Los perros fueron domesticados en Oriente Próximo
Estudios previos situaban el inicio de la relación entre humano y can en Asia Oriental
Los Angeles, Agencias
La domesticación de los perros fue en la cuna de la civilización, Oriente Próximo, en lugar de Asia Oriental, donde los indicios situaban hasta ahora el principio de la relación del hombre con su mejor amigo. Es la conclusión de un estudio genético publicado por la revista científica Nature este miércoles, en el que se ha comparado entre más de 900 perros de 85 razas y cerca de 200 ejemplares del animal salvaje más similar al perro, el lobo gris, de todo el globo.
El profesor Robert Wayne, especialista en biología evolutiva en la Universidad de California y director del estudio, asegura "que es importante porque es el lugar donde la civilización surgió y los perros fueron parte". La región, que incluye Irak, Siria, Líbano y Jordania, "fue donde también los gatos" se acostumbraron al ser humano "y la agricultura se desarrolló primero". Teorías arqueológicas previas vinculaban la domesticación de los canes con la aparición de la civilización, como por ejemplo un cadáver de un enterramiento ceremonial en la zona con un cachorro entre los brazos.
Este nuevo descubrimiento contradice otro estudio genético reciente que apuntaba hacía un ancestro común entre todos los perros y los lobos de Asia Oriental. Este análisis estaba basado en la comparación entre una pequeña secuencia de ADN tomada de la mitocondria, la diminuta estructura exterior del núcleo de las células vivas, en lugar de los marcadores del genoma entero, ha explicado Wayne.
Se cree que la relación entre el ser humano y el perro comenzó con las bandas nómadas de cazadores recolectores, que los lobos salvajes seguirían para comer los restos de sus presas. A lo largo de miles de años la cooperación se estrecharía y estos animales servirían como protección, sistema de alarma e incluso comenzarían a ayudar en la caza. Después ya darían compañía.
Los Angeles, Agencias
La domesticación de los perros fue en la cuna de la civilización, Oriente Próximo, en lugar de Asia Oriental, donde los indicios situaban hasta ahora el principio de la relación del hombre con su mejor amigo. Es la conclusión de un estudio genético publicado por la revista científica Nature este miércoles, en el que se ha comparado entre más de 900 perros de 85 razas y cerca de 200 ejemplares del animal salvaje más similar al perro, el lobo gris, de todo el globo.
El profesor Robert Wayne, especialista en biología evolutiva en la Universidad de California y director del estudio, asegura "que es importante porque es el lugar donde la civilización surgió y los perros fueron parte". La región, que incluye Irak, Siria, Líbano y Jordania, "fue donde también los gatos" se acostumbraron al ser humano "y la agricultura se desarrolló primero". Teorías arqueológicas previas vinculaban la domesticación de los canes con la aparición de la civilización, como por ejemplo un cadáver de un enterramiento ceremonial en la zona con un cachorro entre los brazos.
Este nuevo descubrimiento contradice otro estudio genético reciente que apuntaba hacía un ancestro común entre todos los perros y los lobos de Asia Oriental. Este análisis estaba basado en la comparación entre una pequeña secuencia de ADN tomada de la mitocondria, la diminuta estructura exterior del núcleo de las células vivas, en lugar de los marcadores del genoma entero, ha explicado Wayne.
Se cree que la relación entre el ser humano y el perro comenzó con las bandas nómadas de cazadores recolectores, que los lobos salvajes seguirían para comer los restos de sus presas. A lo largo de miles de años la cooperación se estrecharía y estos animales servirían como protección, sistema de alarma e incluso comenzarían a ayudar en la caza. Después ya darían compañía.