Europa sufre la peor crisis aérea
CRISTINA GALINDO, El País en Varsovia
La nube de ceniza procedente de la erupción de un volcán en Islandia, que avanza hacia el sureste de Europa, dejó ayer a su paso miles de vuelos cancelados y afectó a la agenda política de parte del continente. El cierre del tráfico aéreo amenaza con impedir la llegada a Cracovia de una docena de dirigentes mundiales para asistir mañana a los funerales del presidente polaco, Lech Kaczynski. El caos aéreo, el mayor desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, afectó a las operaciones de la OTAN en Afganistán y a la reunión de los ministros de Finanzas de la UE en Madrid.
Europa se enfrenta a un fin de semana complicado. Lo peor puede estar por llegar, según Eurocontrol, el organismo europeo de vigilancia aérea. Cerca de 17.000 vuelos fueron cancelados ayer, en el segundo día de colapso del espacio aéreo después de que el volcán situado bajo el glaciar de Eyjafjalla, en Islandia, entrara en erupción soltando una gigantesca nube de ceniza. A medida que la nube avanza, más países han ido cerrando su espacio aéreo total o parcialmente, hasta llegar a los 16. A los que lo hicieron el jueves (Reino Unido, Irlanda, Bélgica, Holanda, Noruega, Suecia y Finlandia), ayer se sumaron Dinamarca, Francia, Alemania y los bálticos, Hungría, República Checa, Eslovaquia y Polonia. A ellos hay que sumar otra decena de países con vuelos cancelados.
En Varsovia y otras ciudades polacas, los ciudadanos miraban al cielo preguntándose si las cerca de 80 delegaciones extranjeras invitadas al funeral de su presidente, fallecido el pasado 10 de abril en un accidente aéreo junto a otras 95 personas, podrán llegar a tiempo. Polonia está decidida, por insistencia de la familia, a mantener la fecha de mañana para enterrar al jefe de Estado en la catedral de Wawel, en Cracovia, pero la ausencia de líderes internacionales que habían confirmado su asistencia desluciría sin duda la ceremonia. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama; de Rusia, Dmitri Medvédev; de Francia, Nicolas Sarkozy, y los reyes de España, entre otros, han anunciado su presencia.
La mayoría de los aeropuertos de Polonia, incluidos los de Varsovia y Cracovia, permanecían cerrados ayer por la tarde. "La voluntad de la familia es que, por ninguna circunstancia, se modifique la fecha", declaró el portavoz de la presidencia, Jacek Sasin. Horas antes, el mismo portavoz admitió la posibilidad de que el entierro se aplazara.
De momento ninguna delegación extranjera ha cancelado su visita a Polonia, según el ministro de Exteriores, Radoslaw Sikorski. Si hubiera alguna cancelación debería ser comunicada hoy, ya que muchos de los asistentes habían previsto llegar a Cracovia esta tarde. Como ejemplo de lo difícil que resulta viajar por Europa, el avión de Angela Merkel, procedente de Washington, fue desviado a Portugal.
Los efectos del caos aéreo, que ha dejado en tierra a cientos de miles de pasajeros, también se dejaron notar en la reunión de ayer en Madrid de los ministros de Economía de la zona euro (Eurogrupo), que sigue hoy con el consejo informal de Economía de la UE (Ecofin). Los representantes de Bélgica, Irlanda y Malta no llegaron a tiempo al encuentro. En España, unos 1.200 vuelos con origen o destino en los países afectados han sido cancelados.
El Ejército norteamericano ha interrumpido el traslado de los soldados heridos en Afganistán e Irak a su hospital militar en Alemania, y ha desviado todas las evacuaciones a Estados Unidos. En Dinamarca, algunos invitados al cumpleaños de la reina Margarita II, que celebraba anoche una cena de gala, no pudieron acudir a la cita, entre ellos los reyes de España y los príncipes de Bélgica. Y el presidente de Portugal, Anibal Cavaco Silva, tuvo que permanecer en la República Checa, donde estaba de visita oficial, al no poder volar a Lisboa.
Las condiciones de estabilidad atmosférica y la continuidad en la erupción harán que la nube de ceniza se extienda progresivamente hacia el sur y el sureste de Europa a lo largo de hoy y que "sea mayor el espacio aéreo cerrado" que en días precedentes, según Kenneth Thomas, uno de los gestores del sistema de control aéreo de Eurocontrol en Bruselas, informa Ricardo Martínez de Rituerto. En medio de la sala desde la que controlan en tiempo real todos los vuelos sobre el espacio aéreo europeo, Thomas contabilizaba a media tarde de ayer 16 países con cierre total o parcial ejecutado o inmediato de su espacio. Brian Flynn, subjefe de operaciones en Eurocontrol, puso las cifras: de los 28.000 vuelos programados para el jueves, fueron suspendidos 8.000. De los 29.500 previstos para ayer, fueron anulados 16.500. "Hemos perdido más de la mitad de los movimientos", dijo.
La nube no representa por ahora ningún problema de salud, porque la ceniza se mantiene en la atmósfera, pero la Organización Mundial de la Salud ha advertido que, de llegar al suelo, podría afectar a personas con problemas respiratorios. Lo que sí supone es una amenaza para la aviación, porque las partículas flotantes pueden dañar el fuselaje de los aparatos.
El aventurero Jesús Calleja, responsable del programa Desafío Extremo (Cuatro), estaba a 18 kilómetros de la falda del Eyjafjalla cuando entró en erupción, informa Carmen Pérez-Lanzac. Ayer seguía en la zona: "Estábamos instalando la tienda cuando, de repente, aparecieron las nubes más extrañas que he visto en mi vida: una especie de coliflores gigantescas de 20.000 metros de altura de color oscuro, amenazadoras. Eran nubes muy densas que corrían a gran velocidad".
