Advierten sobre el robo de arte en América Latina
Inder Bugarin
BBC Mundo
Los recintos religiosos y las áreas arqueológicas de México, Guatemala y Ecuador están identificadas como las zonas de América Latina más vulnerables a la sustracción ilícita de bienes culturales.
Así lo denunció la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
"México, Guatemala y Ecuador son los países más afectados en la región por el tráfico ilícito de bienes culturales”, dijo a BBC Mundo Edouard Planche, responsable de la sección de objetos culturales de la Unesco.
En particular, las entidades sufren del robo de arte sacro y del saqueo arqueológico, debido a la frágil o inexistente seguridad que hay en estos recintos.
Según la Unesco, detrás del saqueo hay habitantes de las localidades a los que se les hace fácil robar un objeto para ganar algo de dinero, aunque también hay presencia de cazadores profesionales y organizaciones criminales activas en el nivel internacional.
La mayoría de las piezas sustraídas van a parar a manos de aficionados y coleccionistas de Estados Unidos, donde los objetos mexicanos, guatemaltecos y ecuatorianos son muy codiciados por su buen estado de conservación y gran belleza.
Aunque en Europa también se ha puesto nuevamente de moda la adquisición de objetos prehispánicos por parte de coleccionistas sin escrúpulos, según la Unesco.
"El combate a la sustracción ilícita de bienes culturales deber ser una prioridad, porque cada pieza es única y cuando desaparece suele ser para siempre", advirtió Planche.
Siguiendo la pista
La pintura "San Antonio de Padua con niño" fue robado en Quito en 1999.
Debido a que en estos países el registro público de monumentos y zonas culturales es deficiente, resulta imposible conocer el número de piezas robadas, pero lo que sí se sabe es que Interpol busca centenares de objetos a nivel internacional.
De las 35.000 piezas reportadas a Interpol como robadas en todo el mundo, 294 son mexicanas, 173 ecuatorianas y 56 guatemaltecas.
Entre los objetos figura un collar maya de 28 piedras que data de entre los años 900 y 1524 y que fue robado el 12 de abril de 2005 en San Martín Jilotepeque, Guatemala.
También se buca a nivel internacional la pintura al óleo "San Antonio de Padua con niño", que no tiene firma, data del siglo XVIII y fue robada en Quito el 9 de octubre de 1999.
Otra pieza a la que Interpol le sigue la pista es una escultura precolombina que representa a una mujer arrodillada, con el cabello retocado y collar al cuello, y que fue robada el 17 de agosto de 2006 en Ixtlán del Río, México.
Deficiencias
De acuerdo con Interpol, el tráfico ilícito de obras culturales es el negocio clandestino más redituable detrás del de drogas, armas y la trata de personas.
"La mejor forma de responder a este delito es desarrollando un detallado inventario del patrimonio nacional y una policía especializada en la identificación de obras, como lo hizo Italia", le explicó a BBC Mundo Karl Heinz Kind, coordinador de la Unidad de Obras de Arte de Interpol.
"También es sumamente intensificar la cooperación internacional y educar a la población local para que entienda que la herencia cultural no es renovable".
Según Heinz Kind, muchos de los objetos robados en países como México quedan fuera de la base de datos de Interpol, la plataforma por excelencia para la búsqueda de piezas a nivel global, debido a que las autoridades entregan informes incompletos o simplemente no tienen información sobre la pieza sustraída.
Para rastrear las obras más allá de las fronteras nacionales, se requiere contar con una fotografía clara del objeto y ofrecer una serie de elementos informativos para facilitar su identificación, como es el material con el que está elaborado, la técnica y el tamaño.
BBC Mundo
Los recintos religiosos y las áreas arqueológicas de México, Guatemala y Ecuador están identificadas como las zonas de América Latina más vulnerables a la sustracción ilícita de bienes culturales.
Así lo denunció la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
"México, Guatemala y Ecuador son los países más afectados en la región por el tráfico ilícito de bienes culturales”, dijo a BBC Mundo Edouard Planche, responsable de la sección de objetos culturales de la Unesco.
En particular, las entidades sufren del robo de arte sacro y del saqueo arqueológico, debido a la frágil o inexistente seguridad que hay en estos recintos.
Según la Unesco, detrás del saqueo hay habitantes de las localidades a los que se les hace fácil robar un objeto para ganar algo de dinero, aunque también hay presencia de cazadores profesionales y organizaciones criminales activas en el nivel internacional.
La mayoría de las piezas sustraídas van a parar a manos de aficionados y coleccionistas de Estados Unidos, donde los objetos mexicanos, guatemaltecos y ecuatorianos son muy codiciados por su buen estado de conservación y gran belleza.
Aunque en Europa también se ha puesto nuevamente de moda la adquisición de objetos prehispánicos por parte de coleccionistas sin escrúpulos, según la Unesco.
"El combate a la sustracción ilícita de bienes culturales deber ser una prioridad, porque cada pieza es única y cuando desaparece suele ser para siempre", advirtió Planche.
Siguiendo la pista
La pintura "San Antonio de Padua con niño" fue robado en Quito en 1999.
Debido a que en estos países el registro público de monumentos y zonas culturales es deficiente, resulta imposible conocer el número de piezas robadas, pero lo que sí se sabe es que Interpol busca centenares de objetos a nivel internacional.
De las 35.000 piezas reportadas a Interpol como robadas en todo el mundo, 294 son mexicanas, 173 ecuatorianas y 56 guatemaltecas.
Entre los objetos figura un collar maya de 28 piedras que data de entre los años 900 y 1524 y que fue robado el 12 de abril de 2005 en San Martín Jilotepeque, Guatemala.
También se buca a nivel internacional la pintura al óleo "San Antonio de Padua con niño", que no tiene firma, data del siglo XVIII y fue robada en Quito el 9 de octubre de 1999.
Otra pieza a la que Interpol le sigue la pista es una escultura precolombina que representa a una mujer arrodillada, con el cabello retocado y collar al cuello, y que fue robada el 17 de agosto de 2006 en Ixtlán del Río, México.
Deficiencias
De acuerdo con Interpol, el tráfico ilícito de obras culturales es el negocio clandestino más redituable detrás del de drogas, armas y la trata de personas.
"La mejor forma de responder a este delito es desarrollando un detallado inventario del patrimonio nacional y una policía especializada en la identificación de obras, como lo hizo Italia", le explicó a BBC Mundo Karl Heinz Kind, coordinador de la Unidad de Obras de Arte de Interpol.
"También es sumamente intensificar la cooperación internacional y educar a la población local para que entienda que la herencia cultural no es renovable".
Según Heinz Kind, muchos de los objetos robados en países como México quedan fuera de la base de datos de Interpol, la plataforma por excelencia para la búsqueda de piezas a nivel global, debido a que las autoridades entregan informes incompletos o simplemente no tienen información sobre la pieza sustraída.
Para rastrear las obras más allá de las fronteras nacionales, se requiere contar con una fotografía clara del objeto y ofrecer una serie de elementos informativos para facilitar su identificación, como es el material con el que está elaborado, la técnica y el tamaño.