El consumo tira del crecimiento de la economía de EE UU
Washington, El País
La primera potencia mundial ha encontrado "un punto de avituallamiento en su camino hacia la recuperación", aunque sigue necesitando crear empleo. Esta ha sido la valoración que ha hecho el presidente de EE UU, Barack Obama, tras publicarse que el PIB estadounidense ha crecido un 3,2% en tasa anualizada -o un 0,8% intertrimestral- en el primer trimestre gracias al tirón del consumo de las familias. "El conjunto de la economía está hoy en mucho mejor lugar que hace un año", ha insistido Obama.
El dato publicado hoy, que deberá ser revisado durante las próximas semanas, está ligeramente por debajo de las expectativas del mercado, que calculaba un avance del 3,4%, y muestra un frenazo en el ritmo de recuperación del país, que cerró 2009 con un aumento del 5,6%.
No obstante, la reactivación del consumo, que ha subido un 3,6%, más del doble que a finales del pasado año y su mejor dato en tres años, invita a pensar en que el crecimiento, aunque no sea tan fuerte en términos cuantitativos, está siendo más equilibrado y sólido. En el cuarto trimestre de 2009, el gasto de las familias estadounidenses, que supone el 70% del PIB del país, apenas creció un 1,6%.
Frente a esta aportación de 2,55 puntos al PIB de la demanda de los hogares, el avance del 5,6% de la economía de Estados Unidos registrado entre octubre y noviembre del pasado ejercicio, el ritmo más alto en seis años, fue posible gracias a un factor temporal: la inversión de las empresas, aunque en realidad lo que hicieron fue no liquidar sus inventarios con la agresividad que se vio en la peor fase de la crisis.
En cualquier caso, según destacan los analistas, el actual ritmo de crecimiento de la primera potencial mundial sigue siendo insuficiente para recuperar el terreno perdido por la peor recesión que ha sufrido el país desde la Gran Depresión de 1930 y que se ha saldado con cuatro trimestres consecutivos a la baja entre diciembre de 2007 y junio de 2009. A lo largo de este periodo, Estados Unidos ha registrado una pérdida neta de más de ocho millones de puestos de trabajo, con lo que ha visto repuntar su tasa de paro hasta el 9,7%, su mayor nivel desde principios de los ochenta.
La primera potencia mundial ha encontrado "un punto de avituallamiento en su camino hacia la recuperación", aunque sigue necesitando crear empleo. Esta ha sido la valoración que ha hecho el presidente de EE UU, Barack Obama, tras publicarse que el PIB estadounidense ha crecido un 3,2% en tasa anualizada -o un 0,8% intertrimestral- en el primer trimestre gracias al tirón del consumo de las familias. "El conjunto de la economía está hoy en mucho mejor lugar que hace un año", ha insistido Obama.
El dato publicado hoy, que deberá ser revisado durante las próximas semanas, está ligeramente por debajo de las expectativas del mercado, que calculaba un avance del 3,4%, y muestra un frenazo en el ritmo de recuperación del país, que cerró 2009 con un aumento del 5,6%.
No obstante, la reactivación del consumo, que ha subido un 3,6%, más del doble que a finales del pasado año y su mejor dato en tres años, invita a pensar en que el crecimiento, aunque no sea tan fuerte en términos cuantitativos, está siendo más equilibrado y sólido. En el cuarto trimestre de 2009, el gasto de las familias estadounidenses, que supone el 70% del PIB del país, apenas creció un 1,6%.
Frente a esta aportación de 2,55 puntos al PIB de la demanda de los hogares, el avance del 5,6% de la economía de Estados Unidos registrado entre octubre y noviembre del pasado ejercicio, el ritmo más alto en seis años, fue posible gracias a un factor temporal: la inversión de las empresas, aunque en realidad lo que hicieron fue no liquidar sus inventarios con la agresividad que se vio en la peor fase de la crisis.
En cualquier caso, según destacan los analistas, el actual ritmo de crecimiento de la primera potencial mundial sigue siendo insuficiente para recuperar el terreno perdido por la peor recesión que ha sufrido el país desde la Gran Depresión de 1930 y que se ha saldado con cuatro trimestres consecutivos a la baja entre diciembre de 2007 y junio de 2009. A lo largo de este periodo, Estados Unidos ha registrado una pérdida neta de más de ocho millones de puestos de trabajo, con lo que ha visto repuntar su tasa de paro hasta el 9,7%, su mayor nivel desde principios de los ochenta.