Vacas/calentamiento: ¿culpables o inocentes?
Laura Plitt
BBC Mundo, Medio Ambiente
Para los ambientalistas, reducir el consumo de carne ayudaría a frenar el calentamiento global.
El consumo de carnes rojas siempre ha sido criticado por los grupos que protegen al medio ambiente, por la contribución que los animales hacen al calentamiento global al expulsar gas metano por su hocico y a través de sus heces.
Sin embargo, en algunas circunstancias, el ganado puede ayudar a reducir los gases con efecto invernadero, dice un estudio publicado en la revista Nature.
La investigación fue llevada a cabo en la República Autónoma de Mongolia Interior, una región semiárida de China, donde la nieve acumulada durante el invierno se convierte en agua con la llegada de la primavera.
Los científicos notaron que en las zonas donde habían pastado los animales, los niveles de óxido nitroso (N2O) -también conocido como gas de la risa- eran inferiores comparados con los de las zonas de pastizales más altos.
Cuando la hierba es más alta, acumula una mayor cantidad de nieve. Bajo este manto blanco se desarrollan microbios que emiten óxido nitroso, y que se vuelven más activos cuando la nieve comienza a derretirse.
"Si las ovejas se comen el pasto, hay menos pasto y, por ende, menos nieve. Al haber menos nieve, hay menos agua en primavera y como resultado, menos microbios emisores de N2O", le dijo a BBC Mundo Benjamin Wolf, uno de los autores del estudio del Instituto de Tecnología Karlsruhe, en Alemania.
"Nuestra principal conclusión es que los procesos vinculados al manejo del ganado también pueden influir en la reducción de las emisiones de óxido nitroso del ecosistema", añadió el científico.
Cambios sencillos
El N2O es uno de los varios gases que contribuyen al efecto invernadero, atrapando calor en la tierra. Después del dióxido de carbono y el metano, es el tercer gas que más daño hace en este sentido.
Pero aunque en este caso el ganado pareciera tener un efecto beneficioso sobre el medio ambiente, los investigadores dejaron en claro que el hallazgo no pone en duda el efecto nocivo de animales como las ovejas o las vacas sobre el clima.
"Es un hecho que la cría de ganado produce N2O. Sobre eso no tenemos la menor duda. Pero lo que nuestro estudio dice es que la producción de ganado no es la única fuente de N2O. El ecosistema también lo genera, y si se permite el pastoreo, sus niveles pueden reducirse", explicó Wolf.
Básicamente, el estudio no contradice investigaciones previas, sino que añade una pieza de información más a tomar en cuenta a la hora de hacer un recuento de los gases con efecto invernadero.
Por otra parte, Wolf enfatizó que el alcance del estudio se limita a las emisiones de N2O, y por lo tanto, como no incluye ni al metano ni al dióxido de carbono: "no podemos sacar una conclusión final sobre el impacto del pastoreo sobre el cambio climático".
Aunque en opinión de Klaus Butterbach-Bahl, coautor del estudio, una de las conclusiones que sí puede derivarse de esta investigación, "es que haciendo cambios sencillos en el manejo de los animales, se pueden reducir los niveles de N20 en las praderas templadas en una escala global".
Si bien el estudio fue realizado en China, los resultados pueden aplicarse a otras zonas con características similares, como por ejemplo las praderas de América del Norte.
BBC Mundo, Medio Ambiente
Para los ambientalistas, reducir el consumo de carne ayudaría a frenar el calentamiento global.
El consumo de carnes rojas siempre ha sido criticado por los grupos que protegen al medio ambiente, por la contribución que los animales hacen al calentamiento global al expulsar gas metano por su hocico y a través de sus heces.
Sin embargo, en algunas circunstancias, el ganado puede ayudar a reducir los gases con efecto invernadero, dice un estudio publicado en la revista Nature.
La investigación fue llevada a cabo en la República Autónoma de Mongolia Interior, una región semiárida de China, donde la nieve acumulada durante el invierno se convierte en agua con la llegada de la primavera.
Los científicos notaron que en las zonas donde habían pastado los animales, los niveles de óxido nitroso (N2O) -también conocido como gas de la risa- eran inferiores comparados con los de las zonas de pastizales más altos.
Cuando la hierba es más alta, acumula una mayor cantidad de nieve. Bajo este manto blanco se desarrollan microbios que emiten óxido nitroso, y que se vuelven más activos cuando la nieve comienza a derretirse.
"Si las ovejas se comen el pasto, hay menos pasto y, por ende, menos nieve. Al haber menos nieve, hay menos agua en primavera y como resultado, menos microbios emisores de N2O", le dijo a BBC Mundo Benjamin Wolf, uno de los autores del estudio del Instituto de Tecnología Karlsruhe, en Alemania.
"Nuestra principal conclusión es que los procesos vinculados al manejo del ganado también pueden influir en la reducción de las emisiones de óxido nitroso del ecosistema", añadió el científico.
Cambios sencillos
El N2O es uno de los varios gases que contribuyen al efecto invernadero, atrapando calor en la tierra. Después del dióxido de carbono y el metano, es el tercer gas que más daño hace en este sentido.
Pero aunque en este caso el ganado pareciera tener un efecto beneficioso sobre el medio ambiente, los investigadores dejaron en claro que el hallazgo no pone en duda el efecto nocivo de animales como las ovejas o las vacas sobre el clima.
"Es un hecho que la cría de ganado produce N2O. Sobre eso no tenemos la menor duda. Pero lo que nuestro estudio dice es que la producción de ganado no es la única fuente de N2O. El ecosistema también lo genera, y si se permite el pastoreo, sus niveles pueden reducirse", explicó Wolf.
Básicamente, el estudio no contradice investigaciones previas, sino que añade una pieza de información más a tomar en cuenta a la hora de hacer un recuento de los gases con efecto invernadero.
Por otra parte, Wolf enfatizó que el alcance del estudio se limita a las emisiones de N2O, y por lo tanto, como no incluye ni al metano ni al dióxido de carbono: "no podemos sacar una conclusión final sobre el impacto del pastoreo sobre el cambio climático".
Aunque en opinión de Klaus Butterbach-Bahl, coautor del estudio, una de las conclusiones que sí puede derivarse de esta investigación, "es que haciendo cambios sencillos en el manejo de los animales, se pueden reducir los niveles de N20 en las praderas templadas en una escala global".
Si bien el estudio fue realizado en China, los resultados pueden aplicarse a otras zonas con características similares, como por ejemplo las praderas de América del Norte.