El Ejército tailandés se prepara para atacar a los 'camisas rojas'
José Reinoso, Agencias
El anunciado asalto del Ejército tailandés a la fortaleza de los camisas rojas parece cada vez más próximo. Numerosas tropas y vehículos blindados se han concentrado hoy al amanecer junto al campamento de los camisas rojas en el centro de Bangkok, en lo que podría ser el inicio de un asalto armado al bastión que miles de manifestantes han instalado desde hace semanas en el centro de la capital para pedir la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones. Cinco helicópteros sobrevolaban la zona a las 6.45 de la mañana (cinco horas menos en la España peninsular), mientras el humo de los neumáticos ardiendo comenzó a elevarse entre los rascacielos del distrito comercial y de negocios con las primeras luces del día.
El Ejército ha bloqueado las pocas calles que aún quedaban abiertas en los alrededores de la zona y se ha desplegado al sur de la principal barricada del campamento fortificado. Han comenzado a oirse explosiones y disparos. Los camisas rojas han utilizado constantemente durante los últimos días fuegos artificiales y cohetes caseros, pero también granadas y armas de fuego, según el Gobierno.
Nattawut Saikua, uno de los líderes del freonte antigubernamental, pidió a los manifestantes que mantuvieran posiciones. "Pedimos a todo el mundo que esté preparado para un ataque porque los blindados han comenzado a movilizarse", dijo Nattawut. Entre 3.000 y 5.000 camisas rojas se encuentran en el campamento, pero también hay cientos fuera de él, que han montado barricadas de neumáticos rociadas con combustible, que han comenzado a arder.
Los militares, por su parte, han lanzado varios disparos al aire para instar a los manifestantes y civiles a abandonar el campamento. "Por favor, abandonen inmediatamente el lugar. Los oficiales van a llevar a cabo una operación", gritó uno de los militares a través de un altavoz, según ha informado la televisión tailandesa Channel 9. Además, los militares han lanzado agua a presión contra las trincheras para evitar que los 'camisas rojas' les prendan fuego.
El Ejército ha usado también gases lacrimógenos en las inmediaciones de la estatua del monarca tailandés Rama VI, enfrente del parque Lumpini, un área donde el Ejército cree que hay camisas rojas armados entre la multitud de opositores, informó un testigo citado por la agencia Reuters.
Bangkok, paralizado
Los manifestantes, en su mayoría procedentes de las zonas rurales del país o pertenecientes a las clases urbanas de menores recursos, y seguidores del depuesto primer ministro, Thaksin Shinawatra, permanecen acampados desde hace más de seis semanas en el corazón del principal distrito comercial de Bangkok, Silom Road, y se niegan a abandonar la zona, en la que hay varios hoteles y sedes diplomáticas.
Los camisas rojas acusan al primer ministro del país, Abhisit Vejjajiva, de carecer del apoyo del pueblo, ya que obtuvo el poder tras unas controvetidas elecciones celebradas en 2008, dos años después del golpe militar que provocó el derrocamiento de Thaksin Sinawatra. Por ello, comenzaron sus protestas el pasado 12 de marzo para solicitar la convocatoria inmediata de elecciones.
Las tropas del Ejército tienen acordonado el centro de las protestas, situado en la intersección de Rachaprasong, lo que ha causado la paralización del centro de la capital tailandesa. Cientos de mujeres y niños que permanecían en el campamento de los camisas rojas se han refugiado en un templo situado en su interior.
Los manifestantes han recopilado grandes cantidades de alimentos, agua y otros suministros para contrarrestar el aislamientos al que están sometidos por parte del Ejército desde el pasado jueves. El estallido de la violencia desatado aquel día ha causado la muerte de 39 personas y ha dejado a otras 300 heridas, en lo que suponen los enfrentamientos políticos más sangrientos de los últimos 18 años en Tailandia.
El anunciado asalto del Ejército tailandés a la fortaleza de los camisas rojas parece cada vez más próximo. Numerosas tropas y vehículos blindados se han concentrado hoy al amanecer junto al campamento de los camisas rojas en el centro de Bangkok, en lo que podría ser el inicio de un asalto armado al bastión que miles de manifestantes han instalado desde hace semanas en el centro de la capital para pedir la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones. Cinco helicópteros sobrevolaban la zona a las 6.45 de la mañana (cinco horas menos en la España peninsular), mientras el humo de los neumáticos ardiendo comenzó a elevarse entre los rascacielos del distrito comercial y de negocios con las primeras luces del día.
El Ejército ha bloqueado las pocas calles que aún quedaban abiertas en los alrededores de la zona y se ha desplegado al sur de la principal barricada del campamento fortificado. Han comenzado a oirse explosiones y disparos. Los camisas rojas han utilizado constantemente durante los últimos días fuegos artificiales y cohetes caseros, pero también granadas y armas de fuego, según el Gobierno.
Nattawut Saikua, uno de los líderes del freonte antigubernamental, pidió a los manifestantes que mantuvieran posiciones. "Pedimos a todo el mundo que esté preparado para un ataque porque los blindados han comenzado a movilizarse", dijo Nattawut. Entre 3.000 y 5.000 camisas rojas se encuentran en el campamento, pero también hay cientos fuera de él, que han montado barricadas de neumáticos rociadas con combustible, que han comenzado a arder.
Los militares, por su parte, han lanzado varios disparos al aire para instar a los manifestantes y civiles a abandonar el campamento. "Por favor, abandonen inmediatamente el lugar. Los oficiales van a llevar a cabo una operación", gritó uno de los militares a través de un altavoz, según ha informado la televisión tailandesa Channel 9. Además, los militares han lanzado agua a presión contra las trincheras para evitar que los 'camisas rojas' les prendan fuego.
El Ejército ha usado también gases lacrimógenos en las inmediaciones de la estatua del monarca tailandés Rama VI, enfrente del parque Lumpini, un área donde el Ejército cree que hay camisas rojas armados entre la multitud de opositores, informó un testigo citado por la agencia Reuters.
Bangkok, paralizado
Los manifestantes, en su mayoría procedentes de las zonas rurales del país o pertenecientes a las clases urbanas de menores recursos, y seguidores del depuesto primer ministro, Thaksin Shinawatra, permanecen acampados desde hace más de seis semanas en el corazón del principal distrito comercial de Bangkok, Silom Road, y se niegan a abandonar la zona, en la que hay varios hoteles y sedes diplomáticas.
Los camisas rojas acusan al primer ministro del país, Abhisit Vejjajiva, de carecer del apoyo del pueblo, ya que obtuvo el poder tras unas controvetidas elecciones celebradas en 2008, dos años después del golpe militar que provocó el derrocamiento de Thaksin Sinawatra. Por ello, comenzaron sus protestas el pasado 12 de marzo para solicitar la convocatoria inmediata de elecciones.
Las tropas del Ejército tienen acordonado el centro de las protestas, situado en la intersección de Rachaprasong, lo que ha causado la paralización del centro de la capital tailandesa. Cientos de mujeres y niños que permanecían en el campamento de los camisas rojas se han refugiado en un templo situado en su interior.
Los manifestantes han recopilado grandes cantidades de alimentos, agua y otros suministros para contrarrestar el aislamientos al que están sometidos por parte del Ejército desde el pasado jueves. El estallido de la violencia desatado aquel día ha causado la muerte de 39 personas y ha dejado a otras 300 heridas, en lo que suponen los enfrentamientos políticos más sangrientos de los últimos 18 años en Tailandia.