¿Hasta cuándo habrá ceniza volcánica?
Laura Plitt, BBC Mundo
Las cancelaciones y demoras están causando caos en varios aeropuertos británicos y del resto del continente europeo.
Demoras, cancelaciones... caos. ¿Hasta cuándo? Ésta es la pregunta que se hacen todos aquellos que han tenido o tienen que volar sobre Europa desde que el volcán islandés Eyjafjallajokull entró en erupción a mediados de abril, interrumpiendo de forma continua el tráfico aéreo sobre el Viejo Continente.
Resolver satisfactoriamente esta incógnita no es fácil. Sencillamente, porque ni el más experto de todos los expertos tiene una respuesta.
"No podemos decir cuándo terminará la erupción", le dijo a la BBC Hazel Rymer, profesora de Geofísica de la Universidad Abierta, en el Reino Unido. "Lo que sí sabemos es que no hay señales que indiquen que la erupción esté comenzando a apagarse”, añadió la científica.
En opinión de algunos vulcanólogos, es posible que la actividad volcánica en Islandia afecte al continente europeo por meses, años e, incluso, hasta por varias décadas, ya que el único problema no es el que está causando ahora el Eyjafjallajokull sino el que podrían causar otros volcanes de la isla, si entrasen en actividad.
"En promedio, en Islandia hay una erupción cada tres o cinco años. Por esta razón, la posibilidad de que se produzca otra erupción en un futuro cercano es bastante alta", le dijo a BBC Mundo Thor Thordarson, vulcanólogo de la Universidad de Edimburgo, Escocia.
"También hay señales de que otros volcanes están en un estado cercano al que se requiere para entrar en erupción", señaló Thordarson, haciendo referencia específica a los volcanes Katla y Grimstov, cercanos al Eyjafjallajokull. "Pero que estén listos para entrar en erupción, no significa que necesariamente lo hagan", añadió.
Si bien Rymer no comparte esta opinión, insiste en que no hay que olvidar que Islandia es una isla volcánica. "Allí hay varios volcanes activos que harán erupción otra vez. Lo que sucede, es que es muy difícil decir cuándo".
A donde la lleve el viento
A la hora de evaluar hasta cuándo se prolongará la interrupción constante de los vuelos desde y hacia el continente europeo, el clima, y en particular los vientos, no pueden ignorarse.
Aunque sea el volcán el que produzca la nube de cenizas, el viento es el encargado de llevarla hacia alguna parte.
Los vientos del norte están empujando las cenizas del volcán hacia el continente europeo.
"En el último tiempo el clima ha sido desfavorable para Europa y esa situación no permanecerá igual por mucho tiempo", aseguró Thordarson. "Apenas cambie la dirección del viento, disminuirá el efecto", agregó.
"Si llegan vientos del sur, la nube viajará hacia el Ártico, y como esa es una zona menos habitada, será menos problemático", explicó el vulcanólogo.
Y aunque soplen con todas sus fuerzas y en dirección oeste, es altamente improbable que las cenizas lleguen al continente americano. "Pero si el viento las empuja hacia el este, Escandinavia sufrirá las consecuencias", advirtió el experto.
Depende de la seguridad
Por último, es importante recordar que el caos no sólo es el resultado de la presencia de cenizas volcánicas en la atmósfera sino de la decisión de las autoridades aéreas de interrumpir el tráfico a causa de ellas.
La razón por la que se cancelan los vuelos es porque la ceniza puede dañar los motores de los aviones. Las restricciones se imponen según la cantidad de partículas de cenizas que hay en el aire.
Si bien recientemente el límite para poder volar se incrementó -de 200 microgramos a 2.000 microgramos (1 microgramo es la milésima parte de un miligramo)- las aerolíneas se quejan de que los vuelos se están interrumpiendo aún con cantidades de polvo "ínfimas" y esto no sólo causa grandes inconvenientes para los pasajeros, sino que genera pérdidas millonarias a la industria de la aviación y el turismo.
Las cancelaciones en Europa pueden convertirse en la norma, advirtió un experto.
"Estamos trabajando junto con las aerolíneas y los fabricantes de aviones y motores para ver si podemos introducir un nuevo régimen de seguridad con un límite más alto de cenizas", se defendió Philip Hammond, secretario de Transporte del Reino Unido, en una entrevista con la BBC.
"Todavía no lo hemos logrado, pero somos optimistas y creemos que haremos progresos que minimizarán el impacto en el tráfico aéreo".
Sin embargo, según le advirtió David Learmount, editor de Seguridad de la revista Flight International al periódico británico The Guardian, mientras el volcán Eyjafjallajokull siga en erupción, continuará el cierre de los espacios aéreos.
"Podría convertirse en un modo de vida para nosotros y no hay nada que podamos hacer. No hay ninguna tecnología en vistas que pueda hacer que los aviones y sus motores sean menos susceptibles a las cenizas".
