Demócratas reciben amenazas de muerte y ataques por reforma sanitaria
Washington, EP
Líderes demócratas de la Cámara de Representantes han recibido amenazas de muerte o han sido blanco de ataques tras la aprobación de la controvertida reforma sanitaria en EU., informó hoy el diario Politico.
Según el diario, los demócratas Louise Slaughter, de Nueva York, y Bart Stupak, de Michigan, que fueron clave para la ratificación de la reforma la noche del domingo, han recibido amenazas de muerte.
Stupak, un católico antiabortista, forjó un acuerdo con la Casa Blanca mediante el cual el presidente Barack Obama ofreció una orden ejecutiva que prohíbe el uso de fondos públicos para la práctica del aborto, salvo en casos de incesto, violación o que peligre la salud de la mujer.
Obama prevé firmar hoy la orden ejecutiva, que reafirma la llamada "Enmienda Hyde" en contra del uso de fondos públicos para servicios de aborto, y cuyo texto ya había sido adelantado a los medios el fin de semana.
Stupak afirmó ayer en un comunicado que la orden ejecutiva "tiene el peso de la ley" y defiende el principio de "lo sagrado de la vida", a la vez que citó como ejemplo la orden ejecutiva que autorizó la emancipación de los esclavos negros en 1863.
También señaló que una orden ejecutiva firmada por George W. Bush en 2007 restringió las investigaciones con células madre embrionarias.
Pero varios líderes republicanos y conservadores continúan atacando hoy a Stupak e insisten que esa orden ejecutiva no tiene peso, puede modificarse en cualquier momento y sólo fue una maniobra para cortejar el voto de los indecisos o de los que hasta poco antes de la votación se oponían a la reforma sanitaria.
"Eres hombre muerto; sabemos dónde vives y te encontraremos", reza uno de los mensajes que recibió Stupak, según el diario.
La oficina de Stupak no ha respondido a las llamadas para confirmar las amenazas de muerte contra el legislador, y una grabación sólo indica: "debido al alto volumen de llamadas, no podemos atenderle, pero deje un mensaje".
El diario indicó además que las oficinas de Slaughter en Nueva York y la de la legislador Gabrielle Giffords, en Arizona, han sido objeto de ataques.
Slaughter, presidenta del Comité de Reglas de la cámara baja, dijo al diario que su oficina recibió una llamada anónima advirtiendo de que se enviarían a francotiradores "para matar a los hijos de legisladores que votaron a favor" de la reforma.
De otra parte, la semana pasada detractores de la reforma utilizaron fotos de las dos hijas del demócrata Steve Driehaus, de Ohio, en un artículo de opinión para presionarlo a que votara en contra.
Driehaus, al igual que otros demócratas, culpan a los republicanos por "alentar" a los elementos más extremistas del movimiento conservador, que ha prometido luchar hasta el final para repeler la reforma sanitaria en los tribunales.
Catorce fiscales generales, todos republicanos, entablaron ayer demandas en tribunales federales para revocar la reforma, argumentando que ésta viola la Constitución o la autoridad de los gobiernos estatales.
Trece de ellos presentaron la demanda en Florida, mientras que el de Virginia lo hizo en Richmond, capital de ese estado.
Líderes demócratas de la Cámara de Representantes han recibido amenazas de muerte o han sido blanco de ataques tras la aprobación de la controvertida reforma sanitaria en EU., informó hoy el diario Politico.
Según el diario, los demócratas Louise Slaughter, de Nueva York, y Bart Stupak, de Michigan, que fueron clave para la ratificación de la reforma la noche del domingo, han recibido amenazas de muerte.
Stupak, un católico antiabortista, forjó un acuerdo con la Casa Blanca mediante el cual el presidente Barack Obama ofreció una orden ejecutiva que prohíbe el uso de fondos públicos para la práctica del aborto, salvo en casos de incesto, violación o que peligre la salud de la mujer.
Obama prevé firmar hoy la orden ejecutiva, que reafirma la llamada "Enmienda Hyde" en contra del uso de fondos públicos para servicios de aborto, y cuyo texto ya había sido adelantado a los medios el fin de semana.
Stupak afirmó ayer en un comunicado que la orden ejecutiva "tiene el peso de la ley" y defiende el principio de "lo sagrado de la vida", a la vez que citó como ejemplo la orden ejecutiva que autorizó la emancipación de los esclavos negros en 1863.
También señaló que una orden ejecutiva firmada por George W. Bush en 2007 restringió las investigaciones con células madre embrionarias.
Pero varios líderes republicanos y conservadores continúan atacando hoy a Stupak e insisten que esa orden ejecutiva no tiene peso, puede modificarse en cualquier momento y sólo fue una maniobra para cortejar el voto de los indecisos o de los que hasta poco antes de la votación se oponían a la reforma sanitaria.
"Eres hombre muerto; sabemos dónde vives y te encontraremos", reza uno de los mensajes que recibió Stupak, según el diario.
La oficina de Stupak no ha respondido a las llamadas para confirmar las amenazas de muerte contra el legislador, y una grabación sólo indica: "debido al alto volumen de llamadas, no podemos atenderle, pero deje un mensaje".
El diario indicó además que las oficinas de Slaughter en Nueva York y la de la legislador Gabrielle Giffords, en Arizona, han sido objeto de ataques.
Slaughter, presidenta del Comité de Reglas de la cámara baja, dijo al diario que su oficina recibió una llamada anónima advirtiendo de que se enviarían a francotiradores "para matar a los hijos de legisladores que votaron a favor" de la reforma.
De otra parte, la semana pasada detractores de la reforma utilizaron fotos de las dos hijas del demócrata Steve Driehaus, de Ohio, en un artículo de opinión para presionarlo a que votara en contra.
Driehaus, al igual que otros demócratas, culpan a los republicanos por "alentar" a los elementos más extremistas del movimiento conservador, que ha prometido luchar hasta el final para repeler la reforma sanitaria en los tribunales.
Catorce fiscales generales, todos republicanos, entablaron ayer demandas en tribunales federales para revocar la reforma, argumentando que ésta viola la Constitución o la autoridad de los gobiernos estatales.
Trece de ellos presentaron la demanda en Florida, mientras que el de Virginia lo hizo en Richmond, capital de ese estado.