Pekín insiste en que la venta de órganos para trasplantes está prohibida
Al menos tres enfermos españoles han recibido, previo pago, trasplantes de hígado en el país asiático
Elsa Granda, El País
El Gobierno chino sigue negando que se vendan y trasplanten órganos a extranjeros en sus hospitales y se parapeta en que en el país asiático existe una ley que prohíbe esta práctica desde 2007. Al menos tres enfermos españoles han recibido, previo pago, trasplantes de hígado en China. Uno de ellos, Óscar Garay, bilbaíno, de 52 años, que relató su historia en el suplemento Domingo de EL PAÍS. Garay, tras serle denegado el órgano en España al no cumplir los protocolos, salvó su vida pagando por uno en el hospital Número 1 de Tianjin en 2008.
"Quiero subrayar que China prohíbe estrictamente las transacciones de órganos para trasplantes de extranjeros en China, y que la donación de un órgano debe tener el consentimiento escrito del donante", recalcó el jueves el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Qin Gang preguntado por casos de españoles como el denunciado en este periódico.
Al igual que este diario, Cuatro y CNN+ han comprobado lo sencillo que resulta concertar la compra de un órgano en China. En un reportaje emitido este viernes por estos canales de televisión españoles se puede ver cómo un intermediario chino acepta buscar un riñón en "unos cinco o seis días por alrededor de 4.000 euros". Cuando el periodista pregunta si esta práctica es legal, el intermediario contesta: "Se supone que es ilegal, pero es legal hasta cierto punto".
El Ministerio de Sanidad chino promulgó en 2007 leyes y regulaciones sobre los trasplantes de órganos que prohibían este tipo de transacciones para extranjeros, recordó el portavoz chino, sin embargo, Garay explicó que en el hospital en el que lo operaron había extranjeros de distintos países en su misma situación.
El Hospital Número 1 de Tianjin, donde Garay fue operado, señaló esta semana a Efe que la ley ya no le permite este tipo de operaciones, prohibidas en lo que se refiere a extranjeros.
Sin embargo, esta fuente reconoció que estos trasplantes se practican a pacientes nacionales por precios que oscilan entre los 400.000 y los 500.000 yuanes (43.000-53.000 euros).
'Turismo de trasplantes'
Las Provisiones sobre el Trasplante de Órganos Humanos, en vigor en China desde el 1 de mayo de 2007 para frenar el tráfico de órganos y el llamado turismo de trasplantes, prohíben a un extranjero con visado de turista ser operado en China.
Después de que Naciones Unidas pidiera explicaciones a Pekín ante el injustificable y masivo aumento de los trasplantes de órganos en China desde 1999, el verano pasado el Ministerio de Sanidad del país asiático publicó una lista de hospitales que llevan a cabo trasplantes de órganos sin licencia, la mayoría centros militares.
Informes internacionales vinculaban a los hospitales del Ejército de Liberación Popular con el aumento de trasplantes en ese periodo. En 2007, el portavoz de Sanidad, Mao Qunan, admitió el uso de órganos de ejecutados, lo que Pekín había negado hasta entonces, pero señaló que los reos los donaban de forma voluntaria, un extremo que reiteró el portavoz de AAEE.
Sin embargo, Pekín ha negado que los órganos provengan de presos del grupo budista Falun Gong, ilegalizado por Pekín desde 1999, y tanto grupos de derechos humanos como Human Rights Watch como el relator de la ONU para la Tortura reconocen que no hay pruebas concluyentes que apoyen esta acusación.
Un estudio gubernamental del año pasado indica que un 80% de los 1,5 millones de chinos que necesitan trasplantes mueren sin ser operados por falta de donantes debido a las creencias tradicionales, por lo que prolifera un mercado negro que favorece a quienes más puedan pagar.
Elsa Granda, El País
El Gobierno chino sigue negando que se vendan y trasplanten órganos a extranjeros en sus hospitales y se parapeta en que en el país asiático existe una ley que prohíbe esta práctica desde 2007. Al menos tres enfermos españoles han recibido, previo pago, trasplantes de hígado en China. Uno de ellos, Óscar Garay, bilbaíno, de 52 años, que relató su historia en el suplemento Domingo de EL PAÍS. Garay, tras serle denegado el órgano en España al no cumplir los protocolos, salvó su vida pagando por uno en el hospital Número 1 de Tianjin en 2008.
"Quiero subrayar que China prohíbe estrictamente las transacciones de órganos para trasplantes de extranjeros en China, y que la donación de un órgano debe tener el consentimiento escrito del donante", recalcó el jueves el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Qin Gang preguntado por casos de españoles como el denunciado en este periódico.
Al igual que este diario, Cuatro y CNN+ han comprobado lo sencillo que resulta concertar la compra de un órgano en China. En un reportaje emitido este viernes por estos canales de televisión españoles se puede ver cómo un intermediario chino acepta buscar un riñón en "unos cinco o seis días por alrededor de 4.000 euros". Cuando el periodista pregunta si esta práctica es legal, el intermediario contesta: "Se supone que es ilegal, pero es legal hasta cierto punto".
El Ministerio de Sanidad chino promulgó en 2007 leyes y regulaciones sobre los trasplantes de órganos que prohibían este tipo de transacciones para extranjeros, recordó el portavoz chino, sin embargo, Garay explicó que en el hospital en el que lo operaron había extranjeros de distintos países en su misma situación.
El Hospital Número 1 de Tianjin, donde Garay fue operado, señaló esta semana a Efe que la ley ya no le permite este tipo de operaciones, prohibidas en lo que se refiere a extranjeros.
Sin embargo, esta fuente reconoció que estos trasplantes se practican a pacientes nacionales por precios que oscilan entre los 400.000 y los 500.000 yuanes (43.000-53.000 euros).
'Turismo de trasplantes'
Las Provisiones sobre el Trasplante de Órganos Humanos, en vigor en China desde el 1 de mayo de 2007 para frenar el tráfico de órganos y el llamado turismo de trasplantes, prohíben a un extranjero con visado de turista ser operado en China.
Después de que Naciones Unidas pidiera explicaciones a Pekín ante el injustificable y masivo aumento de los trasplantes de órganos en China desde 1999, el verano pasado el Ministerio de Sanidad del país asiático publicó una lista de hospitales que llevan a cabo trasplantes de órganos sin licencia, la mayoría centros militares.
Informes internacionales vinculaban a los hospitales del Ejército de Liberación Popular con el aumento de trasplantes en ese periodo. En 2007, el portavoz de Sanidad, Mao Qunan, admitió el uso de órganos de ejecutados, lo que Pekín había negado hasta entonces, pero señaló que los reos los donaban de forma voluntaria, un extremo que reiteró el portavoz de AAEE.
Sin embargo, Pekín ha negado que los órganos provengan de presos del grupo budista Falun Gong, ilegalizado por Pekín desde 1999, y tanto grupos de derechos humanos como Human Rights Watch como el relator de la ONU para la Tortura reconocen que no hay pruebas concluyentes que apoyen esta acusación.
Un estudio gubernamental del año pasado indica que un 80% de los 1,5 millones de chinos que necesitan trasplantes mueren sin ser operados por falta de donantes debido a las creencias tradicionales, por lo que prolifera un mercado negro que favorece a quienes más puedan pagar.