Internet amenaza a especies en peligro
Redacción, BBC Mundo
Ecologistas aseguran que internet facilita el comercio ilegal de especies en peligro.
Internet está emergiendo como una gran amenaza para las especies en peligro de extinción. Eso aseguran ecologistas del Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat (IFAW, por sus siglas en inglés).
La organización señala que internet hace que sea cada vez más fácil comprar y vender desde un león bebé hasta la piel de un oso polar en sitios de subastas, salas de chat y a través de avisos clasificados.
El informe divulgado por IFAW dice que la mayor parte del comercio tiene lugar en Estados Unidos, pero indica que también es frecuente en Europa, China, Rusia y Australia.
Este reporte coincide con el encuentro de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés) en Doha, Qatar.
Los ecologistas de IFAW están participando de la cumbre que tiene lugar desde el 13 al 25 de marzo.
Leones bebés
Miles de especies en peligro son regularmente comerciadas a través de la red, al aprovecharse compradores y vendedores del anonimato de internet y de un vasto mercado global, explica Stephanie Hancock, periodista de la BBC desde Doha.
El comercio del atún rojo del Atlántico no fue prohibido durante la cumbre.
Aquellos encargados de vigilar las ventas ilegales indican que el tamaño del problema es casi imposible de estimar, pero aseguran que a través de internet se comercializan desde leones bebé vivos hasta vino hecho con hueso de tigre.
Diversas propuestas sobre cómo brindar más protección a las especies en peligro han sido discutidas durante el encuentro, pero hasta ahora muchas han fracasado.
Se espera que los delegados voten sobre cambios al comercio de marfil más adelante esta semana. Este domingo acordaron prohibir todo comercio internacional de un raro tipo de salamandra iraní.
Pero prohibiciones de más alto perfil sobre el comercio de osos polares, del atún rojo o de raros corales han fracaso, dejando a los ecologistas decepcionados.
Ecologistas aseguran que internet facilita el comercio ilegal de especies en peligro.
Internet está emergiendo como una gran amenaza para las especies en peligro de extinción. Eso aseguran ecologistas del Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat (IFAW, por sus siglas en inglés).
La organización señala que internet hace que sea cada vez más fácil comprar y vender desde un león bebé hasta la piel de un oso polar en sitios de subastas, salas de chat y a través de avisos clasificados.
El informe divulgado por IFAW dice que la mayor parte del comercio tiene lugar en Estados Unidos, pero indica que también es frecuente en Europa, China, Rusia y Australia.
Este reporte coincide con el encuentro de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés) en Doha, Qatar.
Los ecologistas de IFAW están participando de la cumbre que tiene lugar desde el 13 al 25 de marzo.
Leones bebés
Miles de especies en peligro son regularmente comerciadas a través de la red, al aprovecharse compradores y vendedores del anonimato de internet y de un vasto mercado global, explica Stephanie Hancock, periodista de la BBC desde Doha.
El comercio del atún rojo del Atlántico no fue prohibido durante la cumbre.
Aquellos encargados de vigilar las ventas ilegales indican que el tamaño del problema es casi imposible de estimar, pero aseguran que a través de internet se comercializan desde leones bebé vivos hasta vino hecho con hueso de tigre.
Diversas propuestas sobre cómo brindar más protección a las especies en peligro han sido discutidas durante el encuentro, pero hasta ahora muchas han fracasado.
Se espera que los delegados voten sobre cambios al comercio de marfil más adelante esta semana. Este domingo acordaron prohibir todo comercio internacional de un raro tipo de salamandra iraní.
Pero prohibiciones de más alto perfil sobre el comercio de osos polares, del atún rojo o de raros corales han fracaso, dejando a los ecologistas decepcionados.