La nube de ceniza procedente de la erupción de un volcán en Islandia, que avanza hacia el sureste de Europa, dejó ayer a su paso miles de vuelos cancelados y afectó a la agenda política de parte del continente. El cierre del tráfico aéreo amenaza con impedir la llegada a Cracovia de una docena de dirigentes mundiales para asistir mañana a los funerales del presidente polaco, Lech Kaczynski. El caos aéreo, el mayor desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, afectó a las operaciones de la OTAN en Afganistán y a la reunión de los ministros de Finanzas de la UE en Madrid.
Europa se enfrenta a un fin de semana complicado. Lo peor puede estar por llegar, según Eurocontrol, el organismo europeo de vigilancia aérea. Cerca de 17.000 vuelos fueron cancelados ayer, en el segundo día de colapso del espacio aéreo después de que el volcán situado bajo el glaciar de Eyjafjalla, en Islandia, entrara en erupción soltando una gigantesca nube de ceniza. A medida que la nube avanza, más países han ido cerrando su espacio aéreo total o parcialmente, hasta llegar a los 16. A los que lo hicieron el jueves (Reino Unido, Irlanda, Bélgica, Holanda, Noruega, Suecia y Finlandia), ayer se sumaron Dinamarca, Francia, Alemania y los bálticos, Hungría, República Checa, Eslovaquia y Polonia. A ellos hay que sumar otra decena de países con vuelos cancelados.
En Varsovia y otras ciudades polacas, los ciudadanos miraban al cielo preguntándose si las cerca de 80 delegaciones extranjeras invitadas al funeral de su presidente, fallecido el pasado 10 de abril en un accidente aéreo junto a otras 95 personas, podrán llegar a tiempo. Polonia está decidida, por insistencia de la familia, a mantener la fecha de mañana para enterrar al jefe de Estado en la catedral de Wawel, en Cracovia, pero la ausencia de líderes internacionales que habían confirmado su asistencia desluciría sin duda la ceremonia. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama; de Rusia, Dmitri Medvédev; de Francia, Nicolas Sarkozy, y los reyes de España, entre otros, han anunciado su presencia.
La mayoría de los aeropuertos de Polonia, incluidos los de Varsovia y Cracovia, permanecían cerrados ayer por la tarde. "La voluntad de la familia es que, por ninguna circunstancia, se modifique la fecha", declaró el portavoz de la presidencia, Jacek Sasin. Horas antes, el mismo portavoz admitió la posibilidad de que el entierro se aplazara.
De momento ninguna delegación extranjera ha cancelado su visita a Polonia, según el ministro de Exteriores, Radoslaw Sikorski. Si hubiera alguna cancelación debería ser comunicada hoy, ya que muchos de los asistentes habían previsto llegar a Cracovia esta tarde. Como ejemplo de lo difícil que resulta viajar por Europa, el avión de Angela Merkel, procedente de Washington, fue desviado a Portugal.
Los efectos del caos aéreo, que ha dejado en tierra a cientos de miles de pasajeros, también se dejaron notar en la reunión de ayer en Madrid de los ministros de Economía de la zona euro (Eurogrupo), que sigue hoy con el consejo informal de Economía de la UE (Ecofin). Los representantes de Bélgica, Irlanda y Malta no llegaron a tiempo al encuentro. En España, unos 1.200 vuelos con origen o destino en los países afectados han sido cancelados.
El Ejército norteamericano ha interrumpido el traslado de los soldados heridos en Afganistán e Irak a su hospital militar en Alemania, y ha desviado todas las evacuaciones a Estados Unidos. En Dinamarca, algunos invitados al cumpleaños de la reina Margarita II, que celebraba anoche una cena de gala, no pudieron acudir a la cita, entre ellos los reyes de España y los príncipes de Bélgica. Y el presidente de Portugal, Anibal Cavaco Silva, tuvo que permanecer en la República Checa, donde estaba de visita oficial, al no poder volar a Lisboa.
Las condiciones de estabilidad atmosférica y la continuidad en la erupción harán que la nube de ceniza se extienda progresivamente hacia el sur y el sureste de Europa a lo largo de hoy y que "sea mayor el espacio aéreo cerrado" que en días precedentes, según Kenneth Thomas, uno de los gestores del sistema de control aéreo de Eurocontrol en Bruselas, informa Ricardo Martínez de Rituerto. En medio de la sala desde la que controlan en tiempo real todos los vuelos sobre el espacio aéreo europeo, Thomas contabilizaba a media tarde de ayer 16 países con cierre total o parcial ejecutado o inmediato de su espacio. Brian Flynn, subjefe de operaciones en Eurocontrol, puso las cifras: de los 28.000 vuelos programados para el jueves, fueron suspendidos 8.000. De los 29.500 previstos para ayer, fueron anulados 16.500. "Hemos perdido más de la mitad de los movimientos", dijo.
La nube no representa por ahora ningún problema de salud, porque la ceniza se mantiene en la atmósfera, pero la Organización Mundial de la Salud ha advertido que, de llegar al suelo, podría afectar a personas con problemas respiratorios. Lo que sí supone es una amenaza para la aviación, porque las partículas flotantes pueden dañar el fuselaje de los aparatos.
El aventurero Jesús Calleja, responsable del programa Desafío Extremo (Cuatro), estaba a 18 kilómetros de la falda del Eyjafjalla cuando entró en erupción, informa Carmen Pérez-Lanzac. Ayer seguía en la zona: "Estábamos instalando la tienda cuando, de repente, aparecieron las nubes más extrañas que he visto en mi vida: una especie de coliflores gigantescas de 20.000 metros de altura de color oscuro, amenazadoras. Eran nubes muy densas que corrían a gran velocidad".