Más de 100 muertos por ataque de rebeldes de Al Qaeda
Irak, EP
Se elevó a 119 el número de personas muertas y unas 300 heridas, tras una serie de atentados en varios puntos de Iraq, en la jornada más sangrienta desde comienzos de año, informaron fuentes policiales y de salud.
Los ataques de suicidas con bombas y hombres armados tienen aparentemente relación con un debilitado pero aún letal Al Qaeda, y los blancos fueron mercados, una textilería, puestos militares de control, entre otros.
Los atentados se produjeron en Bagdad, en el sureño centro petrolero de Basora y otros pueblos y ciudades, y parecieron estar destinados a mostrar a los iraquíes que los insurgentes islamistas sunitas tienen aún una fuerza potente, pese a las derrotas sufridas en recientes semanas.
Estos actos de violencia se producen cuando el país sigue sin nuevo gobierno, más de dos meses después de las elecciones legislativas del 7 de marzo, en las que no hubo un claro ganador y tras las cuales un bloque político apoyado por minorías sunitas enfrentó a otras dos grandes coaliciones lideradas por chiitas.
Los resultados de las elecciones no han sido certificados, aunque los iraquíes esperaban que los comicios dieran estabilidad al gobierno, luego de siete años de la caída de Saddam Hussein.
ATAQUES SANGRIENTOS
En el incidente más sangriento de ayer, dos suicidas que iban en un carro activaron las bombas que llevaban con ellos en la entrada de una fábrica de textiles, justo cuando los trabajadores terminaban un turno en la localidad de Hilla, al sur de Bagdad. Otra bomba explotó cuando la policía y los médicos acudieron al lugar, lo que causó más muertes. Al menos 45 personas fallecieron y 190 resultaron heridas, según una fuente hospitalaria.
En la sureña ciudad de Basora explotaron tres carros-bomba, que causaron 21 muertes e hirieron a más de 70 personas. El primer ataque fue en un mercado central y los otros dos en el norte de Basora, cerca de una estación petrolera y una zona residencial.
En Al Suwayra, 50 km al sureste de Bagdad, un suicida que llevaba un chaleco con explosivos y otro que iba en un coche causaron la muerte de unas 13 personas y dejaron heridas a 40 más en un mercado.
En Bagdad, hombres equipados con armas con silenciadores mataron a unos siete soldados iraquíes y policías cuando atacaron seis puestos de control, mientras que varias bombas colocadas en otros tres dejaron varios heridos, informó una fuente del Ministerio del Interior.
Autoridades del Gobierno informaron que la producción petrolera, cuya gran mayoría proviene de los campos en las afueras de la ciudad, no fue afectada.
En la provincia occidental de Anbar, en la ciudad de Mosul, en las franjas norte y oeste de Bagdad, también hubo atentados.
SEPA MÁS
Muestras de fuerzas
Los ataques reafirmaron el vigor de la insurgencia luego de que las fuerzas gubernamentales asestaran una serie de golpes a la red de Al Qaeda en las últimas semanas, como por ejemplo la redada de abril en la que murió Abu Ayyub al Masri, líder del grupo en Iraq.
La violencia en Iraq ha caído abruptamente desde los enfrentamientos sectarios del 2006 y el 2007, pero las elecciones del 7 de marzo han alimentado las tensiones nuevamente.
La alianza intersectaria liderada por el ex primer ministro Ayad Allawi, un chiita secular, tuvo un fuerte apoyo de los sunitas y logró una ventaja de dos representantes en las votaciones parlamentarias.
Las principales coaliciones chiitas del país acordaron formar una alianza que podría quitarle a Allawi la oportunidad de intentar formar el próximo gobierno, lo que causaría malestar entre los sunitas.
Allawi reiteró su evaluación de que el bloque tenía el derecho a hacer el primer intento de formar un gobierno.
sde la invasión de Iraq, dirigida por Estados Unidos desde el 2003.
Se elevó a 119 el número de personas muertas y unas 300 heridas, tras una serie de atentados en varios puntos de Iraq, en la jornada más sangrienta desde comienzos de año, informaron fuentes policiales y de salud.
Los ataques de suicidas con bombas y hombres armados tienen aparentemente relación con un debilitado pero aún letal Al Qaeda, y los blancos fueron mercados, una textilería, puestos militares de control, entre otros.
Los atentados se produjeron en Bagdad, en el sureño centro petrolero de Basora y otros pueblos y ciudades, y parecieron estar destinados a mostrar a los iraquíes que los insurgentes islamistas sunitas tienen aún una fuerza potente, pese a las derrotas sufridas en recientes semanas.
Estos actos de violencia se producen cuando el país sigue sin nuevo gobierno, más de dos meses después de las elecciones legislativas del 7 de marzo, en las que no hubo un claro ganador y tras las cuales un bloque político apoyado por minorías sunitas enfrentó a otras dos grandes coaliciones lideradas por chiitas.
Los resultados de las elecciones no han sido certificados, aunque los iraquíes esperaban que los comicios dieran estabilidad al gobierno, luego de siete años de la caída de Saddam Hussein.
ATAQUES SANGRIENTOS
En el incidente más sangriento de ayer, dos suicidas que iban en un carro activaron las bombas que llevaban con ellos en la entrada de una fábrica de textiles, justo cuando los trabajadores terminaban un turno en la localidad de Hilla, al sur de Bagdad. Otra bomba explotó cuando la policía y los médicos acudieron al lugar, lo que causó más muertes. Al menos 45 personas fallecieron y 190 resultaron heridas, según una fuente hospitalaria.
En la sureña ciudad de Basora explotaron tres carros-bomba, que causaron 21 muertes e hirieron a más de 70 personas. El primer ataque fue en un mercado central y los otros dos en el norte de Basora, cerca de una estación petrolera y una zona residencial.
En Al Suwayra, 50 km al sureste de Bagdad, un suicida que llevaba un chaleco con explosivos y otro que iba en un coche causaron la muerte de unas 13 personas y dejaron heridas a 40 más en un mercado.
En Bagdad, hombres equipados con armas con silenciadores mataron a unos siete soldados iraquíes y policías cuando atacaron seis puestos de control, mientras que varias bombas colocadas en otros tres dejaron varios heridos, informó una fuente del Ministerio del Interior.
Autoridades del Gobierno informaron que la producción petrolera, cuya gran mayoría proviene de los campos en las afueras de la ciudad, no fue afectada.
En la provincia occidental de Anbar, en la ciudad de Mosul, en las franjas norte y oeste de Bagdad, también hubo atentados.
SEPA MÁS
Muestras de fuerzas
Los ataques reafirmaron el vigor de la insurgencia luego de que las fuerzas gubernamentales asestaran una serie de golpes a la red de Al Qaeda en las últimas semanas, como por ejemplo la redada de abril en la que murió Abu Ayyub al Masri, líder del grupo en Iraq.
La violencia en Iraq ha caído abruptamente desde los enfrentamientos sectarios del 2006 y el 2007, pero las elecciones del 7 de marzo han alimentado las tensiones nuevamente.
La alianza intersectaria liderada por el ex primer ministro Ayad Allawi, un chiita secular, tuvo un fuerte apoyo de los sunitas y logró una ventaja de dos representantes en las votaciones parlamentarias.
Las principales coaliciones chiitas del país acordaron formar una alianza que podría quitarle a Allawi la oportunidad de intentar formar el próximo gobierno, lo que causaría malestar entre los sunitas.
Allawi reiteró su evaluación de que el bloque tenía el derecho a hacer el primer intento de formar un gobierno.
sde la invasión de Iraq, dirigida por Estados Unidos desde el 2003.