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Hollywood las quiere desnudas: la presión sobre las actrices principiantes para mostrarse sin ropa

Nicole Kidman desnuda en la película “Billy Bathgate” (Archivo)
Nicole Kidman desnuda en la película “Billy Bathgate” (Archivo)
Jessica P. Ogilvie
Pero antes de enviarla al set de rodaje, ni los productores de la película ni su agente le mostraron el guión completo, según relata Payton. Así que no fue hasta la mitad de su vuelo que la estudiante de segundo año de la Escuela de Artes de la Universidad de Carolina del Norte leyó el guión por primera vez y descubrió una escena en la que un personaje salía desnudo de la ducha.

"Estaba como diciendo: 'Ese es mi personaje'", relata ella. "Mi corazón empezó a latir con más fuerza", agrega. También realizaría una escena de sexo con otra mujer.

Cuando bajó del avión, sin conocer a nadie más en el estudio y sin suficiente dinero para siquiera hacer una llamada internacional, Payton decidió ir directamente al grano: reunió suficiente coraje y se acercó a Seagal, que estaba en el interior de una caravana. Después de agradecerle la oportunidad, comentó que no había sido informada sobre la escena de desnudos y que no se sentía cómoda haciéndola.

"Estaba ahí sentado, pensativo… y me dijo: '¿Ni siquiera mostrarás las tetas?'", cuenta Payton.
El actor echó a Payton y reunió a algunos de sus superiores en una sala de su tráiler. Todos eran hombres. Luego la llamó para interrogarla. ¿Realmente no iba a realizar las escenas de desnudos? ¿Ella no se quitaría la parte superior? "En un momento dado", explica, "alguien en la sala dice: 'Sabemos que hemos hecho lo imposible para contratarte para esto'".

Las mujeres en la industria del cine y la televisión son presionadas con frecuencia para realizar escenas de desnudos o semi desnudos, experimentando de todo: desde la sutil coacción a las amenazas y el abuso verbal a manos de directores o productores. En un artículo publicado en diciembre de 2017 en el The New York Times, Salma Hayek dijo que el deshonrado productor Harvey Wenstein amenazó con acabar con la producción de Frida, en 2002, si no aparecía completamente desnuda en una escena de sexo con otra mujer. Otras conocidas actrices, como Sarah Jessica Parker y Debra Messing, también han hecho públicas otras experiencias similares en las que han participado diferentes hombres (Parker, por cierto, no terminó haciendo la escena).

A menudo, estos casos suelen ocurrir en los inicios de un artista o un actor, cuando tienen poca o ninguna influencia en el set y están trabajando arduamente para lograr un lugar en la industria. Algunas señalaron su preocupación por si se les encasillaba como personas "difíciles" en el sector si se negaban a esas peticiones. Otras temían ser reemplazadas, despedidas o puestas en una lista negra de la industria. También se sentían acorraladas o asustadas en el momento y acordaban aceptar los requisitos para que la coacción terminara.

Las actrices han hablado de estos casos a lo largo de los años, pero hasta ahora, con el auge de los movimientos #MeToo y Time's Up para denunciar las malas conductas sexuales y luchar por una verdadera igualdad de género, sus preocupaciones se toman más en serio.
Emilia Clarke en “Game of Thrones” (Archivo)
Emilia Clarke en “Game of Thrones” (Archivo)
"A mucha gente le sucede esto", dice Loan Dang, socio de Del Shaw Moonves Tanaka Finkelstein & Lezcano, una firma de abogados de espectáculos con sede en Los Ángeles. "El actor o la actriz se ve presionado para hacer algo con lo que no se siente cómodo. Estás con otras personas en el set y piensas, '¿cómo digo que no?'", afirma.

"Es como si estuvieras en la secundaria, bajo la presión del grupo", añade la actriz Alysia Reiner (Orange is the New Black, Better Things) que se hizo famosa al interpretar una escena de sexo que no formaba parte del guión original. "Particularmente, como actriz joven, existe el temor que me despidan y necesite el trabajo. Existe la sensación de ser fácilmente reemplazable", declara.

Hollywood no siempre ha estado tan obsesionado con la desnudez. Durante varias décadas, en la primera mitad del siglo XX, la industria se autocensuraba a través de regulaciones conocidas como el Código de Producción de Películas. A mediados y finales de la década de los cincuenta, esas regulaciones se flexibilizaron y las películas comenzaron a mostrar actores y actrices desnudos.
Pero esas actuaciones jamás se extendieron por igual entre hombres y mujeres. En 2016, el 25.6 por ciento de los personajes femeninos en las cien películas más taquilleras del año fueron "fuertemente" expuestas (pecho/escote, estómago o muslo) en relación al 9.2 por ciento de los hombres, de acuerdo a una investigación realizada por la Iniciativa de Inclusión Annenberg de la Universidad del Sur de California. Estas cifras han sido relativamente consistentes desde 2006.

