Las aerolíneas desafían los cielos cerrados
Ricardo M. De Rituerto, Bruselas, El País
La suspensión ayer por cuarto día consecutivo de la mayor parte de los vuelos en Europa hizo estallar los ánimos de responsables de compañías aéreas, que efectuaron durante el fin de semana vuelos de prueba sin pasajeros para determinar riesgos y no registraron incidencias ni daños. "No entiendo nada de lo que pasa", declaró el ex corredor austriaco de fórmula 1 Niki Lauda tras pilotar sin novedades un Airbus de su compañía. En semejantes términos se expresaron responsables de Lufthansa, la primera aerolínea europea, y Air Berlin, la número dos germana. Un portavoz de Lufthansa calificó de "escandaloso" que el cierre de los espacios aéreos se basara sólo en proyecciones teóricas de un modelo informático desarrollado por el Centro Asesor sobre Cenizas Volcánicas (VAAC), dependiente de la agencia meteorológica británica.
La frustración sentida por los siete millones de pasajeros afectados por los cierres de los aeropuertos europeos desde el jueves adquirió una nueva dimensión con la entrada en escena de los directivos de compañías que están perdiendo en total unos 150 millones de euros diarios.
"Estamos estupefactos porque los resultados de los vuelos de prueba realizados no justifican las decisiones tomadas por las autoridades", señaló en un comunicado Joachim Hunold, consejero delegado de Air Berlin, tras evaluar tres vuelos realizados por su compañía.
La poderosa Lufthansa fue más allá y puso en el aire 10 aviones el sábado y ayer seguía con los tanteos. "Los aparatos han sido analizados y no presentan ningún daño, ni el menor rayón sobre los parabrisas de la cabina, sobre el fuselaje o en los motores", resumió un portavoz.
Otro vuelo realizado el sábado en Holanda por KLM, con el presidente de la sociedad a bordo, "se realizó sin incidentes y confirmó que la calidad de la atmósfera era satisfactoria", según otro comunicado. Los ojos se volvieron a Londres, sede del VAAC, dependiente de la Met Office británica, uno de cuyos portavoces argumentó que la evolución de la nube "se ajusta muy bien a las previsiones" y cuestionó las apreciaciones de Air Berlin sobre la limpieza del espacio: "Hay zonas limpias, pero esas zonas no se están quietas".
También la compañía British Airways decidió realizar pruebas para comprobar sus aviones. Un Boeing 737 salió de Heathrow, en Londres, a las cinco de la tarde para aterrizar una hora más tarde, en Cardiff (Gales). "Las condiciones han sido perfectas. Sin incidentes", resumió la compañía.
La Autoridad de Aviación Civil (CAA) británica dudó del valor científico de las pruebas realizadas por las líneas aéreas comerciales. "No son lo mismo que auténticos vuelos de análisis realizados con equipos especiales en los aviones", explicó un portavoz.
La sección europea del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) y la Asociación Europea de Línea Aéreas (AEA) emitieron un comunicado en Bruselas para reclamar una reevaluación de las restricciones que están teniendo "un impacto demoledor sobre el sector aéreo y se están extendiendo a otros sectores de la economía".
Las aerolíneas y los aeropuertos reconocen que la seguridad es la máxima prioridad, pero "cuestionan la proporcionalidad de las restricciones de vuelos impuestas", se lee en el comunicado. La erupción del volcán no es un hecho sin precedentes "y los procedimientos aplicados en otras partes del mundo donde hay erupciones no parecen requerir semejantes restricciones". De ahí que, tras agradecer los esfuerzos iniciales que las autoridades están haciendo, ACI y AEA pidan "una inmediata reevaluación de las actuales restricciones en Europa".
A la espera de las decisiones que puedan tomar esta tarde los misnistros de Transporte de la UE, las autoridades nacionales abrieron y cerraron ayer zonas de su espacio aéreo conforme la situación lo aconsejaba. Air France anunció la salida de varios vuelos de ensayo en vacío con vistas a reanudar sus operaciones desde el aeropuerto de Toulouse. Los vuelos partirán hacia Nueva York, Dubai, Dakar y Hong Kong. La compañía invitó a las personas que lo desearan a embarcarse.
En Reino Unido, el primer ministro británico, Gordon Brown, llamó al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y le pidió utilizar los aeropuertos españoles como escala para acoger a los pasajeros que tengan que proseguir su ruta por mar o tierra hacia las islas, según Reuters. Zapatero prometió ayudar en la medida de lo posible.
El Gobierno británico se planteó incluso utilizar a la Marina británica y requisar buques mercantes para facilitar el tránsito. "Estudiaremos cualquier opción para que nuestra gente pueda regresar", afirmó el ministro de Negocios, Peter Mandelson.
Eurocontrol, la agencia que gestiona el tráfico aéreo en Europa, indicó ayer que los 24.000 vuelos que surcan los cielos continentales en un domingo cualquiera quedaron reducidos a unos 5.000, lo que eleva a 63.000 los cancelados desde que el jueves comenzase la crisis.
