Con movilizaciones sociales, proseguirán batallas en defensa de la vida
Adalid Cabrera Lemuz, Abi
Las naciones en desarrollo proseguirán su lucha por la defensa de la vida en una masiva concentración de movimientos sociales en Cancún, México, a fines de año, durante la celebración de la Cumbre sobre el Cambio Climático convocada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Será el segundo intento de la ONU porque las naciones logren acuerdos tras el fracaso de la Cumbre sobre el Calentamiento Global celebrada en Copenhague, Dinamarca, a fines del año pasado.
La presencias de las organizaciones sociales y pueblos indígenas en México forma parte de una de las resoluciones de la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y la Defensa de la Madre Tierra, que se celebró del 20 al 22 de abril en la localidad boliviana de Tiquipaya o la ciudad de las flores.
En esa reunión aproximadamente 40.000 delegados de 142 países de los cinco continentes debatieron para identificar las causas que provocan daños al medio ambiente y por ende precipitan al planeta a su destrucción.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, propulsor de esa reunión ante el fracaso de Copenhague, anotó que a partir de la Conferencia Mundial de los Pueblos la historia será diferente porque el mundo en desarrollo se ha organizado y decidió encarar las batallas que fueren necesarias en defensa de la Madre Tierra.
Será el propio mandatario boliviano el que encabece la misión ante la ONU y las naciones industrializadas asociadas porque colocará junto a representantes de líderes sociales de los cinco continentes sobre la mesa de discusiones en Nueva York las resoluciones de la Conferencia Mundial de los Pueblos ante los responsables de ese organismo internacional.
Si bien la fecha del encuentro entre Morales y Ban Ki-Moon aún no ha sido definida, su solo anuncio ha generado expectativa porque se tratará de un hecho inédito en el debate en temas de defensa del medio ambiente.
En el encuentro, el mandatario exigirá a Ban Ki-Mon el encaminamiento de una serie de iniciativas, como la Declaración universal de que el agua es un derecho humano y la creación de un Tribunal internacional que sancione las violaciones a las agresiones a la naturaleza y la Madre Tierra.
Ese Tribunal será el encargado de colocar en el banquillo de los acusados a las naciones, empresas, personas naturales y jurídicas que no respeten las reglas del medio ambiente.
Morales ha reconocido que será una más de las muchas batallas que aún hay que librar para que el mundo industrializado se sensibilice ante la problemática y "deje de lado su política mercantilista que depreda la naturaleza sin importarle el futuro del planeta".
Los datos que arrojan los estudios de los organismos de defensa del medio ambiente son preocupantes porque muestran que el mundo camina cada vez más hacia el abismo para despeñarse y morir.
Morales aseveró que es insuficiente debatir sobre los efectos de las violaciones al medio ambiente para poner mayor énfasis en analizar las causas de esos hechos.
Para el Mandatario boliviano, la causa no es otra que la irracional explotación de la tierra en la que incurren los poderosos del mundo a costa de provocar desastres naturales de magnitud.
Subrayó que, en los últimos años, por lo menos 260 millones de personas se han visto afectadas por los desastres, de las que 200 millones tuvieron que emigrar a otras regiones en busca de sobrevivir.
Lamentó que muchas naciones industrializadas no respeten los acuerdos y algunas de ellas, como Estados Unidos, se nieguen hasta a firmar convenios como el Protocolo de Kioto que busca frenar las irracionalidades en lo que a medio ambiente se refiere.
El vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, dijo que las naciones industrializadas, que han dejado a sus territorios prácticamente devastados, por un lado ahora se han dado a la tarea de hacerlo en los países en desarrollo imponiéndoles condicionamientos para desembolsar créditos.
Agregó que en otros casos quieren ver a la región como sus reservas naturales sin respetar la soberanía condenando a los pueblos a ser simples "guardabosques".
El presidente boliviano destacó que, desde la Conferencia de Tiquipaya, ahora el mundo en desarrollo está organizado por la conciencia de sus pueblos y debe exigir a sus Gobiernos a convertir las resoluciones de la Conferencia sobre el Cambio Climático en políticas de defensa de la tierra y de la vida.
Bolivia comenzará dando el ejemplo al crear el Ministerio de Defensa de la Madre Tierra que será el encargado de desarrollar acciones medioambientales sin renunciar al desarrollo.