SAG-AFTRA, el sindicato que representa a los actores de cine y televisión, incluye una cláusula de desnudez en su acuerdo de negociación colectiva con la Alianza de Productores de Cine y Televisión. Además de otros requisitos, los productores deben alertar a los intérpretes sobre cualquier escena de desnudo o escenas de sexo antes de su audición, han de obtener el consentimiento por escrito del actor o actriz para cada una de esas escenas y hacer un cumplir unas reglas cuando se filman.

Dang explica que esas reglas son el mínimo indispensable. "Las personas que tienen representante negociarán más allá de eso", agrega.

Para sus clientes, que van desde nombres conocidos hasta artistas que están comenzando, Dang generalmente solicita otras protecciones. Entre ellas están una conversación en profundidad entre el director y su cliente sobre la escena, la capacidad de que su cliente pueda revisar las imágenes después de filmar la escena y la destrucción de cualquier material que no vaya a ser utilizado. Sus negociaciones también incluyen detalles explícitos sobre lo que se mostrará y lo que no se mostrará en la película, desde los pezones hasta el vello púbico y las tomas de la parte de atrás de un actor o actriz.

Pero incluso teniendo estas protecciones, algunos directores o productores presionan para lograr actuaciones más explícitas una vez que los actores llegan al set. Si los actores alertan al SAG-AFTRA sobre dicho comportamiento, se supone que un representante sindical debe intervenir. SAG-AFTRA también emplea a representantes encargados de visitar los sets de rodaje para garantizar el cumplimiento, pero con miles de producciones que tienen lugar cada año, el sindicato no tiene suficiente personal para estar presente en cada filmación. Se espera que los productores y los directores cumplan con las normas de buena fe, y no todos lo hacen (SAG-AFTRA se negó hacer algún comentario al respecto).

"A pesar de que SAG tiene esta normativa, a pesar de que los actores tienen abogados, a pesar de que han negociado su contrato… Llegan al set y se les pide que hagan algo más allá de lo acordado", lamenta Dang.

Benita Robledo, una actriz convertida en directora que ha tenido papeles en Gossip Girl, Teen Wolf de CW y What Happens in Vegas, en 2008, dice que experimentó una intimidación similar a la de Payton en Dependent's Day (2016). Gran parte de esta película es pura improvisación, por lo que tuvo que pasar varias horas al día hablando con su director, debatiendo sobre los diálogos y las escenas. Entonces, cuando el director, Michael David Lynch, sugirió que hicieran una escena completamente desnudos, Robledo dijo que se sintió cómoda diciéndole, en términos inequívocos, que no quería hacerlo.
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Pero, según cuenta ella, ante su negativa, Lynch se volvió más exigente, diciéndole que la escena representaba algo "real" y que la película debía ser auténtica. Finalmente aceptó filmar dos versiones de la escena. No fue sino hasta varios meses después, cuando Robledo estaba en una sala de cine llena de gente que había ido a ver la primera proyección de la película. "Me vi enorme, completamente desnuda", explica.

Al decidir que no podía continuar con esa versión de la película, Robledo envió un correo electrónico a Lynch para contárselo. Él la llamó y empezó a reprenderla. "Me decía que le estaba destrozando la película y que los muchachos de la sala le preguntaba cuál era mi número de teléfono porque me querían follar", explica.

Después de varios meses, Lynch aceptó volver a grabar la escena de aproximadamente 30 segundos con Robledo, pero en esa ocasión con una camiseta. Sin embargo, estaba tan perturbada por su comportamiento que optó por no aparecer públicamente para apoyar la película, a pesar de haber ganado un premio a la mejor actriz en el Festival de Cine Hill Country en Texas.

"Nunca sabré lo que perdí al no hacer entrevistas", dice sobre esta gran oportunidad para que los actores se relacionen, obtengan publicidad y conozcan a los expertos de la industria.

Lynch, por su parte, negó las acusaciones afirmando que la escena del desnudo en cuestión estaba en el guión, que Robledo "quería hacerla" y que sus declaraciones eran inexactas. "Durante el proceso creativo siempre habrá conversaciones emocionales y desacuerdos", se limitó a decir.

Un comportamiento agresivo en el set ha sido definido no solo por hombres como Weinstein, sino también por directores a quienes les han dicho que son autores y que, por lo tanto, pueden comportarse de la manera que consideren más conveniente al servicio de su visión.