Las cancelaciones y demoras están causando caos en varios aeropuertos británicos y del resto del continente europeo.
Demoras, cancelaciones... caos. ¿Hasta cuándo? Ésta es la pregunta que se hacen todos aquellos que han tenido o tienen que volar sobre Europa desde que el volcán islandés Eyjafjallajokull entró en erupción a mediados de abril, interrumpiendo de forma continua el tráfico aéreo sobre el Viejo Continente.
Resolver satisfactoriamente esta incógnita no es fácil. Sencillamente, porque ni el más experto de todos los expertos tiene una respuesta.
"No podemos decir cuándo terminará la erupción", le dijo a la BBC Hazel Rymer, profesora de Geofísica de la Universidad Abierta, en el Reino Unido. "Lo que sí sabemos es que no hay señales que indiquen que la erupción esté comenzando a apagarse”, añadió la científica.
En opinión de algunos vulcanólogos, es posible que la actividad volcánica en Islandia afecte al continente europeo por meses, años e, incluso, hasta por varias décadas, ya que el único problema no es el que está causando ahora el Eyjafjallajokull sino el que podrían causar otros volcanes de la isla, si entrasen en actividad.
"En promedio, en Islandia hay una erupción cada tres o cinco años. Por esta razón, la posibilidad de que se produzca otra erupción en un futuro cercano es bastante alta", le dijo a BBC Mundo Thor Thordarson, vulcanólogo de la Universidad de Edimburgo, Escocia.
"También hay señales de que otros volcanes están en un estado cercano al que se requiere para entrar en erupción", señaló Thordarson, haciendo referencia específica a los volcanes Katla y Grimstov, cercanos al Eyjafjallajokull. "Pero que estén listos para entrar en erupción, no significa que necesariamente lo hagan", añadió.
Si bien Rymer no comparte esta opinión, insiste en que no hay que olvidar que Islandia es una isla volcánica. "Allí hay varios volcanes activos que harán erupción otra vez. Lo que sucede, es que es muy difícil decir cuándo".
A donde la lleve el viento
A la hora de evaluar hasta cuándo se prolongará la interrupción constante de los vuelos desde y hacia el continente europeo, el clima, y en particular los vientos, no pueden ignorarse.
Aunque sea el volcán el que produzca la nube de cenizas, el viento es el encargado de llevarla hacia alguna parte.
Los vientos del norte están empujando las cenizas del volcán hacia el continente europeo.
"En el último tiempo el clima ha sido desfavorable para Europa y esa situación no permanecerá igual por mucho tiempo", aseguró Thordarson. "Apenas cambie la dirección del viento, disminuirá el efecto", agregó.
"Si llegan vientos del sur, la nube viajará hacia el Ártico, y como esa es una zona menos habitada, será menos problemático", explicó el vulcanólogo.
Y aunque soplen con todas sus fuerzas y en dirección oeste, es altamente improbable que las cenizas lleguen al continente americano. "Pero si el viento las empuja hacia el este, Escandinavia sufrirá las consecuencias", advirtió el experto.
Depende de la seguridad
Por último, es importante recordar que el caos no sólo es el resultado de la presencia de cenizas volcánicas en la atmósfera sino de la decisión de las autoridades aéreas de interrumpir el tráfico a causa de ellas.
La razón por la que se cancelan los vuelos es porque la ceniza puede dañar los motores de los aviones. Las restricciones se imponen según la cantidad de partículas de cenizas que hay en el aire.
Si bien recientemente el límite para poder volar se incrementó -de 200 microgramos a 2.000 microgramos (1 microgramo es la milésima parte de un miligramo)- las aerolíneas se quejan de que los vuelos se están interrumpiendo aún con cantidades de polvo "ínfimas" y esto no sólo causa grandes inconvenientes para los pasajeros, sino que genera pérdidas millonarias a la industria de la aviación y el turismo.
Las cancelaciones en Europa pueden convertirse en la norma, advirtió un experto.
"Estamos trabajando junto con las aerolíneas y los fabricantes de aviones y motores para ver si podemos introducir un nuevo régimen de seguridad con un límite más alto de cenizas", se defendió Philip Hammond, secretario de Transporte del Reino Unido, en una entrevista con la BBC.
"Todavía no lo hemos logrado, pero somos optimistas y creemos que haremos progresos que minimizarán el impacto en el tráfico aéreo".
Sin embargo, según le advirtió David Learmount, editor de Seguridad de la revista Flight International al periódico británico The Guardian, mientras el volcán Eyjafjallajokull siga en erupción, continuará el cierre de los espacios aéreos.
"Podría convertirse en un modo de vida para nosotros y no hay nada que podamos hacer. No hay ninguna tecnología en vistas que pueda hacer que los aviones y sus motores sean menos susceptibles a las cenizas".