Morales irá a NNUU para entregar decisiones de CMPCC sobre crisis climática
Adalid Cabrera Lemuz, Tiquipaya, Abi
El líder boliviano Evo Morales presidirá la delegación de pueblos de para entregar, en la sede de la Organización de Naciones Unidas (NNUU), en Nueva York, las resoluciones aprobadas esta semana por I la Conferencia de Mundial sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra (CMPCC) celebrada en Cochabamba por más de 40.000 delegados de naciones indígenas y movimientos sociales venidos de 147 países de cinco continentes, confirmó él mismo durante una alocución el viernes.
El Jefe de Estado dijo que se entrevistará con el secretario general de NNUU, Ban Ki-Mon, cuyos asesores ya han manifestado su interés por conocer en detalle las iniciativas CMPCC, que se celebró en esta población boliviana del 20 al 22 de abril.
"Una vez que sea fijada la fecha de la reunión, he decidido acompañar a los delegados de los movimientos sociales y pueblos de Africa, Europa, Oceanía, América y Asia para dar a conocer el documento aprobado en Tiquipaya", anotó.
En ese encuentro fue aprobada una serie de resoluciones en defensa de la Madre Tierra y la vida, en el inicio de una serie de batallas para concientizar en el mundo la necesidad de tomar cartas en el asunto para preservar la vida y la naturaleza.
En una concentración popular realizada en Cotumayo, una población ubicada en el municipio de Tiquipaya, a 412 km de La Paz, Morales dijo que entre esas resoluciones se encuentra la creación del Tribunal internacional de Justicia Climática que tendrá la función de procesar y sancionar a aquellas naciones, empresas, y personas individuales y jurídicas que cometan delitos contra la naturaleza.
"Si la ONU no viabiliza la creación de este tribunal, que es un pedido de los pueblos del mundo, presentaremos una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya contra todas esas naciones que se niegan a defender la naturaleza y la madre tierra e inclusive se resisten a suscribir acuerdos como el Protocolo de Kioto", anotó.
Dijo que los pueblos cuentan ahora con el recientemente creado Movimiento Mundial de los Pueblos por la Madre Tierra, que viabilizará todas las acciones para lograr que el mundo respete la naturaleza y el medio ambiente.
El Presidente enfatizó que se han dado dos pasos importantes al convocar y reunir a decenas de miles de personas en Bolivia, representantes de Gobiernos, organizaciones sociales e internacionales y otros para que debatan abiertamente lo que debe hacer la humanidad para evitar el desastre y la destrucción del planeta.
"Lo que corresponde ahora es no quedarse con las resoluciones sino implementarlas y presionar para que los Gobiernos las conviertan en políticas de defensa de la Madre Tierra", dijo.
Agregó que, por ejemplo, Bolivia ha presentado ante la ONU un proyecto de resolución para que el agua sea declarada un derecho universal a fin de que todos tengan acceso.
"Igualmente hay que propiciar un debate mundial sobre los derechos de la Madre Tierra porque de ella dependemos para sobrevivir, por ello son más importantes los derechos de la naturaleza que los propios derechos humanos", señaló.
Informó que el gobierno boliviano ha decidido crear un Ministerio de los Derechos de LA Madre Tierra.
El Primer Mandatario manifestó que es necesario generar nuevas iniciativas porque la batalla que libran los pueblos no debe reducirse a la Cumbre sobre el Cambio Climático que se realizará en Cancún, México, en diciembre próximo.
"Debe ser una lucha permanente para que el mundo industrializado entienda que deben dejar de lado sus irracionales programas de industrialización que han colocado al mundo al borde del desastre", anotó.
El Mandatario boliviano decidió predicar con la palabra y el viernes inició un programa de forestación con la plantación de 10.000 árboles en el departamento de Cochabamba. Similares programas se iniciaron en los departamentos de Pando, La Paz y Oruro.
El programa tiene el objetivo de plantar 10 millones de árboles en un plazo de un año, hasta el 22 de abril de 2011, uno por cada habitante de Bolivia.
"Tenemos una responsabilidad, no solamente para salvar a Bolivia, sino al mundo porque se trata de llevar adelante la tarea de defender a la naturaleza y el medio ambiente, como parte fundamental en defensa de la vida"", dijo.
