Mueren 41 personas en Bagdad en tres atentados suicidas
Bagdad, Agencias
Tres atentados suicidas perpetrados cerca de las embajadas de Irán, Egipto, España y Alemania en Bagdad causaron ayer al menos 41 muertos y 224 heridos. Las explosiones de los coches bomba se producen en medio de intensas y complejas negociaciones para formar un nuevo gobierno iraquí tras las elecciones del 7 de marzo en las que no hubo un claro ganador.
Los atentados se produjeron en los barrios de Al Mansur, en el oeste de Bagdad, y en el de Al Salehiya, en el centro de la capital. En los tres casos los conductores de los coches bomba llevaban también cinturones explosivos como carga adicional.
Una de las dos bombas del barrio de Al Mansur estalló a unos 150 metros de la Embajada de España en Bagdad. La sede diplomática sufrió daños de consideración, pero no hubo víctimas entre su personal ni entre los agentes de seguridad. La embajada española está al lado de la alemana y ambas sedes diplomáticas comparten el dispositivo de seguridad de los tres accesos.
Un cuarto atacante fue interceptado en el barrio de Masbah cuando conducía otro coche bomba y también llevaba un cinturón de explosivos. En este caso, el terrorista murió por los disparos de los agentes antes de que pudiera activar los explosivos.
"Ya es suficiente. Estamos cansados de explosiones, no nos sentimos a salvo", declaró Jassim Mohamed, de 39 años, quien resultó herido en la cabeza, un brazo y una pierna. "Salimos fuera de casa y nunca sabemos si vamos a regresar". Otro testigo comenzó a llorar y a gritar al ver el minibús de su hermano destruido por la explosión. "¿Por qué lo han matado? Se había casado hacía sólo una semana", decía.
El viernes un supuesto escuadrón de Al Qaeda llegó a una aldea del sur de Bagdad con uniformes y armas parecidas a las de los soldados estadounidenses y mataron a 25 personas de una milicia suní afín al Gobierno. Pocas horas después, en la noche del sábado, varios cohetes cayeron dentro de la Zona Verde, el área de máxima seguridad de Bagdad donde se hallan los principales ministerios y la legación estadounidense. No hubo víctimas.
La de ayer es la mayor cadena de atentados que sufre el país desde el 25 de enero, cuando varios hoteles fueron objeto de diversos atentados que causaron la muerte a 36 personas y heridas a un centenar.
Las primeras investigaciones de lo ocurrido ayer apuntan a Al Qaeda, según indicó el ministro de Exteriores iraquí, Hosyar Zebari. Aunque Zebari señaló que aún es demasiado pronto para estar seguro sobre la identidad de los terroristas, indicó: "Llevan la marca que otros atentados anteriores debido a los objetivos elegidos y la simultaneidad del ataque para provocar mayor repercusión".
Las autoridades habían advertido de que en este periodo de negociaciones para formar Gobierno se podrían producir atentados que tratasen de infundir una imagen de desestabilización. La violencia sectaria estalló durante los cinco meses que tardaron los políticos en formar gobierno tras las elecciones de 2005.
"[Los terroristas] han querido concentrar la atención mediática y enviar el mensaje de que los diplomáticos no están a salvo en Irak, ni los hombres de negocio en los hoteles, ni los funcionarios en sus ministerios", indicó Hosyar Zebari.
Tres atentados suicidas perpetrados cerca de las embajadas de Irán, Egipto, España y Alemania en Bagdad causaron ayer al menos 41 muertos y 224 heridos. Las explosiones de los coches bomba se producen en medio de intensas y complejas negociaciones para formar un nuevo gobierno iraquí tras las elecciones del 7 de marzo en las que no hubo un claro ganador.
Los atentados se produjeron en los barrios de Al Mansur, en el oeste de Bagdad, y en el de Al Salehiya, en el centro de la capital. En los tres casos los conductores de los coches bomba llevaban también cinturones explosivos como carga adicional.
Una de las dos bombas del barrio de Al Mansur estalló a unos 150 metros de la Embajada de España en Bagdad. La sede diplomática sufrió daños de consideración, pero no hubo víctimas entre su personal ni entre los agentes de seguridad. La embajada española está al lado de la alemana y ambas sedes diplomáticas comparten el dispositivo de seguridad de los tres accesos.
Un cuarto atacante fue interceptado en el barrio de Masbah cuando conducía otro coche bomba y también llevaba un cinturón de explosivos. En este caso, el terrorista murió por los disparos de los agentes antes de que pudiera activar los explosivos.
"Ya es suficiente. Estamos cansados de explosiones, no nos sentimos a salvo", declaró Jassim Mohamed, de 39 años, quien resultó herido en la cabeza, un brazo y una pierna. "Salimos fuera de casa y nunca sabemos si vamos a regresar". Otro testigo comenzó a llorar y a gritar al ver el minibús de su hermano destruido por la explosión. "¿Por qué lo han matado? Se había casado hacía sólo una semana", decía.
El viernes un supuesto escuadrón de Al Qaeda llegó a una aldea del sur de Bagdad con uniformes y armas parecidas a las de los soldados estadounidenses y mataron a 25 personas de una milicia suní afín al Gobierno. Pocas horas después, en la noche del sábado, varios cohetes cayeron dentro de la Zona Verde, el área de máxima seguridad de Bagdad donde se hallan los principales ministerios y la legación estadounidense. No hubo víctimas.
La de ayer es la mayor cadena de atentados que sufre el país desde el 25 de enero, cuando varios hoteles fueron objeto de diversos atentados que causaron la muerte a 36 personas y heridas a un centenar.
Las primeras investigaciones de lo ocurrido ayer apuntan a Al Qaeda, según indicó el ministro de Exteriores iraquí, Hosyar Zebari. Aunque Zebari señaló que aún es demasiado pronto para estar seguro sobre la identidad de los terroristas, indicó: "Llevan la marca que otros atentados anteriores debido a los objetivos elegidos y la simultaneidad del ataque para provocar mayor repercusión".
Las autoridades habían advertido de que en este periodo de negociaciones para formar Gobierno se podrían producir atentados que tratasen de infundir una imagen de desestabilización. La violencia sectaria estalló durante los cinco meses que tardaron los políticos en formar gobierno tras las elecciones de 2005.
"[Los terroristas] han querido concentrar la atención mediática y enviar el mensaje de que los diplomáticos no están a salvo en Irak, ni los hombres de negocio en los hoteles, ni los funcionarios en sus ministerios", indicó Hosyar Zebari.