Ryan Reynolds confiesa cómo el fracaso de “Green Lantern” redefinió su carrera y su control creativo en Hollywood
El actor analizó los riesgos de las superproducciones, el impacto de los grandes presupuestos en la creatividad y por qué aquel traspié de 2011 marcó un punto de inflexión en su forma de elegir proyectos y asumir responsabilidades artísticas
InfobaeRyan Reynolds compartió su visión sobre los riesgos de las superproducciones cinematográficas y cómo el control creativo se volvió esencial en su carrera tras el fracaso de Green Lantern, la película de superhéroes de 2011 que protagonizó.
Un fracaso que impulsa el cambio
En su intervención ante empresarios y creativos, Reynolds, de 49 años, fue franco sobre el efecto que tuvo el resultado de Green Lantern en su vida profesional. Al mencionar un fracaso que derivó en renovación, relató con honestidad: “Creativamente hablando, es difícil decirlo. Alguien podría mencionar ‘Green Lantern’”. Con su característico humor, sumó una anécdota personal: “Te ríes, pero para mi hijo es su película favorita y la ve todos los días”.

El actor reconoció lo difícil que le resultó superar la desilusión inicial: “¿Entiendes el trabajo que he tenido que hacer para poder pasar frente a esa pantalla y no pensar: ‘Bueno, podríamos haber hecho algo para mejorarla’?”, planteó ante la audiencia. Este ejercicio de autocrítica lo condujo a evaluar los motivos detrás del fracaso y su papel en aquellas decisiones.
Aprender a decidir y asumir responsabilidades
Reynolds relató que, durante esa etapa de su carrera, tendía a cumplir órdenes sin cuestionar las directrices establecidas. “En ese momento de mi vida era de los que decían: ‘Sí, señor; no, señor; ¿qué tan alto debo saltar, señor?’”, confesó.

La experiencia le enseñó acerca de la responsabilidad personal en el mundo del cine. “No dicen ‘la película de este productor fracasó’ o ‘la película de este director fracasó’. Ese soy yo”, subrayó Reynolds, haciendo hincapié en la importancia de involucrarse activamente en todos los procesos de realización de un filme si su nombre está vinculado al proyecto.
Creatividad bajo presión: límites que inspiran
En una entrevista previa en el TIME 100 Summit de Nueva York, citada por PEOPLE, Reynolds fue categórico con respecto al efecto de los presupuestos abultados en la creatividad. “Demasiado dinero, demasiado tiempo destruye la creatividad. Simplemente la mata. La restricción es la mejor herramienta creativa que puedes tener”, afirmó.

El actor recordó cómo en el set de Green Lantern se invertían sumas considerables en aspectos técnicos y efectos especiales, relegando el trabajo creativo. Para Reynolds, la experiencia evidenció que el exceso de recursos puede convertirse en un obstáculo para el desarrollo de ideas innovadoras y auténticas dentro de la industria cinematográfica.
Consecuencias personales y nuevos comienzos
El paso por Green Lantern no solo significó aprendizajes profesionales. Durante esa filmación, conoció a su actual esposa, Blake Lively, una etapa de la que surgió su familia, uno de sus mayores orgullos.

Reynolds y Lively, casados desde 2012, tienen cuatro hijos: James, Inez, Betty y Olin. A pesar de los resultados negativos de la cinta en taquilla y crítica, el actor ha asegurado en diversas ocasiones que ese rodaje le permitió formar el núcleo familiar que considera su verdadero éxito, según PEOPLE.
Con el tiempo, Reynolds también compartió que fue recién en 2021 cuando logró ver la película completa por primera vez, superando así el peso emocional asociado al recuerdo del fracaso.

La trayectoria de Reynolds ofrece un ejemplo de resiliencia dentro de Hollywood. A pesar del revés con Green Lantern, el actor supo reinventarse y volvió al mundo de los superhéroes con la exitosa saga Deadpool, consolidando su nombre tanto en la pantalla como detrás de escena.
Este giro personal y profesional confirma el valor de aprender de los errores y asumir el control creativo para lograr proyectos genuinos.


