Cuba apuesta por salvar la naturaleza y todas sus especies
Victor M. Carriba, ONU, PL
Cuba reiteró hoy en la Asamblea General de las Naciones Unidas la necesidad de cambiar los actuales patrones de producción y consumo para salvar a la naturaleza y todas sus especies, incluyendo la humana.
Debemos luchar por mantener los principios éticos y morales, de respeto al medio ambiente, a los pueblos y a la vida, dijo el representante permanente de Cuba ante la ONU, Pedro Núñez Mosquera, en una sesión por el Día Internacional de la Madre Tierra.
Recordó que su país ha advertido sobre lo insostenible de "los absurdos patrones de producción y consumo generados por un modelo social que basa su accionar en las leyes del mercado, con la consabida inequidad en la distribución de las riquezas que ello implica".
En ese sentido, citó al líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, cuando en 1992 reclamó "menos lujo y menos despilfarro en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre en gran parte de la Tierra".
Núñez Mosquera insistió en lo imperioso de transformar el injusto orden económico internacional prevaleciente y de eliminar las desigualdades entre los países ricos y pobres.
También demandó fomentar la voluntad política del mundo desarrollado para facilitar recursos financieros nuevos y adicionales destinados al desarrollo sostenible y terminar con las insuficiencias en el acceso a tecnologías.
Asimismo, alertó contra los efectos negativos del cambio climático y su devastador impacto sobre los países subdesarrollados, con un incremento de los índices de pobreza, hambre, desnutrición y enfermedades prevenibles.
Dijo que el actual orden mundial provoca dos mil 500 millones de pobres, mil 100 millones de personas sin agua potable, dos mil 600 millones sin servicios de saneamiento, más de 800 millones de analfabetos y 115 millones de niños sin escuela primaria.
Agregó que mientras mil millones de ciudadanos del primer mundo derrochan casi la mitad de la energía del planeta, dos mil millones de pobres carecen de electricidad.
Al mismo tiempo, un reducido grupo de 30 países consume el 80 por ciento del combustible que se produce en el planeta, indicó y advirtió que el 76 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero se originan en naciones industrializadas, apuntó.
En ese sentido, llamó a realizar un cambio radical en el uso de la energía ante la urgencia de disminuir los índices de consumo, fundamentalmente del mundo desarrollado.
El representante cubano subrayó la importancia de mantenerse en armonía con la naturaleza, de encontrar el adecuado equilibrio en la consecución del bienestar humano presente y futuro y de profundizar en el concepto de desarrollo sostenible.
Le corresponde a la especie humana encontrar la sabiduría suficiente para preservar lo que tenemos y detener los descalabros provocados por nuestro irresponsable actuar, insistió.
Cuba reiteró hoy en la Asamblea General de las Naciones Unidas la necesidad de cambiar los actuales patrones de producción y consumo para salvar a la naturaleza y todas sus especies, incluyendo la humana.
Debemos luchar por mantener los principios éticos y morales, de respeto al medio ambiente, a los pueblos y a la vida, dijo el representante permanente de Cuba ante la ONU, Pedro Núñez Mosquera, en una sesión por el Día Internacional de la Madre Tierra.
Recordó que su país ha advertido sobre lo insostenible de "los absurdos patrones de producción y consumo generados por un modelo social que basa su accionar en las leyes del mercado, con la consabida inequidad en la distribución de las riquezas que ello implica".
En ese sentido, citó al líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, cuando en 1992 reclamó "menos lujo y menos despilfarro en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre en gran parte de la Tierra".
Núñez Mosquera insistió en lo imperioso de transformar el injusto orden económico internacional prevaleciente y de eliminar las desigualdades entre los países ricos y pobres.
También demandó fomentar la voluntad política del mundo desarrollado para facilitar recursos financieros nuevos y adicionales destinados al desarrollo sostenible y terminar con las insuficiencias en el acceso a tecnologías.
Asimismo, alertó contra los efectos negativos del cambio climático y su devastador impacto sobre los países subdesarrollados, con un incremento de los índices de pobreza, hambre, desnutrición y enfermedades prevenibles.
Dijo que el actual orden mundial provoca dos mil 500 millones de pobres, mil 100 millones de personas sin agua potable, dos mil 600 millones sin servicios de saneamiento, más de 800 millones de analfabetos y 115 millones de niños sin escuela primaria.
Agregó que mientras mil millones de ciudadanos del primer mundo derrochan casi la mitad de la energía del planeta, dos mil millones de pobres carecen de electricidad.
Al mismo tiempo, un reducido grupo de 30 países consume el 80 por ciento del combustible que se produce en el planeta, indicó y advirtió que el 76 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero se originan en naciones industrializadas, apuntó.
En ese sentido, llamó a realizar un cambio radical en el uso de la energía ante la urgencia de disminuir los índices de consumo, fundamentalmente del mundo desarrollado.
El representante cubano subrayó la importancia de mantenerse en armonía con la naturaleza, de encontrar el adecuado equilibrio en la consecución del bienestar humano presente y futuro y de profundizar en el concepto de desarrollo sostenible.
Le corresponde a la especie humana encontrar la sabiduría suficiente para preservar lo que tenemos y detener los descalabros provocados por nuestro irresponsable actuar, insistió.