La esclavitud causa polémica en EE.UU.
Carlos Chirinos
BBC Mundo, Washington
Un grabado de Abraham Lincoln, en Richmond, Virginia, el 3 de abril de 1865, tras haber abolido la esclavitud.
Todo empezó con el aparentemente loable objetivo de "promover el turismo", honrando al mismo tiempos la memoria de soldados del estado de Virginia muertos durante la guerra de secesión de EE.UU. entre 1861-1865.
Siguió con un encendido debate sobre la memoria histórica, acusaciones de querer reescribir el pasado, junto a una advertencia sobre los tiempos "racistas" que vive el país.
Y terminó con una seguidilla de aclaratorias y disculpas por parte del gobernador de ese estado por haberse "olvidado" de la importancia de la esclavitud en aquella conflagración, que enfrentó el norte industralizado con el sur agrícola.
Finalmente el gobernador Bob McDonell, considerado unas de las estrellas en ascenso del Partido Republicano, reconoció que fue una "omisión mayor" no citar a los esclavos cuando firmó la proclamación de abril como Mes de Historia Confederada.
Fue una disculpa a la que McDonell no llegó fácilmente y que no terminó de resolver el entuerto, porque reactivó una polémica antigua con repercusiones contemporáneas.
Cuestión de turismo
Virginia está al sur de Washington DC, cruzando el río Potomac. De hecho parte del área metropolitana de la ciudad se esparce en su territorio.
En Richmond, su capital, los rebeldes Estados Confederados establecieron su centro político hasta que la adversa marcha de la guerra forzó a su desplazamiento.
Es común ver por todo el estado esos carteles de fondo marrón -con los que se anuncian en EE.UU. los lugares turísticos- señalando los campos de las batallas más importantes de aquella guerra.
El gobernador McDonell dice que su intención era promover la visita a esos sitios, ahora que empieza la cuenta regresiva para la conmemoración de los 150 años del inicio de la guerra en 2011.
El problema es que al hacerlo sólo habló del sacrificio de los soldados caídos del lado confederado, quienes lucharon sin éxito contra el Norte, en parte para mantener su sistema económico basado en el uso de mano de obra esclava.
"La abominación de la esclavitud dividió nuestra nación, negó a gente de sus inalienables derechos otorgados por Dios y condujo a la Guerra Civil", dijo McDonell al corregir su decreto, tras pasar una tarde de "aclaratorias" y "explicaciones".
Mancha indeleble
Aunque al principio la oficina del gobernador dijo que la esclavitud no había sido una de las cosas "más significativas" de la guerra, reconoció que fue una "práctica, viciosa, perversa e inhumana" que "ha dejado una mancha en el alma de este estado y la nación".
No puedes hablar de la Confederación y la Guerra Civil y no hablar de la esclavitud. Eso no tiene sentido (…) Es como tratar de devolver el reloj, especialmente en estos tiempos. Estos son tiempos crecientemente racistas
Benjamin Jelaous, presidente de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color
Precisamente para evitar caer en las confrontaciones que genera esa "mancha" indeleble, los dos gobernadores demócratas que precedieron a McDonell nunca proclamaron la efeméride, para no ofender a la población negra y a grupos de defensa de los derechos humanos.
Este miércoles todos esos grupos rápidamente sintieron que los habían ofendido.
"No se trata de ser políticamente correcto, sino de ser correcto", dijo Benjamin Jelaous, presidente de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color, la organización de promoción de derechos de los afroamericanos más antigua del país.
"No puedes hablar de la Confederación y la Guerra Civil y no hablar de la esclavitud. Eso no tiene sentido (…) Es como tratar de devolver el reloj, especialmente en estos tiempos. Estos son tiempos crecientemente racistas", aseguró Jelaous a la publicación Político.
Del otro lado de las opiniones Richard Hines, de Hijos de los Veteranos de la Confederación, considera que el gobernador "merece gran crédito por declarar el mes de la historia confederada".
El sur es de todos
Doug Wilder, quien en 1990 se convirtió en el primer gobernador negro elegido en EE.UU., justamente en Virginia, saludó la corrección oficial.
"Creo que es hacer lo correcto, porque mucha gente reconoce que la esclavitud fue la causa de la guerra", dijo este jueves en una entrevista con la cadena de noticias CNN.
Doug Wilder, quien en 1990 se convirtió en el primer gobernador negro elegido en EE.UU., justamente en Virginia, saludó la corrección oficial.
"Creo que es hacer lo correcto, porque mucha gente reconoce que la esclavitud fue la causa de la Guerra".
Sin embargo, la aclaratoria de McDonell no entierra la polémica, a juzgar por el vendaval de opiniones que ha desatado en EE.UU.
"Aunque la declaración reconoce con justicia el sacrificio de aquellos que combatieron en nombre de la Confederación, hay un hueco en el corazón de la declaración", lamenta en su editorial de este jueves el Richmond-Times Dispatch, el diario más importante de la capital de Virginia.
"La herencia sureña no solo incluye a quienes apoyaron la Confederación sino también a aquellos que recibieron a los ejércitos de la Unión (el norte) como liberadores", afirma el editorial.
