó de este modo ante un Sao Paulo férreo, que casi no concedió espacios para Thiago Ribeiro y Kléber, que con ocho y siete goles, respectivamente, encabezan la lista de cañoneros de la Libertadores.
Ambos equipos salieron con mucho respeto, sin prisas y estudiando atentamente al adversario, midiendo cada pase en el centro de la cancha, donde transcurría todo el juego.
El equilibrio de fuerzas entre estos dos gigantes brasileños era total y la igualdad tan solo se rompió en una rápida subida del Sao Paulo dirigida por Fernandão por la banda derecha.
Fernandão centró para Marlos y éste se la cedió en la boca de área pequeña a Dagoberto, a quien no le tembló el pulso y remató a bocajarro, lejos de los dominios del arquero Fabio.
A partir de ese instante, el Sao Paulo se replegó un poco y el Cruzeiro comenzó a ocupar más metros en el campo contrario, a medida que Kléber abría el juego y rondaba el área rival, aunque sin crear excesivo peligro.
El pulso continuó en la segunda mitad, cuando los paulistas regresaron a la cancha con más carácter y volvieron a frenar a los locales en la zona ancha, cortando la conexión con los delanteros.
Conforme avanzaba el reloj, la ansiedad crecía entre los hombres del Cruzeiro, que hasta este partido no había tenido problemas para ganar en casa a todos sus rivales.
El nerviosismo se transformó en falta de concentración en la zaga, que hizo aguas en un nuevo contraataque del Sao Paulo, en el que Fernandão cedió el balón de taco para Hernanes, que ejecutó con fuerza para lograr el segundo tanto.
El marcador era exactamente lo que buscaba el Sao Paulo, que es un experto en aplicar cerrojos y siempre se siente muy cómodo administrando las ventajas, midiendo los tiempos y controlando a sus rivales a 15 metros de su propia área.
Los de Belo Horizonte, que tardaron en reaccionar, vieron como el árbitro anuló por supuesto fuera de juego la que fue su mejor ocasión, un remate de Thiago Ribeiro que entró a gol después de besar el travesaño.
Tampoco tuvo su noche de suerte Roger, ya que su único remate de la noche tocó en los dos postes antes de salir repelido del arco, en otra ocasión que ahogó el grito de gol en las gargantas de los aficionados del Cruzeiro, que ahora está obligado a ganar por tres goles de diferencia la semana que viene en el estadio Morumbí.
Este partido de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores se disputó en el estadio Mineirão, de la ciudad de Belo Horizonte, ante 50.000 espectadores.
