Bolivia: discursos anticapitalistas y rituales en cita climática

Tiquipaya, Agencias
Fuertes discursos anticapitalistas y coloridos rituales indígenas por la salud de la madre tierra dominan la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático que comenzó el martes en Bolivia convocada por el presidente Evo Morales.

Sacerdotes aymaras, quechuas, yanacunas, mayas y hasta un indio navajo participaron de un ritual con ofrendas a la Pachamama (madre tierra) y al Tata inti (padre sol) en la ceremonia de apertura que tuvo lugar el martes en un estadio de fútbol ante unos 10.000 asistentes.

La ministra de Culturas, Zulma Yugar, reconocida cantante boliviana, interpretó una canción al Tata inti. Coloridas danzas folclóricas, canciones en quechua, aymara, guaraní de bolivianos paraguayos y argentinos animaron la ceremonia entre consignas contra el capitalismo y las transnacionales.

El único mandatario extranjero en la ceremonia fue el vicepresidente de Burundi Pierre Claver, una pequeña nación del oriente de Africa. Para el miércoles se espera la llegada del presidente de Venezuela Hugo Chávez y de otros mandatarios.

"Estamos aquí los que podemos cambiar el mundo", dijo una representante del movimiento indígena de Alaska. El eurodiputado de izquierda Willy Meyer dijo que ante el fracaso de la Cumbre de Copenhague sostuvo que a pesar del avance de la derecha en ese continente, la izquierda defenderá en el Europarlamento, las conclusiones de la conferencia frente a un capitalismo depredador que está llevando a una callejón sin salida a la tierra".

El representante africano Mnima Bosey dijo que "solo si nos movilizamos todos podemos salvar la tierra" y recito una copla: "No voy a cantar contigo si vas a privatizar mi agua, voy a enfrentarte hasta con los puños". Representantes de Latinoamérica plantearon "globalizar la lucha".

Morales abrió su discurso con una arenga: Planeta o muerte: venceremos, le contentaron a coro los asistentes. Dijo que el "enemigo principal de la madre tierra es el capitalismo y aseguró que "si las gobiernos no escuchan, los pueblos estamos obligados a movilizarnos para defender a la humanidad". Sostuvo que si la temperatura global del planeta se eleva en dos grados como propone Copenhague, la producción de alimentos se reducirá en 40%". "No puede haber armonía con la naturaleza si no hay equidad" señaló y al plantear un "socialismo comunitario" como nuevo paradigma de desarrollo.

Los debates se desarrollan en 17 mesas en una ciudadela universitaria en este pequeño municipio de la ciudad de Cochabamba cuya vida rural se alteró estos días. Las delegaciones más numerosas son de Bolivia y Venezuela. También hay representantes de Perú, Argentina, Chile, Ecuador, Paraguay, Brasil, Estados Unidos, Canada y Europa. No hay grupos de Africa ni de Asia. Andinos y amazónicos dominan las delegaciones de pueblos indígenas.

Mientras los grupos debaten en pequeñas aulas, en los jardines en los jardines se instaló una feria popular donde se vende abundante literatura revolucionaria y ambiental, documentales en vídeo, alimentos ecológicos, collares de piedra y semillas, tejidos pero también refrescos químicos en botellas de plástico y comida chatarra.

Domina la desorganización y en medio de esta "torre de babel" monta un espectáculo ante las cámaras un "iluminado". Ataviado con un traje exótico, lanza invocaciones a los dioses, hace extrañas posturas con el cuerpo y pide perdón por el divorcio entre el hombre y la naturaleza.

Mucha de la gente que llegó es la misma que antes participó del foro social. Bulliciosas activistas argentinas coreaban consignas en favor de Morales y del ecuatoriano Rafael Correa.

En las mesas de debate abundan condenas al capitalismo y enérgicos rechazos a los mercados del carbono a través del cual algunos países intentan recompensar los daños al medio ambiente. "Es una solución falsa, es otro colonialismo, después de 500 años nos quieren dejar espejos y oro", dijo la argentina Nora Di Salvo.

Otra delegada afirma que por medio de ese mecanismo las multinacionales controlarán los bosques mediante satélite y los indígenas no podrán siquiera ir al baño sin ser espiados desde el espacio.

Morales abanderó el tema ambiental del que antes no hablaba, tras la fallida Cumbre de Copenhague y convocó a una conferencia de pueblos para aunar criterios y presionar por cambios efectivos en la próxima cumbre climática en México a fin de año.

La prueba de fuego de esta reunión es que los movimientos sociales, pueblos indígenas y ambientalistas que tienen posiciones tan diversas sobre el tema puedan definir un camino de acción para presionar a los gobiernos por un cambio efectivo de políticas para salvar al planeta.

Entre los temas de debate está la creación de un tribunal internacional de justicia climática, la deuda climática y un referendo mundial que intenta impulsar Morales, los derechos de la madre tierra y el Protocolo de Kioto, el mercado del carbono, los migrantes climáticos y la soberanía alimentaria.

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