Laboristas reformarían la Premier League
Londres, Agencias
El Gobierno laborista incluirá en su manifiesto electoral la promesa de ofrecer a los aficionados derecho de tanteo sobre un importante paquete de acciones de los clubes de fútbol que se pongan en venta.
Así lo asegura el diario The Guardian, según el cual se exigirá a esos clubes que ofrezcan hasta un 25 por ciento de sus acciones a sus seguidores, participación que les daría el derecho de bloquear un eventual cambio de propiedad.
El Gobierno de Gordon Brown, que lleva varias semanas trabajando en secreto en esos planes, ha tenido en cuenta el malestar de los aficionados con el fuerte endeudamiento de algunos clubes, el modelo de propiedad de otros y la "estructura disfuncional" que atribuyen a la propia Federación.
Los planes del Gobierno incluyen la exigencia de que ofrezcan a sus hinchas hasta el 25 por ciento de su capital en acciones: los "trusts" de hinchas, integrados por representantes electos, tendrían reconocimiento legal y se encargarían de mantener los vínculos entre el club y la comunidad local.
Otra propuesta es la de introducir una cláusula sobre cambio de control de los clubes que permitiría a los aficionados - o mejor, la comunidad local- a hacerse con su propiedad en el caso de venta o de quiebra.
El precio del club lo fijaría en esos casos un auditor independiente y externo, y el modelo de propiedad sería el de un 'trust' de accionistas o un propietario único que se comprometiera a responder plenamente de sus decisiones ante los hinchas.
El Gobierno quiere dar además a las autoridades responsables de ese deporte un plazo para reformar la Federación y acabar los intereses inveterados que los afectan.
Parte del plan gubernamental es introducir un sistema unificado de gestión que coordine temas como la propiedad el club y el desarrollo deportivo de los jóvenes.
Asimismo se quiere permitir a las ligas profesionales y a la propia Federación que ejerzan un mayor control sobre las ofertas de adquisición de clubes.
Ese plan del Gobierno será seguramente rechazado por la Premier League británica, que ha defendido enérgicamente su modelo de libre mercado, augura The Guardian.
El plan del Gobierno es, sin embargo, respuesta a la quiebra del Portsmouth, así como a las adquisiciones del Manchesger Unitad y del Liverpool, que han dejado a esos clubes con deudas que suman 1.100 millones de euros.
Según el periódico, el Gobierno podría ser demandado judicialmente por los propietarios de los clubes, irritados al ver diluidas sus acciones.
El Gobierno laborista insiste en que no tiene ninguna intención de regular directamente el fútbol, pero el primer ministro, Gordon Brown, cree en la conveniencia de "democratizar" los títulos de propiedad.
Al mismo tiempo, se cree que Brown no quiere que la intervención del Gobierno se interprete en el sentido de que se pone de parte del presidente de la UEFA; Michel Platini, en el actual debate sobre cómo debe regularse en el futuro ese deporte.
Los directivos de la Premier League defenderán, sin embargo, según se prevé, el modelo actual.
Este modelo ha permitido acuerdos internacionales sobre derechos de televisión que han supuesto ingresos del orden de los 1.200 millones de libras (1.330 millones de euros) y que en la próxima tanda alcanzarán los 3.200 millones (3.550 millones de euros).
El Gobierno laborista incluirá en su manifiesto electoral la promesa de ofrecer a los aficionados derecho de tanteo sobre un importante paquete de acciones de los clubes de fútbol que se pongan en venta.
Así lo asegura el diario The Guardian, según el cual se exigirá a esos clubes que ofrezcan hasta un 25 por ciento de sus acciones a sus seguidores, participación que les daría el derecho de bloquear un eventual cambio de propiedad.
El Gobierno de Gordon Brown, que lleva varias semanas trabajando en secreto en esos planes, ha tenido en cuenta el malestar de los aficionados con el fuerte endeudamiento de algunos clubes, el modelo de propiedad de otros y la "estructura disfuncional" que atribuyen a la propia Federación.
Los planes del Gobierno incluyen la exigencia de que ofrezcan a sus hinchas hasta el 25 por ciento de su capital en acciones: los "trusts" de hinchas, integrados por representantes electos, tendrían reconocimiento legal y se encargarían de mantener los vínculos entre el club y la comunidad local.
Otra propuesta es la de introducir una cláusula sobre cambio de control de los clubes que permitiría a los aficionados - o mejor, la comunidad local- a hacerse con su propiedad en el caso de venta o de quiebra.
El precio del club lo fijaría en esos casos un auditor independiente y externo, y el modelo de propiedad sería el de un 'trust' de accionistas o un propietario único que se comprometiera a responder plenamente de sus decisiones ante los hinchas.
El Gobierno quiere dar además a las autoridades responsables de ese deporte un plazo para reformar la Federación y acabar los intereses inveterados que los afectan.
Parte del plan gubernamental es introducir un sistema unificado de gestión que coordine temas como la propiedad el club y el desarrollo deportivo de los jóvenes.
Asimismo se quiere permitir a las ligas profesionales y a la propia Federación que ejerzan un mayor control sobre las ofertas de adquisición de clubes.
Ese plan del Gobierno será seguramente rechazado por la Premier League británica, que ha defendido enérgicamente su modelo de libre mercado, augura The Guardian.
El plan del Gobierno es, sin embargo, respuesta a la quiebra del Portsmouth, así como a las adquisiciones del Manchesger Unitad y del Liverpool, que han dejado a esos clubes con deudas que suman 1.100 millones de euros.
Según el periódico, el Gobierno podría ser demandado judicialmente por los propietarios de los clubes, irritados al ver diluidas sus acciones.
El Gobierno laborista insiste en que no tiene ninguna intención de regular directamente el fútbol, pero el primer ministro, Gordon Brown, cree en la conveniencia de "democratizar" los títulos de propiedad.
Al mismo tiempo, se cree que Brown no quiere que la intervención del Gobierno se interprete en el sentido de que se pone de parte del presidente de la UEFA; Michel Platini, en el actual debate sobre cómo debe regularse en el futuro ese deporte.
Los directivos de la Premier League defenderán, sin embargo, según se prevé, el modelo actual.
Este modelo ha permitido acuerdos internacionales sobre derechos de televisión que han supuesto ingresos del orden de los 1.200 millones de libras (1.330 millones de euros) y que en la próxima tanda alcanzarán los 3.200 millones (3.550 millones de euros).