"En términos de personas que ponen su peso en el set, las historias son muy profundas y diversas", comenta un gerente de talentos que reside en Los Ángeles y que habló con la condición de permanecer en el anonimato para proteger a sus clientes. "Solo hay un nivel de comportamiento personal espantoso: intimidación, gritos, ridiculez…, eso no sucedería en otros entornos profesionales", argumenta.

"Una vez que estás en el set, lo único que vale es la visión del director", lamenta Robledo. "Es todo lo que importa". Todo el mundo te está presionando para que salga la escena.

En aquellos rodajes que no están regulados por SAG-AFTRA, la desnudez coercitiva puede ser un problema aún mayor. Muchas mujeres entrevistadas sostuvieron que habían experimentado una mala conducta sexual en esos lugares. Y sus experiencias con escenas de desnudos siguen un patrón común: una actriz llega a un acuerdo verbal con un director o productor, pero eso se acaba cuando las cámaras comienzan a rodar.

La actriz y cineasta Croix Provence dice que estaba trabajando en una película no sindicalizada en 2012 cuando se vio obligada a quitarse un traje de baño color piel para una escena de ducha después de que el director acordara, anteriormente, que podía salir con él puesto. Ella recuerda que el director le decía cosas del tipo: "No hay forma de evitarlo, estás arruinando el tiro, ¿puedes ser cooperativa?".

Otra actriz, Amber Sealey, confiesa que, en 1997, fue presionada por un director para realizar una escena de sexo con un hombre que, solo unos meses antes, le había agredido sexualmente. "Le expliqué lo que había sucedido, y el director me respondió: 'Bueno, eso no es un gran problema'", relata.

La actriz y guionista Tatiana Paris señala que la obligaron a quitarse la ropa durante una escena de sexo en el set de un cortometraje realizado en 2011, después de llegar a un acuerdo verbal y escrito con el director. En ese acuerdo se explicitaba que no actuaría desnuda. Durante la escena, el actor con el que estaba trabajando comenzó a darle golpes en la espalda y continuó incluso después de que ella le pidiera que parara. Las cámaras siguieron rodando. Más tarde, cuando el equipo se reunió para mirar el rodaje de ese día, Paris dice que uno de los asistentes del director se volvió hacia el resto del grupo y preguntó: "¿Alguien más siente que acabamos de ver cómo violaban a una niña?".
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Da igual si los actores están protegidos por la unión sindical o no. Eso se debe a que los contratos de desnudez pueden modificarse, y un acuerdo verbal es equivalente al consentimiento legal.
Por esa razón, algunos profesionales de la industria están impulsando un sistema en el que un defensor estaría presente durante el rodaje de escenas de desnudez o escenas de sexo. Esa persona podría ser un agente, un amigo o una persona asignada por SAG-AFTRA que intervendría si se le pide a un actor que haga algo que él o ella no ha aceptado previamente.

Reiner admite que tuvo personas a su alrededor que la ayudaron a evitar la coacción en el set, incluyendo a una actriz en un caso y a un actor en otro. A ella le gustaría que esos aliados fueran necesarios.

"Mi experiencia es que tener un defensor en el lugar de rodaje es todo. Pero es un largo camino", comenta.

Dang está de acuerdo. El abogado "tendría el contrato delante de ellos y diría: '¡Paren!'" si algo no está saliendo como se había estipulado de antemano.

Mientras tanto, las mujeres que ya han experimentado tales violaciones han tenido que defenderse por sí mismas. Cuando finalmente se filmó la escena posterior a la ducha de Payton en Flight of Fury, ella persuadió a los superiores en el set para que le permitieran usar un negligé en lugar de aparecer desnuda.

Los productores de Flight of Fury no respondieron a las múltiples solicitudes de comentarios. Seagal tampoco lo ha hecho. Anthony Falangetti, un abogado de Seagal, dijo: "Parece que, según las afirmaciones de la Sra. Payton, no tenía que hacer nada que no quisiera hacer".

Aún así, ella fue presionada más allá de su zona de confort. Estaba vestida en la escena de sexo junto a su compañero de rodaje, pero su interacción fue gráfica y fue obligada a hacer top-less.
"Chúpale el pecho, bésala allá… Así está bien", recuerda lo que le decían. "Me sentí realmente impotente", agrega.

Payton, que apareció en Californication, Ballers y The Walking Dead, necesitó un tiempo para procesar lo sucedido. "Cuando sientes que estás siendo reducida a un juguete sexual te sientes fatal", dice.

Ahora habla públicamente con la esperanza de que otros y otras no tengan que pasar por su misma situación.

"A las mujeres se les enseña a no decir nada. Estoy eligiendo unirme a la conversación", comenta.

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