Represión en Irán: la Nobel de la Paz Narges Mohammadi permanece desaparecida desde el viernes y sin acceso a sus abogados
Desde su detención durante un acto fúnebre en Mashhad, se desconoce el paradero de la activista persa
InfobaeLa activista iraní Narges Mohammadi, galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2023, permanece en paradero desconocido y sin acceso a representación legal tras su detención el pasado viernes durante un acto fúnebre en Mashhad, al noreste de Irán. De acuerdo con la Fundación Narges Mohammadi, gestionada por su familia en París, la defensora de los derechos humanos fue arrestada junto a otros activistas en medio de denuncias de violencia policial, incomunicación y ausencia de garantías legales, una situación que ha generado preocupación y condena internacional.
El fiscal de Mashhad, Hassan Hemmati-Far, confirmó la detención de 39 personas durante el acto, asegurando que se encuentran bajo custodia en un centro de detención legal y con pleno respeto a los derechos ciudadanos. Sin embargo, la familia de Mohammadi y otros allegados han perdido contacto con ella desde el momento de la detención, y hasta este domingo no se había permitido a los arrestados comunicarse con abogados ni familiares.

Según la organización, Mohammadi y otros asistentes al acto fúnebre fueron objeto de palizas, insultos y obscenidades por parte de las fuerzas de seguridad del régimen iraní. En su cuenta oficial en X, la fundación afirmó que los detenidos han sufrido malos tratos físicos y verbales desde el momento de su arresto.
Amnistía Internacional y otros medios internacionales han reportado la ausencia de información sobre el estado de salud y las condiciones de los detenidos, lo que ha incrementado la preocupación por su integridad. La Fundación Narges Mohammadi exigió a las autoridades iraníes la liberación inmediata e incondicional de todos los arrestados, así como el acceso a atención médica, asistencia legal y comunicación con sus familiares. Además, solicitó que se realicen investigaciones independientes e imparciales sobre las denuncias de violencia y que los heridos sean evaluados por medicina forense.
Las autoridades iraníes justificaron el operativo alegando alteración del orden público y acusaron a Mohammadi, Gholian y Alikordi de incitar a la protesta y lanzar consignas críticas contra el régimen. Según videos publicados en la cuenta de X de Mohammadi, la activista coreó lemas como “¡Viva Irán!”, mientras que otros asistentes gritaban consignas contra la República Islámica.
La detención de Mohammadi ha provocado una rápida respuesta de la comunidad internacional. La Unión Europea manifestó su “profunda preocupación” por el arresto de la Nobel de la Paz y otros activistas en Mashhad, y exigió su liberación inmediata, recordando el delicado estado de salud de la activista y de los demás detenidos por ejercer su libertad de expresión. El bloque europeo también subrayó la importancia de proteger la libertad de expresión y el compromiso de Mohammadi con la dignidad humana.
El Comité Noruego del Nobel, la Nobel de la Paz Shirin Ebadi, el preso político Ahmad Reza Haeri y el heredero del trono iraní, Reza Pahlaví, se sumaron a las críticas. Ebadi destacó la valentía de quienes alzan la voz por la libertad y condenó la represión estatal. María Corina Machado, Nobel de la Paz venezolana, afirmó que Mohammadi ha sido detenida por su valentía y por defender la dignidad de las mujeres y los derechos básicos de todos los seres humanos. El Departamento de Estado de Estados Unidos también condenó el arresto, señalando que, en lugar de esclarecer la muerte de Alikordi, las autoridades iraníes han respondido con violencia y represión.

Mohammadi, de 53 años, ha sido arrestada en trece ocasiones y condenada en nueve, acumulando más de 10 años en prisión por cargos como “propaganda contra el Estado” y “conspiración contra la seguridad estatal”. La activista estuvo encarcelada entre noviembre de 2021 y diciembre de 2024, y actualmente enfrenta al menos otros 10 años de prisión. Su salud se ha visto gravemente afectada por las condiciones carcelarias, con antecedentes de infartos y cirugías de emergencia, y ha sido liberada provisionalmente en varias ocasiones por motivos médicos.
Las autoridades han prohibido a la activista salir del país y le han negado la emisión de pasaporte, impidiéndole ver a sus hijos desde hace once años.
Reconocida internacionalmente por su activismo en defensa de los derechos humanos y la igualdad de género, Mohammadi ha recibido numerosos premios, entre ellos el Premio Andrei Sajarov, el Premio Mundial de la Libertad de Prensa de la ONU, el Premio Guillermo Cano de la Unesco y el Nobel de la Paz en 2023. A pesar de la persecución y las reiteradas detenciones, la activista ha continuado denunciando los abusos cometidos por las autoridades iraníes, especialmente contra las mujeres y los presos políticos.
La trayectoria de Mohammadi la ha convertido en un símbolo global de la lucha por los derechos humanos y la resistencia frente a la represión estatal en Irán.


