Fútbol boloviano: Wilstermann sacó un punto de relativa utilidad en La Paz
La Paz, Erbol
Un distraído The Strongest empató 1-1 con Wilstermann que hizo un buen negocio en condición de visitante en el estadio Hernando Siles ante 8.000 espectadores.
Lo mejor del equipo local se vio en el primer cuarto de hora, con gol incluido, en el que trató de jugar en forma ordenada, con un buen trabajo de Alejandro Chumacero y el empeño de Julián di Cosmo buscando balones en la defensa visitante.
Aunque Wilstermann se muestra como un equipo impenetrable, ha dado inquívocas muestras de que, en lso pirmeros minutos de cada partido, es un cuadro vulnerable, porque entra dormido, desconcentrado. La prueba es que en los últimos partidos recibió un gol antes de los 10 minutos, lo que co0mplicó sobradamente sus posibilidades.
A los 8 minutos Gatty Ribeiro fue el artífice y le puso el sello a una gran jugada que le inició en el medio terreno, levantando el balón por encima de su marcador y cuando se encontraba a 30 metros del pórtico y desde ángulo cerrado levantó un centro pasado, con tan buena fortuna, de forma que el balón ingresó en el ángulo derecho de la portería defendida por Daniel Vaca.
Y en aquella jugada pareció concluir el libreto del dueño de casa, que se empeñó poco, pasó a jugar al ritmo del rival y salvo una llegada de Limberg Gutiérrez al área rival no hizo más.
Aprovechó el regaló Wilstermann que empezó a tocar mejor el balón y encontró en la solvencia de Maximiliano Andrada y la voluntad de Amílcar Sánchez, los mejores argumentos para llegar a la valla rival.
Un tiro libre de Andrada a los 36 minutos, que hizo rebotar el portero Gustavo Fernández permitió a Nelson Sosa que se encontraba atento marcar el tanto del empate con remate cruzado que superó al portero aurinegro.
En esa misma etapa, Wilstermann dispuso de un par de situaciones de gol muy claras. Un cabezazo del corpulento brasileño Niltao pegó en un palo y otro cabezazo de Christian vargas pegó en el travesaño, dejando clara muestra de que el partido se había inclinado en favor de la visita y que no hubiera resultado injusto que tomase ventaja en el marcador.
El complemento fue de mero trámite, porque Wilstermann controló el balón y cerró los espacios al Tigre, que pese a mandar al terreno a Martín Menacho, Nelvin Soliz y Darwin Peña hizo poco para cambiar el curso del cotejo y aunque jugó el último cuarto de hora con un hombre más en el terreno tras la expulsión de Christian Vargas, nunca pudo marcar la diferencia ante un cauteloso Wilstermann que se llevó un punto de La Paz.
Wilstermann, que suele solventar adecuadamente los cotejos en que no asume la iniciativa, amasó mucho el balón, sin dotarse de profundidad. Su toque lateralizado le quitó distancia y su mecanización, a falta de un organizador, que cambie el ritmo del juego, hizo que el juego se durmiese en acciones individuales.
The Strongest generó peligro a través de pelotas detenidas, aprovechando las ingenuidades de los rojos en las cercanías del área (un suicido, por su reiteración, a sabiendas que el rival dispone de peligrosos pateadores). Un tiro libre ejecutado por Darwin peña derivó en un gol de Menacho que fue mal anulado por el juez. El disparo al segundo palo sobró al golero Vaca, quien salió muy mal a cortar el balón y, a sus espaldas, cabeceó Menacho en soledad. El asunto es que había partido bien habilitado, pero el línea sancionó la presunta infracción.
El resto del juego no abandonó el monóntono patrón que gobernó el trámite, con un Wilstermann bien parado y un The Strongest sin ideas, irresoluto e impreciso.
Un distraído The Strongest empató 1-1 con Wilstermann que hizo un buen negocio en condición de visitante en el estadio Hernando Siles ante 8.000 espectadores.
Lo mejor del equipo local se vio en el primer cuarto de hora, con gol incluido, en el que trató de jugar en forma ordenada, con un buen trabajo de Alejandro Chumacero y el empeño de Julián di Cosmo buscando balones en la defensa visitante.
Aunque Wilstermann se muestra como un equipo impenetrable, ha dado inquívocas muestras de que, en lso pirmeros minutos de cada partido, es un cuadro vulnerable, porque entra dormido, desconcentrado. La prueba es que en los últimos partidos recibió un gol antes de los 10 minutos, lo que co0mplicó sobradamente sus posibilidades.
A los 8 minutos Gatty Ribeiro fue el artífice y le puso el sello a una gran jugada que le inició en el medio terreno, levantando el balón por encima de su marcador y cuando se encontraba a 30 metros del pórtico y desde ángulo cerrado levantó un centro pasado, con tan buena fortuna, de forma que el balón ingresó en el ángulo derecho de la portería defendida por Daniel Vaca.
Y en aquella jugada pareció concluir el libreto del dueño de casa, que se empeñó poco, pasó a jugar al ritmo del rival y salvo una llegada de Limberg Gutiérrez al área rival no hizo más.
Aprovechó el regaló Wilstermann que empezó a tocar mejor el balón y encontró en la solvencia de Maximiliano Andrada y la voluntad de Amílcar Sánchez, los mejores argumentos para llegar a la valla rival.
Un tiro libre de Andrada a los 36 minutos, que hizo rebotar el portero Gustavo Fernández permitió a Nelson Sosa que se encontraba atento marcar el tanto del empate con remate cruzado que superó al portero aurinegro.
En esa misma etapa, Wilstermann dispuso de un par de situaciones de gol muy claras. Un cabezazo del corpulento brasileño Niltao pegó en un palo y otro cabezazo de Christian vargas pegó en el travesaño, dejando clara muestra de que el partido se había inclinado en favor de la visita y que no hubiera resultado injusto que tomase ventaja en el marcador.
El complemento fue de mero trámite, porque Wilstermann controló el balón y cerró los espacios al Tigre, que pese a mandar al terreno a Martín Menacho, Nelvin Soliz y Darwin Peña hizo poco para cambiar el curso del cotejo y aunque jugó el último cuarto de hora con un hombre más en el terreno tras la expulsión de Christian Vargas, nunca pudo marcar la diferencia ante un cauteloso Wilstermann que se llevó un punto de La Paz.
Wilstermann, que suele solventar adecuadamente los cotejos en que no asume la iniciativa, amasó mucho el balón, sin dotarse de profundidad. Su toque lateralizado le quitó distancia y su mecanización, a falta de un organizador, que cambie el ritmo del juego, hizo que el juego se durmiese en acciones individuales.
The Strongest generó peligro a través de pelotas detenidas, aprovechando las ingenuidades de los rojos en las cercanías del área (un suicido, por su reiteración, a sabiendas que el rival dispone de peligrosos pateadores). Un tiro libre ejecutado por Darwin peña derivó en un gol de Menacho que fue mal anulado por el juez. El disparo al segundo palo sobró al golero Vaca, quien salió muy mal a cortar el balón y, a sus espaldas, cabeceó Menacho en soledad. El asunto es que había partido bien habilitado, pero el línea sancionó la presunta infracción.
El resto del juego no abandonó el monóntono patrón que gobernó el trámite, con un Wilstermann bien parado y un The Strongest sin ideas, irresoluto e impreciso.