La suspensión ayer por cuarto día consecutivo de la mayor parte de los vuelos en Europa hizo estallar los ánimos de responsables de compañías aéreas, que efectuaron durante el fin de semana vuelos de prueba sin pasajeros para determinar riesgos y no registraron incidencias ni daños. "No entiendo nada de lo que pasa", declaró el ex corredor austriaco de fórmula 1 Niki Lauda tras pilotar sin novedades un Airbus de su compañía. En semejantes términos se expresaron responsables de Lufthansa, la primera aerolínea europea, y Air Berlin, la número dos germana. Un portavoz de Lufthansa calificó de "escandaloso" que el cierre de los espacios aéreos se basara sólo en proyecciones teóricas de un modelo informático desarrollado por el Centro Asesor sobre Cenizas Volcánicas (VAAC), dependiente de la agencia meteorológica británica.
La frustración sentida por los siete millones de pasajeros afectados por los cierres de los aeropuertos europeos desde el jueves adquirió una nueva dimensión con la entrada en escena de los directivos de compañías que están perdiendo en total unos 150 millones de euros diarios.
"Estamos estupefactos porque los resultados de los vuelos de prueba realizados no justifican las decisiones tomadas por las autoridades", señaló en un comunicado Joachim Hunold, consejero delegado de Air Berlin, tras evaluar tres vuelos realizados por su compañía.
La poderosa Lufthansa fue más allá y puso en el aire 10 aviones el sábado y ayer seguía con los tanteos. "Los aparatos han sido analizados y no presentan ningún daño, ni el menor rayón sobre los parabrisas de la cabina, sobre el fuselaje o en los motores", resumió un portavoz.
Otro vuelo realizado el sábado en Holanda por KLM, con el presidente de la sociedad a bordo, "se realizó sin incidentes y confirmó que la calidad de la atmósfera era satisfactoria", según otro comunicado. Los ojos se volvieron a Londres, sede del VAAC, dependiente de la Met Office británica, uno de cuyos portavoces argumentó que la evolución de la nube "se ajusta muy bien a las previsiones" y cuestionó las apreciaciones de Air Berlin sobre la limpieza del espacio: "Hay zonas limpias, pero esas zonas no se están quietas".
También la compañía British Airways decidió realizar pruebas para comprobar sus aviones. Un Boeing 737 salió de Heathrow, en Londres, a las cinco de la tarde para aterrizar una hora más tarde, en Cardiff (Gales). "Las condiciones han sido perfectas. Sin incidentes", resumió la compañía.
La Autoridad de Aviación Civil (CAA) británica dudó del valor científico de las pruebas realizadas por las líneas aéreas comerciales. "No son lo mismo que auténticos vuelos de análisis realizados con equipos especiales en los aviones", explicó un portavoz.
La sección europea del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) y la Asociación Europea de Línea Aéreas (AEA) emitieron un comunicado en Bruselas para reclamar una reevaluación de las restricciones que están teniendo "un impacto demoledor sobre el sector aéreo y se están extendiendo a otros sectores de la economía".
Las aerolíneas y los aeropuertos reconocen que la seguridad es la máxima prioridad, pero "cuestionan la proporcionalidad de las restricciones de vuelos impuestas", se lee en el comunicado. La erupción del volcán no es un hecho sin precedentes "y los procedimientos aplicados en otras partes del mundo donde hay erupciones no parecen requerir semejantes restricciones". De ahí que, tras agradecer los esfuerzos iniciales que las autoridades están haciendo, ACI y AEA pidan "una inmediata reevaluación de las actuales restricciones en Europa".
A la espera de las decisiones que puedan tomar esta tarde los misnistros de Transporte de la UE, las autoridades nacionales abrieron y cerraron ayer zonas de su espacio aéreo conforme la situación lo aconsejaba. Air France anunció la salida de varios vuelos de ensayo en vacío con vistas a reanudar sus operaciones desde el aeropuerto de Toulouse. Los vuelos partirán hacia Nueva York, Dubai, Dakar y Hong Kong. La compañía invitó a las personas que lo desearan a embarcarse.
En Reino Unido, el primer ministro británico, Gordon Brown, llamó al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y le pidió utilizar los aeropuertos españoles como escala para acoger a los pasajeros que tengan que proseguir su ruta por mar o tierra hacia las islas, según Reuters. Zapatero prometió ayudar en la medida de lo posible.
El Gobierno británico se planteó incluso utilizar a la Marina británica y requisar buques mercantes para facilitar el tránsito. "Estudiaremos cualquier opción para que nuestra gente pueda regresar", afirmó el ministro de Negocios, Peter Mandelson.
Eurocontrol, la agencia que gestiona el tráfico aéreo en Europa, indicó ayer que los 24.000 vuelos que surcan los cielos continentales en un domingo cualquiera quedaron reducidos a unos 5.000, lo que eleva a 63.000 los cancelados desde que el jueves comenzase la crisis.