Enorme derrame de petróleo amenaza también costas de Cuba, R.Dominicana y Puerto Rico.
EEUU y Cuba conversan sobre derrame crudo
WASHINGTON, Agencias
Las autoridades y científicos de Estados Unidos esperan nerviosos nuevos indicios sobre el rumbo que tomaría una vasta mancha de crudo en el Golfo de México, mientras parece complicarse la contención del desastre ambiental.
Los cúmulos de alquitrán que aparecieron flotando en la costa de los cayos de Florida no están relacionados con un reciente derrame de petróleo en el mar, aseguró el miércoles la Guardia Costera, en una declaración que en poco contribuyó a aliviar el temor a que la fuga de un pozo a más de kilómetro y medio de profundidad (una milla) podría propagar los daños sobre el litoral entre los estados de Luisiana y la Florida.
La fuga submarina de crudo comenzó el 20 de abril, cuando la plataforma petrolera Deepwater Horizon explotó en la costa de Luisiana, causando la muerte de 11 trabajadores y hundiéndose dos días después.
La Comisión de Transporte e Infraestructura de la Cámara de Representantes se enfocó el miércoles en el derrame durante una audiencia, donde prominentes legisladores republicanos, como John Mica de la Florida, insistieron en responsabilizar al gobierno del presidente Barack Obama.
Mica apoyó su señalamiento en la declaración que hizo el martes el secretario del Interior, Ken Salazar, quien admitió que su agencia pudo haber monitoreado con más acuciosidad a las empresas de prospección petrolera en el mar, como BP PLC, que arrendaba la plataforma de la fuga.
El derrame, dijo Mica, pudo haber sido frenado con más rapidez si la Guardia Costera y otras instituciones gubernamentales hubieran tenido un mejor plan.
El presidente de la comisión, el demócrata James Oberstar, rechazó las críticas y afirmó que la prospección fue aprobada en los primeros momentos del gobierno de Obama en una decisión adoptada por funcionarios especializados.
"Creo que es una declaración explosiva y equivocada eso de llamarlo 'el derrame petrolero de Obama'", dijo Oberstar.
WASHINGTON, Agencias
Las autoridades y científicos de Estados Unidos esperan nerviosos nuevos indicios sobre el rumbo que tomaría una vasta mancha de crudo en el Golfo de México, mientras parece complicarse la contención del desastre ambiental.
Los cúmulos de alquitrán que aparecieron flotando en la costa de los cayos de Florida no están relacionados con un reciente derrame de petróleo en el mar, aseguró el miércoles la Guardia Costera, en una declaración que en poco contribuyó a aliviar el temor a que la fuga de un pozo a más de kilómetro y medio de profundidad (una milla) podría propagar los daños sobre el litoral entre los estados de Luisiana y la Florida.
La fuga submarina de crudo comenzó el 20 de abril, cuando la plataforma petrolera Deepwater Horizon explotó en la costa de Luisiana, causando la muerte de 11 trabajadores y hundiéndose dos días después.
La Comisión de Transporte e Infraestructura de la Cámara de Representantes se enfocó el miércoles en el derrame durante una audiencia, donde prominentes legisladores republicanos, como John Mica de la Florida, insistieron en responsabilizar al gobierno del presidente Barack Obama.
Mica apoyó su señalamiento en la declaración que hizo el martes el secretario del Interior, Ken Salazar, quien admitió que su agencia pudo haber monitoreado con más acuciosidad a las empresas de prospección petrolera en el mar, como BP PLC, que arrendaba la plataforma de la fuga.
El derrame, dijo Mica, pudo haber sido frenado con más rapidez si la Guardia Costera y otras instituciones gubernamentales hubieran tenido un mejor plan.
El presidente de la comisión, el demócrata James Oberstar, rechazó las críticas y afirmó que la prospección fue aprobada en los primeros momentos del gobierno de Obama en una decisión adoptada por funcionarios especializados.
"Creo que es una declaración explosiva y equivocada eso de llamarlo 'el derrame petrolero de Obama'", dijo Oberstar.