Xabi sale del laberinto
El técnico da con la fórmula ideal para su Madrid en La Catedral, un punto de inflexión para lo que queda de campaña. El 4-4-2 modificado a un 3-5-2 en ataque saca lo mejor de cada uno.
La disposición, esta vez sí, sacó lo mejor de cada uno de los jugadores que hubo en el campo. Con Mbappé jugando en otra galaxia, por fin se pudo ver también a un Vinicius feliz porque no está tan atado en defensa. Con más aire para jugar arriba fue el segundo con más pases en campo contrario, con 14, y remató tanto como Mbappé (4) aunque no consiguiera marcar. Pero sobre todo sale ganando Trent, con mucha influencia en el juego de ataque. El inglés fue el que más centros puso (7) de todo el partido, y eso que se marchó lesionado en el 53.
Una pena la lesión de Trent y también la de Camavinga, otro de los reconvertidos con el nuevo sistema. Marcó y brilló en ataque el francés, hasta el punto de ser el jugador del Madrid con mayor rango de expected gols creado (0,77) del partido, por encima incluso de Mbappé (0,45) y Vinicius (0,56). Y lució también en defensa, con 7 recuperaciones. Junto a él, a Valverde también se le ve con un aire diferente jugando en el centro del campo.
-¡Hey Jude!
Mención especial merece la solución que Xabi ha encontrado con este nuevo sistema para Bellingham. El inglés abandona definitivamente la mediapunta (jugar por detrás de Mbappé) para jugar por la izquierda… al menos, de origen, en el 4-4-2. Porque en ataque Jude jugó en San Mamés con total libertad. Eso sí, estuvo muy exigido para hacer grandes esfuerzos hacia atrás para recuperar su posición en la izquierda. Hizo Bellingham una primera parte antológica. Terminó el encuentro siendo el que más balones recuperó (7) junto a Camavinga (7) y uno menos que Valverde (6). Pero estuvo en todas (6 entradas ganadas) hasta que decidió bajar el pistón ya con el 0-3. También puede brillar el inglés alejado del gol, ser “más centrocampista”, la idea inicial que Xabi tenía para él.
De repente, con esta nueva fórmula de Xabi, tenía armonía todo lo que se movía en torno a Tchouameni, el verdadero eje de todo en San Mamés y el jugador que tuvo más intervenciones en el partido (104), muy por encima de la 85 de carreras o las 76 de Militao o las 75 de Rüdiger. Fue un Madrid sólido, que no dejó rendijas y que además marcó uno de los goles más bellos de toda la temporada. Finalizó la jugada Camavinga de cabeza, pero la secuencia de posesión ininterrumpida duró 41 segundos (del 41′16″ hasta el 41′57″) y el equipo realizó15 pases y 42 toques de balón.
De un plumazo, Xabi se sacó de la manga otro Madrid, el que él prometió al principio de la temporada, uno más cercano al ‘rock and roll’. San Mamés bien pudo ser un punto de inflexión para lo que queda, aunque el infortunio se cebó con Trent y Camavinga, dos elementos importantes de esta nueva cadena construida por el técnico tolosarra.