Las naciones en desarrollo proseguirán su lucha por la defensa de la vida en una masiva concentración de movimientos sociales en Cancún, México, a fines de año, durante la celebración de la Cumbre sobre el Cambio Climático convocada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Será el segundo intento de la ONU porque las naciones logren acuerdos tras el fracaso de la Cumbre sobre el Calentamiento Global celebrada en Copenhague, Dinamarca, a fines del año pasado.
La presencias de las organizaciones sociales y pueblos indígenas en México forma parte de una de las resoluciones de la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y la Defensa de la Madre Tierra, que se celebró del 20 al 22 de abril en la localidad boliviana de Tiquipaya o la ciudad de las flores.
En esa reunión aproximadamente 40.000 delegados de 142 países de los cinco continentes debatieron para identificar las causas que provocan daños al medio ambiente y por ende precipitan al planeta a su destrucción.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, propulsor de esa reunión ante el fracaso de Copenhague, anotó que a partir de la Conferencia Mundial de los Pueblos la historia será diferente porque el mundo en desarrollo se ha organizado y decidió encarar las batallas que fueren necesarias en defensa de la Madre Tierra.
Será el propio mandatario boliviano el que encabece la misión ante la ONU y las naciones industrializadas asociadas porque colocará junto a representantes de líderes sociales de los cinco continentes sobre la mesa de discusiones en Nueva York las resoluciones de la Conferencia Mundial de los Pueblos ante los responsables de ese organismo internacional.
Si bien la fecha del encuentro entre Morales y Ban Ki-Moon aún no ha sido definida, su solo anuncio ha generado expectativa porque se tratará de un hecho inédito en el debate en temas de defensa del medio ambiente.
En el encuentro, el mandatario exigirá a Ban Ki-Mon el encaminamiento de una serie de iniciativas, como la Declaración universal de que el agua es un derecho humano y la creación de un Tribunal internacional que sancione las violaciones a las agresiones a la naturaleza y la Madre Tierra.
Ese Tribunal será el encargado de colocar en el banquillo de los acusados a las naciones, empresas, personas naturales y jurídicas que no respeten las reglas del medio ambiente.
Morales ha reconocido que será una más de las muchas batallas que aún hay que librar para que el mundo industrializado se sensibilice ante la problemática y "deje de lado su política mercantilista que depreda la naturaleza sin importarle el futuro del planeta".
Los datos que arrojan los estudios de los organismos de defensa del medio ambiente son preocupantes porque muestran que el mundo camina cada vez más hacia el abismo para despeñarse y morir.
Morales aseveró que es insuficiente debatir sobre los efectos de las violaciones al medio ambiente para poner mayor énfasis en analizar las causas de esos hechos.
Para el Mandatario boliviano, la causa no es otra que la irracional explotación de la tierra en la que incurren los poderosos del mundo a costa de provocar desastres naturales de magnitud.
Subrayó que, en los últimos años, por lo menos 260 millones de personas se han visto afectadas por los desastres, de las que 200 millones tuvieron que emigrar a otras regiones en busca de sobrevivir.
Lamentó que muchas naciones industrializadas no respeten los acuerdos y algunas de ellas, como Estados Unidos, se nieguen hasta a firmar convenios como el Protocolo de Kioto que busca frenar las irracionalidades en lo que a medio ambiente se refiere.
El vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, dijo que las naciones industrializadas, que han dejado a sus territorios prácticamente devastados, por un lado ahora se han dado a la tarea de hacerlo en los países en desarrollo imponiéndoles condicionamientos para desembolsar créditos.
Agregó que en otros casos quieren ver a la región como sus reservas naturales sin respetar la soberanía condenando a los pueblos a ser simples "guardabosques".
El presidente boliviano destacó que, desde la Conferencia de Tiquipaya, ahora el mundo en desarrollo está organizado por la conciencia de sus pueblos y debe exigir a sus Gobiernos a convertir las resoluciones de la Conferencia sobre el Cambio Climático en políticas de defensa de la tierra y de la vida.
Bolivia comenzará dando el ejemplo al crear el Ministerio de Defensa de la Madre Tierra que será el encargado de desarrollar acciones medioambientales sin renunciar al desarrollo.