El líder boliviano Evo Morales presidirá la delegación de pueblos de para entregar, en la sede de la Organización de Naciones Unidas (NNUU), en Nueva York, las resoluciones aprobadas esta semana por I la Conferencia de Mundial sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra (CMPCC) celebrada en Cochabamba por más de 40.000 delegados de naciones indígenas y movimientos sociales venidos de 147 países de cinco continentes, confirmó él mismo durante una alocución el viernes.
El Jefe de Estado dijo que se entrevistará con el secretario general de NNUU, Ban Ki-Mon, cuyos asesores ya han manifestado su interés por conocer en detalle las iniciativas CMPCC, que se celebró en esta población boliviana del 20 al 22 de abril.
"Una vez que sea fijada la fecha de la reunión, he decidido acompañar a los delegados de los movimientos sociales y pueblos de Africa, Europa, Oceanía, América y Asia para dar a conocer el documento aprobado en Tiquipaya", anotó.
En ese encuentro fue aprobada una serie de resoluciones en defensa de la Madre Tierra y la vida, en el inicio de una serie de batallas para concientizar en el mundo la necesidad de tomar cartas en el asunto para preservar la vida y la naturaleza.
En una concentración popular realizada en Cotumayo, una población ubicada en el municipio de Tiquipaya, a 412 km de La Paz, Morales dijo que entre esas resoluciones se encuentra la creación del Tribunal internacional de Justicia Climática que tendrá la función de procesar y sancionar a aquellas naciones, empresas, y personas individuales y jurídicas que cometan delitos contra la naturaleza.
"Si la ONU no viabiliza la creación de este tribunal, que es un pedido de los pueblos del mundo, presentaremos una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya contra todas esas naciones que se niegan a defender la naturaleza y la madre tierra e inclusive se resisten a suscribir acuerdos como el Protocolo de Kioto", anotó.
Dijo que los pueblos cuentan ahora con el recientemente creado Movimiento Mundial de los Pueblos por la Madre Tierra, que viabilizará todas las acciones para lograr que el mundo respete la naturaleza y el medio ambiente.
El Presidente enfatizó que se han dado dos pasos importantes al convocar y reunir a decenas de miles de personas en Bolivia, representantes de Gobiernos, organizaciones sociales e internacionales y otros para que debatan abiertamente lo que debe hacer la humanidad para evitar el desastre y la destrucción del planeta.
"Lo que corresponde ahora es no quedarse con las resoluciones sino implementarlas y presionar para que los Gobiernos las conviertan en políticas de defensa de la Madre Tierra", dijo.
Agregó que, por ejemplo, Bolivia ha presentado ante la ONU un proyecto de resolución para que el agua sea declarada un derecho universal a fin de que todos tengan acceso.
"Igualmente hay que propiciar un debate mundial sobre los derechos de la Madre Tierra porque de ella dependemos para sobrevivir, por ello son más importantes los derechos de la naturaleza que los propios derechos humanos", señaló.
Informó que el gobierno boliviano ha decidido crear un Ministerio de los Derechos de LA Madre Tierra.
El Primer Mandatario manifestó que es necesario generar nuevas iniciativas porque la batalla que libran los pueblos no debe reducirse a la Cumbre sobre el Cambio Climático que se realizará en Cancún, México, en diciembre próximo.
"Debe ser una lucha permanente para que el mundo industrializado entienda que deben dejar de lado sus irracionales programas de industrialización que han colocado al mundo al borde del desastre", anotó.
El Mandatario boliviano decidió predicar con la palabra y el viernes inició un programa de forestación con la plantación de 10.000 árboles en el departamento de Cochabamba. Similares programas se iniciaron en los departamentos de Pando, La Paz y Oruro.
El programa tiene el objetivo de plantar 10 millones de árboles en un plazo de un año, hasta el 22 de abril de 2011, uno por cada habitante de Bolivia.
"Tenemos una responsabilidad, no solamente para salvar a Bolivia, sino al mundo porque se trata de llevar adelante la tarea de defender a la naturaleza y el medio ambiente, como parte fundamental en defensa de la vida"", dijo.