BBC Mundo, Washington
Un grabado de Abraham Lincoln, en Richmond, Virginia, el 3 de abril de 1865, tras haber abolido la esclavitud.
Todo empezó con el aparentemente loable objetivo de "promover el turismo", honrando al mismo tiempos la memoria de soldados del estado de Virginia muertos durante la guerra de secesión de EE.UU. entre 1861-1865.
Siguió con un encendido debate sobre la memoria histórica, acusaciones de querer reescribir el pasado, junto a una advertencia sobre los tiempos "racistas" que vive el país.
Y terminó con una seguidilla de aclaratorias y disculpas por parte del gobernador de ese estado por haberse "olvidado" de la importancia de la esclavitud en aquella conflagración, que enfrentó el norte industralizado con el sur agrícola.
Finalmente el gobernador Bob McDonell, considerado unas de las estrellas en ascenso del Partido Republicano, reconoció que fue una "omisión mayor" no citar a los esclavos cuando firmó la proclamación de abril como Mes de Historia Confederada.
Fue una disculpa a la que McDonell no llegó fácilmente y que no terminó de resolver el entuerto, porque reactivó una polémica antigua con repercusiones contemporáneas.
Cuestión de turismo
Virginia está al sur de Washington DC, cruzando el río Potomac. De hecho parte del área metropolitana de la ciudad se esparce en su territorio.
En Richmond, su capital, los rebeldes Estados Confederados establecieron su centro político hasta que la adversa marcha de la guerra forzó a su desplazamiento.
Es común ver por todo el estado esos carteles de fondo marrón -con los que se anuncian en EE.UU. los lugares turísticos- señalando los campos de las batallas más importantes de aquella guerra.
El gobernador McDonell dice que su intención era promover la visita a esos sitios, ahora que empieza la cuenta regresiva para la conmemoración de los 150 años del inicio de la guerra en 2011.
El problema es que al hacerlo sólo habló del sacrificio de los soldados caídos del lado confederado, quienes lucharon sin éxito contra el Norte, en parte para mantener su sistema económico basado en el uso de mano de obra esclava.
"La abominación de la esclavitud dividió nuestra nación, negó a gente de sus inalienables derechos otorgados por Dios y condujo a la Guerra Civil", dijo McDonell al corregir su decreto, tras pasar una tarde de "aclaratorias" y "explicaciones".
Mancha indeleble
Aunque al principio la oficina del gobernador dijo que la esclavitud no había sido una de las cosas "más significativas" de la guerra, reconoció que fue una "práctica, viciosa, perversa e inhumana" que "ha dejado una mancha en el alma de este estado y la nación".
No puedes hablar de la Confederación y la Guerra Civil y no hablar de la esclavitud. Eso no tiene sentido (…) Es como tratar de devolver el reloj, especialmente en estos tiempos. Estos son tiempos crecientemente racistas
Benjamin Jelaous, presidente de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color
Precisamente para evitar caer en las confrontaciones que genera esa "mancha" indeleble, los dos gobernadores demócratas que precedieron a McDonell nunca proclamaron la efeméride, para no ofender a la población negra y a grupos de defensa de los derechos humanos.
Este miércoles todos esos grupos rápidamente sintieron que los habían ofendido.
"No se trata de ser políticamente correcto, sino de ser correcto", dijo Benjamin Jelaous, presidente de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color, la organización de promoción de derechos de los afroamericanos más antigua del país.
"No puedes hablar de la Confederación y la Guerra Civil y no hablar de la esclavitud. Eso no tiene sentido (…) Es como tratar de devolver el reloj, especialmente en estos tiempos. Estos son tiempos crecientemente racistas", aseguró Jelaous a la publicación Político.
Del otro lado de las opiniones Richard Hines, de Hijos de los Veteranos de la Confederación, considera que el gobernador "merece gran crédito por declarar el mes de la historia confederada".
El sur es de todos
Doug Wilder, quien en 1990 se convirtió en el primer gobernador negro elegido en EE.UU., justamente en Virginia, saludó la corrección oficial.
"Creo que es hacer lo correcto, porque mucha gente reconoce que la esclavitud fue la causa de la guerra", dijo este jueves en una entrevista con la cadena de noticias CNN.
Doug Wilder, quien en 1990 se convirtió en el primer gobernador negro elegido en EE.UU., justamente en Virginia, saludó la corrección oficial.
"Creo que es hacer lo correcto, porque mucha gente reconoce que la esclavitud fue la causa de la Guerra".
Sin embargo, la aclaratoria de McDonell no entierra la polémica, a juzgar por el vendaval de opiniones que ha desatado en EE.UU.
"Aunque la declaración reconoce con justicia el sacrificio de aquellos que combatieron en nombre de la Confederación, hay un hueco en el corazón de la declaración", lamenta en su editorial de este jueves el Richmond-Times Dispatch, el diario más importante de la capital de Virginia.
"La herencia sureña no solo incluye a quienes apoyaron la Confederación sino también a aquellos que recibieron a los ejércitos de la Unión (el norte) como liberadores", afirma el editorial.